The Prophecy (A Descendants Fanfic)

(^.^)Chapter Three(^.^)

-Es todo un gusto conocerlos finalmente chicos -habló Ben, siendo brutalmente interrumpido por el golpe en su pecho por el puño de Jay, la pelirroja puso una mueca sobando su pecho y miró al hijo de Jafar con molestia, el castaño se acercó a tomar la mano de la de turquesa en modo de saludo y a los segundos ella lo soltó, luego fue por la pelimorada a la cual se quedó viendo por un rato- esta es una memorable ocasión -la pelimorada se soltó del agarre del castaño al saber que no la soltaría- una ocasión que quiero que quede en la historia, chocolate -le señaló al de cabello blanco.

La pelirroja miró al de cabello blanco con una sonrisa enternecida y sacó de su bolsillo un paquete de pañuelos húmedos, se lo extendió y la de turquesa le hizo una señal para que se limpiará la boca y manos.

-El día en el que nuestros pueblos se unieron -dijo tomando la mano de la peliazul pero fue interrumpido por la cecaelia.

-O el día en que los cinco supimos dónde están los baños -soltó molesta Uzziah cruzada de brazos mirando al príncipe.

La pelirroja sonrió divertida cubriendo un poco su boca, el castaño se acercó a la pelimorada y le hizo una pegunta obvia.

-¿Estuve un poco formal? -preguntó Ben algo que era súper obvio.

-Si, un poco bastante -dijo la pelimorada soltando una risa.

-Bueno, arruiné mi primera impresión -murmuró el castaño mirando a la hija de Maléfica.

Morgana empezó a pensar en muchas cosas en los que metían a Ben y a Mal, empezaba a creer que Ben se estaba enamorando -bueno era obvio porque su relación no era la mejor para él- y eso hacía que todos los planes que habían hecho desde niños se fueran a la basura con cerrojo.

-Hey, la hija de Maléfica ¿no? -apareció Audrey hablando de forma directa hacia la pelimorada- sabes, no te culpo de que tu madre haya querido matar a mis padres y eso -en sus labios se formó una sonrisa algo cínica.

-Yo la culparía a ella -la señaló la de turquesa en un susurro hacia el más bajo.

-Mi mamá es Aurora, la Bella -fue interrumpida por la pelimorada que tenía casi la misma sonrisa que ella.

-Durmiente -terminó por ella Mal- sí, oímos sobre ella -puso su mano sobre su cintura- sabes, yo tampoco quiero culpar a tus abuelos por invitar a gente de todo el mundo, pero a mi mamá no, a esa fiesta tonta -miró fijamente a la castaña, volviendo todo un momento incómodo.

-Lo pasado pisado -aseguró Audrey con su sonrisa cínica.

-Seguro -le siguió la sonrisa la pelimorada.

-Okey, ¿qué tal un paseo? -sugirió la pelirroja lo suficientemente alto para que todos la escucharán a lo que todos asintieron de acuerdo.

-La preparatoria, construida hace 700 años y luego convertida en secundaria por mi padre cuando se unió como rey -relató el castaño con una sonrisa cálida mientras entrelazaba su brazo con el de la pelirroja.

Pasaron junto a la estatua del rey Adam, la pelirroja lo admiró con una sonrisa divertida, giró su mirada a su mejor amigo quién entendió su mirada. Ben aplaudió suavemente y la estatua se convirtió en la Bestia, sorprendiendo a Carlos y Uzziah, el primero se lanzó a los brazos del pelinegro, mientras que la segunda se colocó detrás de su amiga azulada mirando aquello con sospecha.

-Oh no, tranquilos, Bestia quería que su estatua se transformará -contó tranquila la pelirroja mirando a ambos chicos de forma tranquila- solo para que recordemos que todo es posible -terminó viendo como el peliblanco bajaba de los brazos de su amigo.