Capitulo Seis. Confirmación

124 5 6
                                    

Todo estaba tranquilo en las costas de Berck, o al menos en el pueblo. En la casa del jefe, sin embargo, la situación era otra. El gran jefe Estoico el Basto estaba muy inquieto. Después de rebelar el retrato de su esposa, no pudo pegar ojo en toda la noche, tenia la cabeza hecha un mar de dudas. Poco después de ver el retrato, su hijo Asther llegó a casa.

Flashback

Estoico estaba en shock. No podía creer lo que veía; era como si el destino le estuviera jugando una cruel broma. Si lo que estaba viendo era verdad, todo indicaba que Hicca podría ser... lo que significaba que su hijo, el niño que crió y cuidó como un tesoro, no era su...

Mientras estaba sumido en sus pensamientos, una voz lo sacó de su trance.

Asther: Hola, papá -dijo con tranquilidad.

Estoico: Asther, ¿dónde has estado? -intentó actuar con naturalidad mientras tapaba el cuadro.

Asther: Estuve ayudando a Bocón y a Hicca un rato en la herrería. Sé lo que vas a decir, que no es mi trabajo, que mi futuro es dirigir, pero solo te pido que entiendas que no está mal saber un poco de todo. Digo antes ni siquiera conocía a la curandera del pueblo y ahora la trato con mucha familiaridad. 

Estoico: Está bien, Asther, comprendo. No tienes por qué ser tan explícito.

El joven heredero notó algo extraño en la voz de su padre, como si intentara ocultar algo.

Asther:  ¿Te sientes bien, papá?

Estoico:  Sí, solo estoy un poco cansado, la presión de los últimos días.

Asther: Ni que lo digas, todo fue un caos.- En eso, vio el cuadro cubierto a espaldas de su padre.- ¿Qué es eso?

Estoico: Nada, solo una vieja pintura de mi juventud.

Asther: Oh, bueno, supongo que es mejor que te deje con tus recuerdos. Que descanses.

Estoico: Sí, tú también descansa, hijo.

Una vez que el joven subió las escaleras y se dirigió a su habitación, el jefe tomó el cuadro y lo escondió debajo de su cama.

Fin del Flashback

Con el amanecer aproximándose, Asther había salido de casa pensando que su padre ya habría salido a cumplir con sus deberes de jefe. Sin embargo, Estoico seguía en su habitación, con muchas preguntas en su cabeza. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué su esposa de joven era idéntica a Hicca? ¿Era solo una coincidencia o era realmente lo que pensaba?

Las horas pasaron y, finalmente, Estoico logró aclarar su mente. Ya eran casi las doce del día cuando decidió salir de casa, decidido a encontrar respuestas.

Se dirigió a la herrería del pueblo con una apariencia que denotaba noches sin dormir, aunque solo habia pasado una. Al llegar a la entrada, comenzó a buscar a Bocón con la mirada. Cuando una voz lo sacó de su concentración.

Hicca: Hola, jefe. ¿Qué lo trae por aquí?

Estoico: Hicca...- No pudo evitar quedarse mirando a la joven, que lo miraba expectante y confundida.

Hicca: ¿Se siente bien? -preguntó al notar su aspecto.

Estoico: Sí...- tartamudeó un poco.- ¿Sabes dónde está Bocón?

Hicca: Fue a visitar a Gothi.

Estoico: ¿Ella ya regresó?

Hicca: Sí, regresó esta mañana. Bocón fue a ayudarle a llevar lo que trajo de la isla curandera a su casa.

UNA VIDA DIFERENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora