Al este de la meseta de Altus, al pie del monumental e inconmensurable Árbol Áureo. Un magnífico muro doble se levanta, completamente impenetrable, una estructura colosal que bloquea el acceso a todo invasor que osé atentar contra el imperio que detrás espera en puertas doradas.
La poderosa capital de Leyndell. La cuna de dioses y de los emisarios primigenios de la gran voluntad. La entidad absoluta que gobierna el mundo o las tierras intermedias.
Un inimaginable reino que fue cede de incontables y magníficas batallas...
Y también la cuna del imperio con el poder más absoluto, y eso Arabella lo sabía muy bien... Pues Leyndell también era muy conocido por ser un gobierno incuestionable y feroz en su búsqueda por la perfección.
Pues así se manejaba el orden dorado, con puño de hierro y una fiereza de temer.
Y ahí es donde la ahora devastada comandante perfumista entraba.
Pues ella era más que consciente del papel que le fue impuesto por autoridades superiores y a ejercido por decadas. Incluso ahora, tiempo después de la caída de Leyndell ante la fractura del Elden ring, y la devastación provocada por los semidioses. Ella aún se veía obligada a realizar su aberrante labor... por un supuesto bien al mundo y a las mismas víctimas de su cuchilla...
O eso fue por muchos años después...
Porque este día había terminado con todo.
"Bien... supongo que todo llega a su fin..." Murmuró la enorme mujer al borde de uno de los muros exteriores de la capital, contemplando el mundo fracturado que había quedado impregnado a su alrededor como fuego en sus pupilas.
"La gran voluntad no a vuelto a hablar desde entonces..."La gran figura femenina se encontraba sentada en el borde junto a sus enormes y malditas armas deterioradas; su vestimenta era particular, pues portaba una túnica gruesa muy similar a un delantal y una capa repleta de escamas doradas. Las cuchillas por su parte, eran temibles, pues eran enormes y aborrecibles...
Tratándose de otro horrendo recuerdo de la matanza sin fin que está había provocado por decadas, pues en la cuchilla fundido a su estructura contaba con una serie de cuernos amputados de cientos de sus víctimas supuestamente malditas...
En este momento, la antaño asesina de augurios miraba con ojos vacíos la máscara de piedra sagrada fundida en la expresión perversa de un anciano que sonreía con supuesto deleite. Rodeado por unos cuernos largos y retorcidos.
"...Después de todo, Tricia tenía razón..." Recordó con melancolía y una profunda tristeza a la mujer que alguna vez considero una amiga.
"Espero que tú alma descansé, a los pies del árbol dorado..."Finalizó sus pequeñas palabras al comenzar a reincorporarse, evidenciando a la luz del árbol áureo su rostro decaído pero deslumbrante. Ostentando de un hermoso y vibrante color de piel aguamarina, y un cabello que era de color verde azulado hasta el cuello con algunos mechones rebeldes que colgaban, enmarcando su rostro.
Y sus ojos, pese a todo aún conservan ese brillante color dorado destellante que la identificaba como una 'iluminada' por la gracia dorada.
"Aún con ello, me mantienes bajo tu guía..." Continuó con su melancolía al observar de su cruel mascara al inconmensurable vacío que eran las tierras mas allá de Leyndell.
"Pero está alma verdaderamente maldita, no puede seguir transitando tu hermoso camino..."Dictó sus palabras con un significado abrumador, pues el dolor al que su mente se veía sometida no era para nada agraciado.
Y Arabella no quería ni necesitaba seguir pasando por tan abrumador recuerdo recurrente de las atrocidades que en el pasado cometió.
"Rollo lo sabía, por eso su brebaje tomé, quitándome todo atisbo de culpa y remordimiento... pero la memoria es un aspecto de nosotros los humanos que no desaparece..." Murmuró con delicadeza al son que rascaba con sus dedos la mascara macabra.
"Y ruego a la gran voluntad que no acepte mi esencia maldita por la muerte y la crueldad en el abrazo del árbol áureo..."Poco a poco, la mascara cruel comenzó a deslizarse de entre sus dedos hasta caer al gran vacío al final de la muralla, perdiéndose de la vista con facilidad.
Le siguieron ambas cuchillas crueles pero masivas, cayendo en la bruma del fondo con pesadez."...Por favor, gran voluntad..." Recitó unas últimas palabras.
"Si aún te encuentras ahí... no me aceptes en tu firme regazo..."Con eso dicho, un último gran pasó fue dado antes de que la misma Arabella cayera al vacío, más que dispuesta a terminar con todo el dolor y tristeza que la existencia casi eterna podía brindarle al pertenecer a una organización tan cruenta y bestial.
No obstante, en el segundo antes de morir por el impacto, un poderoso destello dorado fue visible antes de que el enorme cuerpo de la asesina de augurios desapareciera de la existencia por completo...
Continuará....
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Elden ring x Danmachi: La Última Asesina De Augurios.
Fanfiction~Arrepentimiento constante, angustia que me consume, en cada verso busco la redención. Mis acciones pasadas, ahora me abruman, Y aun con estas palabras no encuentro el perdón~ ~Consciente estoy de mis miles de errores cometidos, de las heridas causa...