Como siempre, ¡ya es tarde! De nuevo... Ahora, ¿qué pasó, Adam? - preguntó la serafín mayor, Sera, con una mezcla de irritación y cansancio.
- Te lo juro, estuve en una pequeña fiesta. Me pasé de onda y, bueno, lo que parecían minutos de diversión se transformaron en horas - explicó Adam, tratando de ocultar lo que realmente había sucedido en la pijamada.
- Te puedo entender, Adam, pero se supone que deberías haber venido ayer. ¿Qué diablos estuviste haciendo todo el día? Ya va a anochecer y perdiste más de un día completo - replicó Sera, cruzando los brazos.
- Solo fue una fiesta, Sera. Nada más. Como dije, me quedé dormido, no vi la hora y perdí la noción del tiempo - insistió Adam, sudando un poco por los nervios.
- Aquí hay algo que no encaja... pero por ahora lo dejaremos así. Ahora tengo dos grandes preguntas: primero, ¿sabes dónde está Emily? Y segundo, ¿qué acordaste con la hija de Lucifer? - preguntó Sera, con los ojos fijos en Adam.
- Eh, ¿Emily aún no ha venido? - preguntó Adam, tratando de desviar la atención.
- No, ¿sabes al menos dónde podría estar? - insistió Sera, cada vez más impaciente.
- Eeeh, no la he visto. Seguro está ocupada con sus asuntos - respondió Adam, rascándose la cabeza.
- ¿Asuntos? ¡Adam, tiene que venir a trabajar! Si la ves, dile que venga inmediatamente - ordenó Sera.
- A- claro, ya le diré... - respondió Adam con un toque de nerviosismo.
- Ahora, vamos con lo siguiente: ¿qué te dijo la princesa? - preguntó Sera, con los ojos puestos en Adam.
- Eso va a ser largo, pero te lo resumiré... Lo que la princesa quiere es detener los exterminios anuales. ¿Cómo? Según ella, su hotel puede ser capaz de redimir pecadores y para ello necesita tiempo - explicó Adam.
- ¿En serio eso fue lo que te dijo?
- Sí, me estuvo hablando de eso todo el tiempo.
- Me imagino que lo habrás rechazado, ¿no, Adam?
- Ups... Es que... digamos que le di una oportunidad.
- ¡¿Qué hiciste qué?! - exclamó Sera, sorprendida y molesta.
- Emmm, vamos, Sera. No puede ser tan malo. Se ve que la perra tiene ganas y creo que puede funcionar - trató de justificar Adam.
- ¡Es un demonio, Adam! ¿Cómo puedes confiar en uno? Aparte, en todos los milenios de mi existencia, no he visto ningún caso de redención - dijo Sera, indignada.
- Lo sé... pero si algo sale mal, me encargaré yo mismo - prometió Adam.
- Adam, ¿en qué cosas te has metido? Pero bueno, ahora escúchame bien. Si ese proyecto no funciona en seis meses, tendrás que reanudar el exterminio sin excepciones, ¿de acuerdo?
- Uff, no me digas que tendré que decírselo de nuevo...
- Tú te metiste en este problema. Ahora te encargarás de ello.
- Mierda, dame hasta mañana, Sera. Iré personalmente a hablar con ella.
- Y espero que así sea. No vengas con otro de tus cuentos, Adam. Sabes que por ese pequeño error, mi puesto puede estar en juego. Así que mañana irás y se lo dirás.
- Ya, lo sé... Ahora déjame descansar.
- Más te vale que así sea, Adam... - finalizó Sera, mientras Adam se retiraba....
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.- ¿DÓNDE MIERDA ESTABAS, CHARLIE?
- Pa- ¿Papá? ¿Qué haces aquí? - preguntó Charlie, con sorpresa y un toque de nerviosismo en su voz.
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Discordia de tres corazones | Adamxharem
Romance"Tres chicas enamoradas del mismo hombre."