Debía admitir que algo que le fascinaba era la facilidad con la que el humano cedía ante él.
Constantemente lo llamaba su musa de forma más dulce, inclusive mas íntimo. Sentía el tono de voz del humano más directo de forma sentimental por cómo se expresaba.
No le molestaba para nada, al contrario.
Amaba saber que lo tenía en la palma de su mano, amaba tenerlo única y solo para él.
Lo malo era posiblemente la acción que tuvo hace unas semanas. Debido a esto Stanford tenía muchos dolores de cabeza, un insomnio que ya no podía manejar, al igual que vió demasiado desgaste mental y físico.
¿En serio el borrar aquel fragmento de su cabeza iba a dañar tanto a su humano favorito?
Observó fijamente a Stanford recargándose en su silla tallando su rostro con sus manos con algo de frustración al retirar sus lentes, de forma cuidadosa se aproximó a él.
— ¿Sucede algo, Fordsy? — Se escuchó la voz del demonio mientras se acercaba frente su rostro, sentándose de forma lenta sobre aquel escritorio frente al humano, alejando aquellos papeles que lo tenían tan aturdido. Obligándolo a que le prestara atención.
— No, discúlpame, mi musa. Solo... — Bill claramente notó la duda en su tono de voz, al igual que se notó la inseguridad del humano al hablar por qué no pudo mantener contacto visual con él.
— Dímelo. En algún momento lo sabré, somos uno después de todo. ¿No? — No había medido sus palabras hasta que notó al humano aclarar su garganta y cubrir su rostro abochornado por lo dicho tan tranquilamente por el demonio sentado frente suyo.
— Muchas veces siento que lo haces a propósito. Volviendo al tema; Es algo que me preocupa que te moleste. — El demonio solo movió sus pies que colgaban del borde de aquel escritorio, cruzando después las mismas sin apartar el contacto visual que se creó cuando la vergüenza de Stanford fue tranquilizándose.
— Jamás podría molestarme contigo, Sixer. Escúpelo. — Una risilla resonó, algo que causó inquietud en Bill fue como repentinamente Stanford se notó más serio de lo normal,notándose como se acomodó en aquella silla reclinable viéndole directamente a su ojo.
— Algunas veces... me llega un sentimiento y pensamiento de peligro cuando te miro. No se porqué, nunca haz hecho algo que me haga percatarme de que eres peligroso hacía mi persona. Soy consiente de tu gran poder... siempre lo fui, desde que comencé mi investigación... pero repentinamente comencé a sentirme amenazado. ¿Tú me harías daño, Bill? — Cuestionó viéndolo fijamente, en todo momento se expresó extremadamente serio. El demonio se ubiera preocupado pero no lo hizo. Era claro ese brillo de amor y admiración en los ojos del humano.
Ese brillo jamás le mentiría, solo está teniendo una conversación seria con él.
Si ese brillo no estuviera se sentiría afligido.
— ¿Peligro?, que extraño. Ambos somos conscientes de la amplia consideración y afecto que te tengo. Constantemente me preocupo de tu vulnerabilidad por tu especie mortal. Eres mi humano favorito, Stanford. — Se sinceró, pero sin permitir verse vulnerable dejó salir una risa algo burlona, posiblemente por la extraña vergüenza que lo invadió al declarar aquello.
Stanford se veía aún serio, algo que lo confundió. Comenzó a preocuparse; ¿fue demasiado directo?, ¿no que el humano sentía lo mismo?, ¿por qué lo veía de esa forma?
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" vínculo genuino. " - BillFord.
Fanfiction- "Mi ausencia te dolerá. Para que el día que preguntes el porqué te lastima tanto poder expresarte lo injusto que sería que solo uno sufriera por ambos. " . . . 𓇢 Portada y dibujos al igual que personajes no son míos. Dar créditos a sus respectivo...