Private ★ jk

☆ 5

Hace dos días atrás no había podido darle una respuesta a Jungkook porque creí que pensarlo con más calma era necesario debdo a todo lo que abarcaba el quedarme, así que le pedí que me diera un tiempo para pensarlo, que en cuanto tuviese respuesta le hablaría.

Y ya que había decidido tenerlo, iba siendo hora de que se lo contara a mis padres, sin embargo no planeaba hacerlo por llamada, por lo que había vuelto de nuevo a Nueva York.

Estaba nerviosa, a pesar de que sabía que para ellos sería una gran noticia, no tenía idea de cómo decirles sobre el padre.

—¿Yuri? —me miró mamá sorprendida cuando abrió la puerta— ¿Te has regresado tan rápido?

—Hola mamá, te extrañé mucho —saludé lanzándome a darle un abrazo.

—Yo también te extrañé mucho, mi niña —dijo, correspondiendo al abrazo—¡Cariño! —exclamó al separarse de mí— ¡Es Yuri!

Mamá me hizo entrar cerrando la puerta a mis espaldas y ayudándome con mi maleta.

—Ponte cómoda, vamos.

Entrando a la sala vi a Sandy quien al verme corrió y ladró alrededor de mí, me puse a su altura y le abracé por todo el tiempo que no había podido.

—Yo también te extrañé, pequeña.

—¿Por qué tanto escándalo? —preguntó papá, llegando a la sala.

—Porque he llegado yo —respondí, volviendo a mi postura para mirarlo.

—Hija mía, que gusto verte —dijo, envolviéndome en un cálido abrazo— No pensé que volverías tan pronto.

—Los extrañaba un poco mucho —dije, con una sonrisa formándose en mi rostro al sentir el beso en mi cabeza.

—Te traeré algunas galletas —dijo ella, y desapareció por el umbral.

Papá y yo nos acomodamos en el sofá mientras.

—¿Cómo te fue con tus asuntos?

—Uh, es por eso que estoy aquí.

—No pareces muy feliz, eh.

—Es que es complicado —respondí, mientras le hacía cariños a Sandy.

—Toma, cariño, las hice hace un momento —puso un plato con galletas y una copa de jugo sobre la mesa de centro, justo frente a mí.

—Gracias, mami.

Comí las galletas con muchas ganas la verdad, estaban tan deliciosas como siempre y no había comido algo hace ya unas largas horas.

Después de terminar, comencé a prepararme mentalmente para saber el cómo les iba a contar todo.

—Tengo dos cosas que contarles —comencé, al verlos tan expectantes— Hace un par de semanas, poco antes de irme... tomé una prueba de embarazo.

—Yuri...

—Y salió positiva —terminé, con el corazón latiendo a mil.

—¡Pero esto es una gran noticia! —exclamó mamá, y papá la miró.

—¿Vamos a ser abuelos?

—Así como oyes, mi amor —le dijo mamá, para seguido ambos abrazarse y emocionarse juntos. Yo solo sonreí, tomando un respiro— Ven aquí, cariño —dijo, se puso en pie y me abrazó tan fuerte que creí que me iba a desmayar de tantas emociones— Esto merece celebración.

—Pero antes, necesito que se calmen un poco porque eso no es todo.

—¿Son gemelos? —preguntó papá rápidamente y reí.