Rosita tocó la puerta del dormitorio de su prima, esperaba que está abriera la puerta, se encontraba algo angustiada por la situación.
—María ¿Puedes abrir la puerta? —Pregunto y unos segundos la puerta fue abierta. Chuy, su cerdo mascota se asomo por la puerta. Rosita se agachó a su altura acariciando su cabeza.
María se encontraba sentada en su cama, veía a Rosita con una pequeña sonrisa ella palmeo su cama esperando a que su prima se sentará.
—Y bien... ¿Que fue lo que sucedió? —Pregunto aunque ya sabía cierta parte de la historia.
—¡Fue terrible! —Exclamo —De verdad, trate de no ilusionar a Manolo para que esto no sucediera, pero siguió firme en su decisión —Dijo María acostándose de golpe en su cama, frustrada.
—¿Que fue lo que te dijo? —Pregunto Rosita, denuevo aquellas punzadas en el pecho.
—¡Me confesó su amor! —Exclamo jalando algunos mechones de su cabello. —Hizo una cena romántica, trajo a los mariachis y me dió flores ¡Lo planeó todo para confesarme su amor! —Rosita frunció el ceño —Tranquila, obviamente lo rechace —Dijo con una sonrisa tratando de calmar a su Prima.
Rosita apretó la falta de su vestido. Dentro de su cabeza ella creía que María estaba enamorada de Manolo igual que él, pues ella recordaba como se trataban de niños. Las risas que compartían e incluso las pequeñas canciones que Manolo llegó a cantarle. Todo eso lo recordaba claramente haciendo que su corazón doliera.
Ella realmente creía que ambos estaban enamorados, que debían estar juntos, pero su prima lo había rechazado para no lastimarla. Aunque en lo profundo de su mente las imágenes de Manolo sufriendo por él rechazo de María se reproducían. Por eso le molestaba que María lo hubiera rechazado, ella creía que era mejor que ambos estuvieran juntos así... El chico que amaba no sufriría porque lo que ella más quería era que Manolo fuera feliz.
Su amor por Manolo era como una bala que se incrustaba en lo profundo de su corazón, un amor tan fuerte que la ahorcaba. Un amor tan profundo que la mataba.
Por que, tal vez. Todo sería mejor si Manolo la quisiera.
—¿Sucede algo? —Pregunto María al ver cómo su prima se levantaba de la cama.
—No debiste hacerlo... —Murmuro confundiendo a María.
—¿Eh? ¿Que cosa? —Pregunto enarcando una ceja.
—No debiste rechazar a Manolo. Tu lo amas. —María se quedó en silencio, sorprendida por las palabras de su prima.
—Simplemente ignora lo que siento —Volteo a verla con una sonrisa, las pequeñas lágrimas se acumulaban en sus ojos.—¿Que estás diciendo? ¡Yo no estoy enamorada de Manolo¡ —Exclamo fuertemente.
Rosita la vio por unos segundos procesando las palabras de su prima ¿Cómo? ¿Ella no está enamorada de Manolo? Pero si, cuando eran niños se les notaba enamorados. Negó con la cabeza, eso no podía ser. María la miro con una sonrisa y asintió.
—Estas mintiendo —Dijo insistiendo, eso no podía ser debía ser una broma, una broma muy pesada.
María rió por la reacción de su prima y por la cara que tenía en esos momentos.
—Es verdad. Bueno, es cierto que de pequeña estaba algo enamorada de Manolo, pero solo era eso. Un amor de niños —Dijo ella tomando las manos de su prima. —No estoy enamorada de él¡Ni siquiera me gusta! Es solo mi amigo —Confeso.
Rosita abrió los ojos como platos sorprendida por todas esas confesiones, María continúo riendo por las reacciones de su prima.
Los minutos transcurrieron de esa manera, ambas hablando de la situación María escucho hablar a su prima de su interés amoroso como una adolescente experimentando la primer ilusión del amor. Cada vez se hacia más tarde por lo que Rosita se despidió de su prima y de Chuy para volver a su dormitorio.
Rosita se recostó en su cama viendo el techo, debía admitir que con la confesión de María se sentía algo aliviada. Ella ahora sabía que su prima no estaba enamorada de Manolo, pero por el contrario Manolo si estaba enamorado de ella y eso seguía doliendo dentro de su pecho.
Tal vez María no veía a Manolo con ojos de amor, pero Manolo a ella sí y por mucho que Rosita lo intentará sería muy complicado hacer que el Sánchez volteara a verla. Si ella le confensara su amor a el chico el rechazo le doliera menos que callar todo el amor que tenia para profesarle; Sin embargo no era lo suficiente valiente como para hacerlo.
Era como una penitencia, una muy dolorosa penitencia con la que tenía que cargar por el resto de su vida.
¿Por qué no podía ser como Maria? Un simple amor de niños, una ilusión que no pasó de eso; Sin embargo allí estaba ella en su cama sintiendo el dolor de su pobre corazón roto.
Se preguntaba como estaba Manolo, seguramente se encontraba peor que ella pues él había sentido el rechazo directo de la chica que amaba. Imaginaba a él chico destruido por el rechazo, tan solo de imaginarlo así la derrumbaba por completo, ella amaba la sonrisa de Manolo y no podia soportar verlo triste.
La chica se levantó de la cama y fue hacia su balcón, con tantos pensamientos en la cabeza necesitaba de algo de aire fresco.
¿Por qué su amor por Manolo tenía que ser tan profundo? Por qué simplemente no podía llevar sus sentimientos con normalidad ¿Por qué tenía que sentir tanto? Si pudiera apagar su corazón talvez lo haría.
¿Como seria la situación si Manolo la correspondiera? Tal vez ambos pudieran ser felices llevar una linda relación donde su amor sea el más intenso de todos.
Rosita suspiro al imaginar tantos escenarios en su cabeza.
—Ay Manolo. Todo sería diferente si tú me quisieras — Cerro la puerta de su balcón yendo a dormir.
La Catrina quien observaba todo desde lejos miro a Rosita con una cara de tristeza.
—Ten paciencia mi niña, ya verás que él notará tu amor —Dijo antes de desaparecer en pétalos de Cempasúchil.
Les dejo la canción en la que me inspiré para este capítulo arriba :)
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AMOR VERDADERO|Manolo Sánchez
Fiksi PenggemarAmor verdadero| Manolo Sánchez había pasado toda su infancia enamorado de su amiga María Posada más está no correspondía sus sentimientos; Sin embargo Rosita Hernández quien tenía un gran enamoramiento hacia su amigo le enseñaría lo que sería un amo...