Capítulo 4

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El lugar de la apertura era como Harry esperaba. Incluso aspiro un poco del aroma al entrar. Era justo como lo recordaba: hipocresía. Harry ya había navegado estas aguas y sobrevivido antes. Además, esta vez estaba siendo usado como escudo por un buen amigo. Era un mejor uso de su talento que antes, cuando solo buscaba sobrevivir el tiempo suficiente para abandonar su casa.

Para esta ocasión, Harry desempolvo uno de sus mejores trajes Armani. No era de esta temporada, pero tenía un estilo clásico que era difícil pasar desapercibido. Conservaba mucha de la joyería de sus tiempos de heredero, porque finalmente fueron regalos y no se los pudieron quitar legalmente. Ya había dominado una técnica para domar su cabellera rebelde y su apariencia era impecable.

Severus también puso especial atención a su aspecto y si Harry no supiera que el hombre no era tan formal y serio, hubiera pasado por un heredero de larga data de dinero viejo. En esos momentos, Severus estaba presentándole a Harry un par de sus amigos, un tal Corban, que era el dueño de la elegante galería en el centro donde estaba siendo la apertura y un tal Dolohov, que aparentemente era un pianista famoso.

Finalmente, Severus no pudo postergar ir a felicitar a su primo Tiberius y Harry notó que ambos estaban muy incomodos, pero era evidente que para Tiberius significó mucho que su primo asistiera.

El lugar era como recordaba este tipo de lugares: cuadros separados uno del otro sobre paredes blancas y todos diciendo estupideces que nada tenían que ver con la intención del autor. Los cuadros al menos eran interesantes, pero siendo cuadros expresionistas y abstractos, muchos no interpretaban correctamente la intención.

Aparentemente el tema era la depresión y la ira, seguidos de la paz. Los colores azules y morados de los cuadros del principio, hablaban de un periodo oscuro. Al medio estaban cuadros en tonos rojos y naranjas, casi simbolizando un incendio por las tonalidades. Al final, había un enorme lienzo con tonos negros, morados, violáceos, rojos intensos y sangrientos y en medio de todo eso, un solo trazó verde esmeralda: la esperanza en la caja de Pandora.

Harry le comentó su teoría a Severus y Tiberius, que los había alcanzado en su recorrido, abrazó a Harry en un despliegue de emoción inusual en este tipo de eventos, diciéndole que alguien finalmente entendía sus cuadros.

—Severus, este novio tuyo es fantástico. No lo dejes ir—Severus y Harry se miraron y se soltaron a reír. Tiberius los miró sin entender.

—Primo, él no es mi novio, es mi vecino y empezamos una amistad reciente—Severus se limpió las lágrimas. Hace tiempo que no se reía tanto.

—Oh, señor Prince...—.

—Tiberius, por favor—.

—Tiberius. Aunque considero que Severus es muy atractivo, no somos pareja. Somos solo amigos y me invitó a tu exposición porque sabe que me gusta el arte y las nuevas experiencias—.

Tiberius pensó que quizás había leído mal el ambiente pero ellos dos parecían más una pareja de años que amigos. Quizás es porque nadie de la familia Prince, excepto la tía Eileen, se había casado por amor y muchos eran más compañeros de negocios que amantes. Tiberius simplemente se encogió de hombros y se disculpó.

Severus le dijo entonces a Harry que con Tiberius llevaba una relación cordial aunque distante y agradecía que al parecer su primo no había invitado al resto de sus familiares, ya que eran la clásica familia de "A mi modo o te largas". Harry asintió, diciendo así que entendía pero no ahondó más.

Tiberius parecía una persona decente y ciertamente difería del físico de Severus, pero quizás Severus había heredado ese atractivo varonil de su padre. Tiberius era físicamente delgado, no flaco, solo delgado. Llevaba el cabello cortado en ondas y hasta los hombros, lo que lo hacía verse algo andrógino pero aparentemente tenía genes atractivos.

The Lover After MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora