✦ 026

1.1K 108 12
                                    



📍 bsas, 2022

Después de la gastada impresionante que nos comimos con Magalí, la dejé irse otra vez con las chicas. Habíamos acordado entre todos quedarnos a comer en el predio, hacer un asadito pero antes, por ley, había que jugar un picadito.
No íbamos a usar las canchas grandes así que con dos pares de zapatillas armamos los arcos y empezamos a hacer los equipos. Era un partido de cinco contra cinco, nada podía salir mal.
Igual ya habían empezado a mariconear, Rodri y Lean no podían jugar separados porque se cagaban a bifes pero Rodri también quería jugar con Leo que ya estaba en el otro equipo.

– Son re mamis ustedes. – Emiliano pasó uno de sus brazos por arriba de mis hombros, ya lo habíamos cantado para nuestro lado.

– ¡Pero ustedes tienen al loco este! – Enzo estaba enojado porque lo habían mandado de arquero.

– ¡Y ustedes tienen a Messi! – Julián levantó los brazos como si eso fuera lo más injusto del mundo.

– No le digas así que se enoja. – Leandro susurró por lo bajo, cosa que me hizo reír.

Después de una mini discusión terminamos haciendo yapeyu para ver quien estaba con quien. Leo, Enzo, Cristian, Lautaro y Ota quedaron en el equipo contrario, mientras que por nuestra parte estaba Julián, Emiliano, Lean, Rodri y yo.
El partido de afuera parecía ser una boludez, pero cada vez que alguien daba mal un pase se escuchaba alguna que otra puteada, sumándole que íbamos perdiendo por un gol abajo.

– ¡Dale Rodrigo! ¡Deja de pelotudear! – le grité desde cerca de nuestro arco mientras el otro hacía jueguitos con la pelota tratando de distraer a los demás. Encima Cristian me hacía señas burlándose, tenía ganas de arrancarle la pierna a alguien. Era obvio que le iban a terminar sacando la pelota y así fue. Lautaro le pegó a la pelota tirándola para nuestro lado, cosa que me hizo correr para poder alcanzarla pero lo único que recibí fue un caño por parte suya y un tirón en la remera.

– ¿Que pasó Lichita? – alcancé a escucharlo mientras se reía. Lichita las pelotas. La bronca me hizo apretar los dientes así que seguí corriéndolo hasta que estuviera lo suficientemente cerca suyo para poder tirarlo al piso.

– ¿Que carajo haces? – Lautaro se levantó bastante enojado del piso

– Fue todo pelota, deja de mariconear. – me levanté del pasto sacudiéndome un poco la ropa, llevándome un empujón de por medio. Los demás se acercaron a nosotros, preguntándonos si estábamos bien.

– Este pelotudo se cree que está jugando una final del mundo. – chistó aún ofuscado con la cara toda roja y sacándose el caucho que tenía por el cuerpo.

– Para, Torito, no te bancas una. – me reí sintiendo la adrenalina correr por mis venas. La mano de Ota se posó en mi pecho, alejándonos un poco por si las dudas.

– Córtenla, estamo' jugando tranqui. – el capi habló y todos nos quedamos en silencio, su autoridad era incuestionable, siempre nos hacia bajar un cambio a todos.

– No es mi culpa si está resentido. – en ese momento estaba completamente seguro que le iba a desfigurar la cara a Lautaro pero me iba a quedar sin amigos y sin wacha así que apreté los puños, tomando aire profundamente para tratar de calmarme.

– No juego más. – me di media vuelta, escuchando abucheos detrás mío por parte de los chicos.

– Dale, hermano, no seas así. – Leandro intentó convencerme pero no le hice caso.

– No, en serio, se me fueron las ganas. – seguí caminando hacia el borde de la cancha que habíamos armado, sentándome el pasto. La bronca todavía recorría mi cuerpo pero sabía que si seguía jugando, las cosas se pondrían peor y alguien no iba a ir a Qatar. Quién se creía que era para decirme resentido a mí.

MAMICHULA - lisandro martinez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora