Narrador:
Emma estaba furiosa por lo que los de Miyagi Do habían hecho, ¿Es enserio? Citarlos para una pelea y después mojarlos, eso era muy bajo.
La rubia quería ir y golpearlos, quería desahogarse y dejar salir todo su enojo, pero sabía que no podía hacerlo y debía tranquilizarse.
Después de que terminaron todos mojados, todos decidieron ir hacia sus coches y regresar a casa.
Emma no sabría que pasaría cuando llegara a casa, pero estaba a punto de averiguarlo.
Junto a Tory y Robby, quienes iban a su lado comenzaron a caminar hacia su coche.
—Es una niña consentida que solo sabe quejarse — Susurro Emma con enojo, pero ellos la escucharon — le pateare el trasero en el All Valley y podré restregarle el trofeo en la cara.
—se ve incluso más enojada que nosotros — Robby le susurro a Tory.
—Puedo escucharte — Emma volteo a ver al rubio.
—Solo tranquilizate un poco Emma, guarda esa energía para mañana — le dijo la rubia.
—Si, tienes razón — asintió Emma — solo debo respirar un poco..
La rubia soltó un gran suspiro e hizo que sus manos las cuales temblaban del enojo dejarán de moverse.
Robby había ido con los chicos con los cuales había llegado, pues lo llevarían a casa. En cambio ambas rubias se subieron al carro de la Larusso y Emma llevo a Tory a su casa.
Cuando la dejo en la puerta de los departamentos se despidió de ella, para después manejar hacia su casa.
Seguía enojada, pero trataba de tranquilizarse por todo el camino, pues si no lo hacía iría y golpearía a Samantha para desquitar todo su enojo.
Cuando llegó a su casa estacionó el coche y entro por la puerta, para su sorpresa la alarma no sonó y todas las luces de la sala estaban apagadas, hasta que una lámpara se prendió, cuando giro a verla, Amanda estaba sentada en el sillón.
Al verla le hizo una seña para que se acercara, Emma no muy contenta se acercó.
La rubia solo quería subir a su habitación y darse una ducha, pues su cabello y ropa estaban mojados.
Amanda al notarlo la miro confundida.
—¿Que paso?. — preguntó.
—Una bromita de los Miyagi Do — sonrio fingiendo — solo es agua, da igual.
—Se supone que estabas castigada — le recordó Amanda.
—No me quedaré encerrada solo por unos estúpidos brillos — le dijo Emma enojada.
—Estaba preocupada por ti — le dijo la castaña.
Al escucharlo su corazón se ablando, pues sabía que Amanda la quería, pero era obvio que siempre pondría a Samantha por encima, al igual que su padre.
—No tienes por qué preocuparte, no soy tu hija — soltó Emma arrepintiendose de sus palabras al instante.
—Lo se — le aseguro Amanda.
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Love Stroke
FanfictionEmma Larusso, una chica de 16 años que regresará al practicar Karate, después de un tiempo sin hacerlo. ¿Su objetivo? Ganar..