Private ★ jk

☆ 7

La semana había pasado volando, no volví a hablar con Jungkook después de esa llamada, y tampoco es como si lo necesitara realmente, pero en fin, después de haber estado la mayoría de estos días enviando mis documentos para buscar trabajo, recién hoy me habían llamado de uno, el cual es en una agencia de viajes como recepcionista.
No era exactamente sobre mi profesión, pero eso es lo menos importante ahora, que mientras tenga empleo vivo en paz.

Tendría que dar la entrevista presencial el lunes, osea en tres días exactamente, lo cual era magnífico para mi porque tenía que prepararme y terminar unos trámites pendientes, entre ellos el inscribirme en alguna clínica para los controles de embarazo.

Mis padres insistieron en que comenzara todo desde una clínica privada, que era más seguro y cómodo para mí. Los entendía la verdad, probablemente estaban asustados de no estar para mí y querían que tuviera la mejor atención nada más.

Después de terminar todo el trámite de inscripción y todo eso, pedí de inmediato una cita con el médico, tenía que verificar que todo estuviese yendo bien.

—Buenas tardes —me saludó poniéndose de pie, cuando entré a su sala— Tome asiento —movió la silla para mí y con una sonrisa le agradecí— Mi nombre es Junho, seré el obstetra que llevará su embarazo, mucho gusto.

—Mucho gusto, yo soy Yuri, Kang Yuri.

—Bueno, dígame...

—Yuri solamente, por favor.

—Bien, Yuri ¿es este tu primer control?

—Si —respondí, sin saber como actuar— Estoy cerca de los cuatro meses, si mis cálculos no son erróneos.

—Si, eso parece, estás entrando ya al cuarto mes —dijo, mirando los papeles en su escritorio. Creo que empezaba tarde mi primer control— ¿Vienes de Nueva York?

—Si, me mudé hace poco.

—Ah entiendo, por eso la inscripción tardía ¿no?

—Si, no había tenido tiempo de hacer los papeleos.

—Bueno, vamos a ver entonces —dijo, y poniéndose de pie, se acercó a la máquina cerca de la camilla— Recuestate en la camilla, por favor y dame unos minutos, ya vuelvo.

Cuando sus pies abandonaron la sala me dispuse a mirar todo a mi alrededor con mucha más atención, todo parecía tan extraño y nuevo para mi que no podía explicar la manera en que me sentía.

—Ya estoy —dijo, apareciendo de pronto por la puerta.

Lo vi ponerse los guantes y preparar varias cosas antes de acercarse y sentarse cerca de la camilla.

—Levanta tu ropa un poco —pidió. Claramente me puse nerviosa pero hice caso. Hice una mueca cuando sentí lo frío topar mi abdomen— Es un poco molesto al principio, lo sé.

Sonreí ante sus palabras y procedí a pegar la mirada en el techo.

—Bien, lo tengo —dijo de pronto, y mi corazón comenzó a latir un poquito más rápido— Mira allí —indicó con su dedo en la pantalla— ¿lo ves? Es muy pequeño aún, pero puedes ver un bulto ahí perfectamente.

Y era cierto.

Estaba ahí, algo sin una forma completa pero podía notarlo, y honestamente no sabía cómo reaccionar, hasta que de pronto oí algo.

Pum.

Fue suave, pero al estar en tanto silencio se pudo oír claro.

—¿Lo escuchaste? —preguntó él, y asentí repetidas veces en respuesta— Ahí está de nuevo.