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El horizonte estaba teñido de un azul profundo, una calma inusitada se cernía sobre el océano mientras las aguas del nuevo mundo reflejaban la inmensidad del cielo. El USS Leviathan navegaba con majestuosidad, su silueta imponente marcando una presencia incuestionable en la vastedad del mar. Nathan, de pie en el puente de mando, observaba el entorno con su mirada fría y calculadora, una sensación de expectativa palpitando en su interior.
El silencio fue roto por la llegada de una flota que cortaba las olas con precisión militar. El USS Gerald R. Ford, seguido por el USS Nimitz y el USS Enterprise, encabezaban la formación, con los destructores y submarinos desplegados estratégicamente a su alrededor. En el puente del Gerald R. Ford, el Capitán Maverick observaba con determinación la figura del Leviathan, mientras el Almirante James 'Jim' Collins daba órdenes a su equipo.
—Señor, estamos a punto de establecer contacto visual con el Leviathan —informó un oficial.
Jim asintió, sus ojos azules resplandeciendo con una mezcla de preocupación y esperanza. —Prepárense para cualquier eventualidad. Esto no es solo un encuentro, es una reunión de viejos camaradas.
En el puente del Leviathan, Nathan percibió el acercamiento de sus viejos amigos. Un leve esbozo de sonrisa cruzó sus labios al recordar las innumerables batallas que habían librado juntos. A su lado, Prinz Eugen y Hornet observaban la llegada de los refuerzos con interés. Eugen, con su característica coquetería, no pudo evitar un comentario.
—Parece que tus amigos saben cómo hacer una entrada, Nathan.
Hornet, más seria, asintió. —Esto cambia las cosas. Con su apoyo, nuestras posibilidades de enfrentar cualquier amenaza aumentan considerablemente.
La comunicación entre los buques se estableció rápidamente. La pantalla del puente mostró el rostro del Almirante Jim Collins.
—Nathan, viejo amigo. Es bueno verte de nuevo.
—Igualmente, Jim. Parece que trajiste compañía —respondió Nathan con un tono casi amistoso.
—No podía dejarte toda la diversión —replicó Jim con una sonrisa. —Tenemos mucho de qué hablar. Nos reuniremos en tu nave.
Unos momentos más tarde, Nathan y sus aliados se encontraron en la sala de reuniones del Leviathan. Acompañados por Prinz Eugen y Hornet, Nathan observó cómo sus amigos y sus respectivas shipgirls entraban uno por uno. Sean 'Eagle' Edwards, el Capitán del USS Enterprise, fue el primero en hablar.
—Nathan, hemos pasado por muchas juntos, pero esto es nuevo incluso para nosotros. ¿Qué está ocurriendo realmente aquí?
Nathan tomó aire antes de responder. —Esta dimensión, este mundo, es diferente a cualquier cosa que hayamos enfrentado. Estamos aliados con las shipgirls de Azur Lane, pero también hay enemigos poderosos que deben ser enfrentados. Y... —hizo una pausa, su mirada endureciéndose— ...mi hermano Ryujin está aquí. Se ha aliado con las Siren.
La noticia cayó como un balde de agua fría sobre la sala. Maverick frunció el ceño. —¿Ryujin? ¿El mismo que usó armas nucleares contra ti?
—El mismo —confirmó Nathan. —Nos persiguió hasta aquí y ha desaparecido, pero su influencia se siente. Está planeando algo grande, y no podemos permitirle tener éxito.
El ambiente se tensó mientras las shipgirls intercambiaban miradas preocupadas. James 'Ironclad' Carter, el Capitán del USS Nimitz, se adelantó. —Entonces, no solo debemos enfrentarnos a las Siren, sino también a tu hermano. Esto no será fácil.
Prinz Eugen intervino, su voz firme y decidida. —Pero no estamos solos. Con nuestros nuevos aliados, tenemos una oportunidad. Debemos unir fuerzas y estar preparados para lo que venga.
La reunión continuó, los detalles estratégicos se discutieron con precisión y determinación. Mientras tanto, en una sala apartada, Nathan y Jim tuvieron una conversación más personal.
—Nathan, hay algo más que debes saber —dijo Jim, su tono grave. —Hemos encontrado información sobre tu pasado, sobre tu familia. Parece que Ryujin no es el único con secretos.
Nathan se tensó. —¿Qué quieres decir?
Jim sacó un sobre de su chaqueta y se lo entregó. —Estos documentos revelan que tu familia tenía conexiones con organizaciones secretas que experimentaban con tecnología avanzada. Tú y Ryujin no fueron simples capitanes, fueron productos de esos experimentos. Eso podría explicar mucho de lo que ha sucedido.
Nathan tomó los documentos, su mente trabajando a toda velocidad mientras asimilaba la revelación. Su pasado, su presente y su futuro se entrelazaban de maneras que nunca había imaginado. Con una nueva determinación, miró a Jim.
—Gracias por esto, Jim. Es hora de enfrentarnos a nuestro destino y proteger este mundo, juntos.
Jim asintió, colocando una mano en el hombro de Nathan. —Así es, Nathan. Juntos.
La reunión concluyó con una renovada sensación de camaradería y propósito. Con nuevos aliados a su lado y el pasado revelado, Nathan y su equipo estaban listos para enfrentar cualquier desafío que el futuro les deparara. La batalla por el destino de Azur Lane y más allá estaba a punto de comenzar