Capítulo 3

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El tiempo seguía pasando y la familia Potter no encontraba una solución a su problema con Harry. Por lo que decían los investigadores, Harry lo estaba haciendo relativamente bien. Su empresa era pequeña aun pero tenía potencial de crecimiento, no habían renovado contrato con la empresa de Riddle y en general, parecía que el joven estaba feliz con su ritmo de vida actual.

Una casa de clase media en los suburbios no era lo que James Potter consideraba apropiado para su heredero, pero tampoco podía intervenir en la vida de su hijo, ya que no estaba en la naturaleza de los Potter (o Evans) el arrepentirse de sus decisiones y tanto él como su hijo, habían tomado las suyas.

Lily tampoco encontró nada legal que pudieran usar para obligar a su hijo a volver a la familia y dado que él si había firmado los papeles de renuncia a su herencia, no podían amenazarlo con el dinero. Harry tampoco era el clásico hijo de familia adinerada que era inútil sin el suministro de efectivo. Él había labrado su propio dinero y como uso la asignación mensual que le daban, la cual legalmente era un obsequio de los padres y una obligación, legalmente era dinero de Harry. Tampoco podían quitarle la empresa que hizo, gracias a eso.

Los Potter estaban varados en cuanto a poder obligar a su hijo.+

Tom Riddle, por otro lado, ya llevaba 4 meses sin saber de Harry. Finalmente se atrevió a contratar un investigador privado y se enteró de que su ex estaba viviendo en una casa remodelada en los suburbios y había comprado recientemente un edificio en un área cercana a ese domicilio. Aparentemente, los trabajos de remodelación del edificio ya habían comenzado.

Tom inicialmente pensó que podía comprar el edificio al propietario si ofrecía más dinero pero el investigador le dijo que no lo hiciera, ya que el dueño original del edifico tenía cierta fama en el sector de no vender una propiedad a menos que le agradara el comprador y poco tenía que ver el dinero ofertado.

Incluso había una leyenda negra sobre Severus Snape de que le negó un edificio a un Duque, aunque el Duque ofreció el triple del precio por la mansión. Al final, Severus Snape se la vendió a un Lord menor e incluso le hizo una rebaja en el precio bajo ciertas estipulaciones sobre la propiedad.

Tom frunció el ceño cuando escucho esta historia. Si Harry logró convencer a un terrateniente tan duro, es porque al hombre le había agradado su novio... exnovio.

Suspirando por enésima vez desde que Harry se fue, Tom despidió al hombre y empezó a trazar sus siguientes pasos. No iba a recuperar a Harry en el corto plazo. No podía ir y declararle amor eterno con una casa como regalo, ya que Harry ya había comprado una y parecía feliz con ella. Tampoco podía ofrecerle ayuda con su empresa, porque le estaba yendo tan bien que estaban haciendo oficinas oficiales.

Mucho menos podía ir y amenazar a potenciales parejas porque Harry no estaba interesado en encontrar una pareja, dedicándose enteramente a su empresa y tampoco podía forzar un contrato con su empresa, ya que los contratos habían expirado hace meses y la empresa no notó que el equipo de Harry ya no estaba, y no podían pedir una renovación.

Harry estaba fuera de la vida de Tom de todo a todo. No quedaba nada en su pent-house y los pocos regalos que Harry le aceptó, se quedaron en el lugar. Harry no se llevó nada de su relación y ni siquiera tenían una foto juntos, ya que Tom siempre considero esas cosas como cursilerías y sinsentidos.

En estos momentos Tom se arrepentía un poco pero pensaba que eventualmente lo superaría. Quizás Harry y él no volverían a estar juntos pero podría tener otro amante. Desde que hace un par de noches, en una fiesta de la compañía, su padre y el padre de Cassandra, anunciaron su compromiso, Tom supo que Cassandra y él jamás podrían amarse. Quizás respetarse mutuamente, pero al día siguiente ambos hablaron sobre sus expectativas.

The Lover After MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora