CAPÍTULO 15: 4 años más tarde

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Martin dejó la última caja en el sitio que él consideró que era el más adecuado. Tomó aire, satisfecho del trabajo hecho en el día y se movió hacia el salón, la sonrisa borrándose al instante al ver todo lo que les faltaba por hacer.

-¿enserio? – escuchó a Juanjo detrás de él decir - ¿no tenías otro lugar para dejarla?

Martin se giró y vio al mayor parado en el pasillo con una caja en los brazos y mirando la caja que acababa de dejar ahí. El menor se rio y fue a ayudarlo, moviéndola a un lado con el pie

-estaba perfecta – dijo y se llevó un bufido de Juanjo, a lo que contestó soplándole un beso

Juanjo dejó lo que cargaba a un lado y miró la cantidad de cosas que habían esparcidas por la estancia

-no veo el momento de acabar – dijo, llevándose las manos a la cara

Martin se acercó a él y lo abrazó, a lo que el mayor contestó al instante llevando sus manos a su cintura

-pero ya está Juanji, ya estamos en nuestra casa – susurró, y sintió la sonrisa del mayor – lo hemos conseguido

Después de cuatro años lo habían conseguido, tenían un sitio que llamar suyo. La carrera de Martin se disparó con la salida de rompeolas (su primer single) y los que le siguieron fueron incluso mejor. Al poco tiempo de sacar su segundo single, firmó el contrato como actor principal para una serie la cual esta vez sí que tuvo éxito.

Juanjo, por otro lado, empezó poco a poco a autoproducirse su música, consiguiendo al poco tiempo hacerse un hueco en la industria sin tener que renunciar a sus raíces. Hizo un par de colaboraciones con grandes nombres del panorama musical que consiguieron que estuviera bajo el foco, el resto de atención se la llevó gracias a los conciertos en directo, que se habían convertido en referencia dentro del mundillo.

Los dos no paraban de trabajar y cosechar éxitos, lo que les permitió después de un tiempo poder decidir dónde querían vivir, ya que Madrid les gustaba, pero no querían estar atados a esa ciudad mucho más tiempo. Eligieron Bilbao porque los dos adoraban la ciudad y sus alrededores, no estaba tan lejos de la familia de Juanjo y se veían allí a largo plazo. Consiguieron un piso antiguo y bastante grande en una ubicación que les había enamorado desde el primer momento y todo el trabajo que habían hecho esos años les permitió poder comprarlo juntos.

-mira, lleva esto al estudio, que se nos va a perder aquí en medio – Martin le pasó una pequeña caja con un micrófono dentro y Juanjo sonrió - ¿qué pasa?

-¿no te parece increíble que vayamos a tener un estudio en casa? – dijo, con los ojos llenos de ilusión

Martin sonrió y asintió, pensando en cómo su vida había cambiado desde que conoció al maño, en la cantidad de cosas buenas que trajo con él a su vida.

Juanjo dejó la caja encima del piano. La habitación que sería el estudio estaba a medio hacer, habían acabado la insonorización hacía apenas unos días y los instrumentos estaban aún por organizar. Miró hacia un lado y vio la caja que había estado esperando a ser abierta desde la semana anterior, sabiendo lo que era, llamó a Martin.

-amor, ven! – dijo, el vasco entrando en la habitación al poco tiempo – mira, no he podido dártelo antes porque has estado en Madrid

Martin lo miró extrañado y le ayudó a mover la caja, la cual era delgada pero bastante alta y no pesaba demasiado

-¿qué es? – dijo, examinándola

-ábrela – le indicó Juanjo – me hubiera gustado hacerlo hace años, pero como vivíamos en zulos y de alquiler no tenía mucho sentido

Martin abrió la caja y se ayudó de Juanjo para sacar lo que había, le pareció un póster que había sido enmarcado, pero aún no podía ver la imagen. Juanjo se mordió el labio, nervioso de ver la reacción del menor. Giró el cuadro, y cuando Martin lo vio sus ojos se llenaron de lágrimas.

El cuadro era la portada de su primer single, rompeolas, el cual había salido hacía 4 años. Esa canción había cambiado su vida, y Juanjo lo sabía

-pensé que sería bonito tenerlo aquí en el estudio, para recordarnos todo lo bueno que nos ha traído

Martin se tiró a él para abrazarlo, escondiéndose en su cuello y sonriendo. Juanjo notó su cara húmeda y lo movió para poder mirarle a los ojos

-gracias – dijo Martin, sonriendo – me encanta

Juanjo le besó y en ese momento sintió esa paz con la que él ya se había familiarizado desde que estaba con Martin, una tranquilidad que solo le traía él. La tranquilidad de poder dejarse llevar, de hacer lo que su corazón le pedía y de ser quien quería ser. Martin suspiró después del beso, mirándole a los ojos con esa felicidad que no perdía desde que decidieron darse una oportunidad, sabiendo que su historia había empezado a ser escrita hacía cuatro años, pero aún no podía siquiera imaginarse un final

-va a quedar perfecto en esa pared – dijo Juanjo, aún cogiéndole de la cintura y juntando sus frentes – nos está quedando precioso

-¿el qué? - preguntó el vasco, cerrando los ojos

-el estudio, la casa... - Juanjo besó su nariz y buscó su mirada - la vida...

-poco a poco – dijo Martin, sonriendo con él

-... y juntos – respondió Juanjo, juntando una vez más sus labios.


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...y llegó el final!

Me ha encantado poder volver a escribir y estoy contenta con el resultado, espero que la hayáis disfrutado también!

Otras historias en mi perfil: mientras haya estrellas en el cielo (terminada) y conflicto de intereses (en progreso) os veo por allí!

Gracias otra vez por leerme 

perfil en X : @nadietedicenada

In between the lyrics - Juantin OT 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora