" vínculo genuino. " - BillFord.

1.- El principio de todo.

Toda cosa extraña tiene una explicación.

Cualquier cosa que el ser humano cuestione por falta de conocimiento o argumentos tiene explicación...
O amenos debería tenerla siempre, pero el que deba no significa que siempre esté presente.
Es fácil cuando se trata de una ecuación, es fácil cuando se trata de alguna situación aburrida o monótona, es fácil cuando es algo común. Tampoco se expresará como algo "aburrido", simplemente lo que es "común".

Pero todos tenemos intereses diferentes, todos somos diferentes, algunos son diferentes sin llamar la atención, otros llaman demasiado la atención. De forma negativa o positiva siempre existirá la atención humana. Pero, cuando se vuelve extraño y desconocido el porcentaje de interés disminuye. Posiblemente por el miedo de descubrir algo desconocido o por el simple hecho de tener paz mental. O también por que solo les resulta poco interesante.

El que sea "poco interesante" lo vuelve llamativo.
Y pocos tienen ese tipo de perspectiva. No tiene nada de malo, solamente los inteligentes a veces desean explicaciones que su maravilloso cerebro necesita para tener cierta "paz mental". Muchos humanos funcionan de esta manera, necesitan saberlo todo para no estar con la ansiedad de una duda, de sentirse con poco conocimiento, desean saberlo todo.

Lo que no se aclara cuando alguien es muy inteligente es que cuando alguien está sediento de conocimiento y nuevas emociones resulta peligroso.

¿Por qué peligroso?

Por algo los misterios son misterios.
Por algo están escondidos.
Por algo es difícil decifrar secretos.
Siempre habrá un por qué de todas las cosas a nuestro alrededor. Y más aún las "peligrosas"

Igual el peligro es...encantador. Causa satisfacción, intriga y más dudas, dudas que se pueden aclarar con una eficaz investigación. El investigar es algo fascinante cuando eres alguien prodigio. Alguien capaz de resolver los acertijos más complicados, signos desconocidos...

— Sixer...~ ¿Qué piensas mi intelectual amigo?, tenemos una importantísima ronda de ajedrez en nuestras narices. Me frustra no tener tu atención. — Mención aquella voz animada con cierta picardía característica de un demonio en especial. Un gran socio suyo: Bill Cipher.

— Disculpa, Bill. Solo...pensaba de más. — La risa del demonio se hizó fuerte e incluso contagiosa, hasta que vió como lo apuntaba y movía una última pieza de ajedrez para celebrar una milésima victoria. ¿Cómo le ganaría a un demonio que puede manejar incluso el tiempo?, ¿qué podía hacer contra él un humano?, aún así confía en sí mismo para tener una victoria algún día.

— Esa mente tuya me encanta, pero a veces frustra. Piensas tanto que te distraes de nuestras actividades fuera de investigación. Distraer la cabecita no hace daño, Fordsy. Necesito tu mente sana para resolver misterios. ¿No? — El ser halagado por alguien tan poderoso debía admitir que lo hacía sentir increíble. ¿Cómo evitarlo?, solo imaginen tener alguien con tanto poder halagando tu cerebro.

Y así eran sus días desde aquella vez que decidió invocarlo, desde que decidió hacer un trato con este ser interdimensional. Sus días han sido interesantes y caóticos, no le disgustaba, la mayor parte de su vida fue despreciado y juzgado por su enorme inteligencia, le decían lo extraño que era, lo aburrido que era, un rechazado social. El desprecio que en el pasado lo atormentaba causó que ahora con la presencia del demonio le sea tan sorprendente y aveces poco creíble que lo vea como alguien fascinante, ya que este se lo ha dicho...

"Eres especial, tu cerebro es admirable."
"Me complace tenerte como mi socio."
"Eres interesante."
"Claro, mis pensamientos siempre serán positivos hacia tu persona, jamás dudes de ello."