Cap 7: salida a la playa

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El sol brillaba intensamente sobre el puerto de Azur Lane, trayendo consigo un aire de esperanza y renovación. Tras los recientes combates, la tripulación y las shipgirls disfrutaban de un merecido descanso. Para Nathan, Hornet y Prinz Eugen, este día marcaba el inicio de algo nuevo y hermoso.

Después de la velada en la cubierta del USS Leviathan, Nathan había sentido una conexión más profunda con Hornet y Eugen. Habían pasado tiempo juntos, compartiendo más de sus vidas y sus pensamientos. Fue durante una caminata tranquila por el puerto que Nathan finalmente expresó sus sentimientos.

—Hornet, Eugen —comenzó Nathan, deteniéndose para mirarlas a ambas. —He estado pensando mucho en nosotros. Lo que hemos pasado juntos, lo que significan para mí. No sé cómo sería sin ustedes.

Hornet sonrió, sus ojos brillando con ternura. —Nathan, tú también significas mucho para nosotras. Hemos compartido tantas cosas y... siento que podríamos ser más que amigos y aliados.

Prinz Eugen asintió, tomando la mano de Nathan. —Nathan, estamos aquí para ti, no solo como compañeras de batalla, sino también como algo más. Queremos estar a tu lado en todo momento, no solo en la guerra.

Nathan, emocionado, apretó suavemente las manos de ambas. —Entonces... ¿esto significa que...?

—Sí, Nathan —dijo Hornet, acercándose más. —Queremos estar contigo, como tus novias.

Nathan sonrió, sintiendo una calidez en su corazón que no había sentido en mucho tiempo. —Nada me haría más feliz.

Esa tarde, decidieron celebrar su nuevo comienzo con una salida a la playa. Las shipgirls y la tripulación los animaron a disfrutar de un día de descanso y diversión bajo el sol. La playa estaba llena de risas y alegría, un contraste bienvenido a las tensiones de la guerra.

Nathan, Hornet y Eugen disfrutaban del agua y la arena, riendo y jugando como si fueran niños otra vez. La brisa marina y el sonido de las olas creaban un ambiente de paz y felicidad.

—Esto es perfecto —dijo Nathan, observando a Hornet y Eugen mientras construían un castillo de arena.

—Es como un sueño hecho realidad —respondió Hornet, lanzando una sonrisa a Eugen.

—Y es solo el comienzo —agregó Eugen, tomando la mano de Nathan.

Mientras disfrutaban de la playa, los otros capitanes y sus shipgirls también se unieron a la diversión. Jim Collins estaba acompañado por USS Enterprise (CV-6) y USS Yorktown (CV-5), disfrutando de una competencia amistosa de voleibol de playa. Maverick, el Capitán del USS Gerald R. Ford, jugaba en el agua con USS Lexington (CV-2) y USS Saratoga (CV-3), riendo y salpicándose mutuamente.

Eagle, el Capitán del USS Enterprise (CVN-65), y sus compañeras USS Essex (CV-9) y USS Intrepid (CV-11) construían una impresionante fortaleza de arena, mientras que Ironclad, el Capitán del USS Nimitz, disfrutaba de una barbacoa con USS Ticonderoga (CV-14) y USS Franklin (CV-13).

Raptor, el Capitán del USS Arleigh Burke, y sus compañeras USS Fletcher (DD-445) y USS Johnston (DD-557) participaban en una carrera de relevos a lo largo de la orilla, mientras que Falcon, el Capitán del USS John Paul Jones, jugaba al frisbee con USS Laffey (DD-459) y USS Benson (DD-421).

Nightshade, el Capitán del USS Seawolf, y sus compañeras USS Albacore (SS-218) y USS Cavalla (SS-244) exploraban las cuevas cercanas, disfrutando de la emoción de la aventura. Shadow, el Capitán del USS Virginia, y sus compañeras USS Nautilus (SSN-571) y USS Seadragon (SS-194) se relajaban bajo la sombra de una palmera, disfrutando de una conversación tranquila.

Ghost, el Capitán del USS Los Angeles, y sus compañeras USS Tang (SS-306) y USS Barb (SS-220) buceaban en las aguas cristalinas, maravillándose con la vida marina.

Sin embargo, su momento de paz fue abruptamente interrumpido por una explosión distante. El sonido de alarmas y el caos comenzaron a extenderse por la playa. Nathan se puso de pie rápidamente, su mirada se endureció al ver una figura familiar acercándose desde el horizonte.

—¡Ryujin! —exclamó Nathan, su voz llena de determinación y furia.

Ryujin, a bordo de su acorazado modificado, se acercaba con una velocidad alarmante. Las shipgirls y la tripulación comenzaron a movilizarse, preparándose para el inminente enfrentamiento.

—No dejaré que arruines esto —murmuró Nathan, apretando los puños.

Hornet y Eugen se colocaron a su lado, sus expresiones serias y decididas.

—Estamos contigo, Nathan. Lucharemos juntos —dijo Hornet, tomando su mano.

—Esta vez, no estás solo —agregó Eugen, su mirada fija en el enemigo.

La batalla en la playa comenzó con una intensidad feroz. Las Siren, aliadas de Ryujin, se desplegaron en formación de ataque. Las shipgirls respondieron con una defensa coordinada, protegiendo a los civiles mientras contraatacaban.

Nathan, Hornet y Eugen se movieron como una unidad, sus movimientos sincronizados y letales. Ryujin observaba desde su acorazado, una sonrisa cruel en su rostro.

—¡Nathan! —gritó Ryujin, su voz resonando por encima del estruendo. —¡Esta vez, no escaparás!

—¡No permitiré que destruyas lo que hemos construido! —respondió Nathan, su voz llena de resolución.

La batalla continuó, pero Nathan, Hornet y Eugen no se dieron por vencidos. Con cada golpe, con cada disparo, demostraron que su amor y su determinación eran más fuertes que cualquier amenaza.

Finalmente, tras un enfrentamiento feroz, las fuerzas de Ryujin comenzaron a retroceder. Las shipgirls, lideradas por Nathan, lograron repeler el ataque, protegiendo la playa y a los civiles.

—Esto no ha terminado, Nathan —dijo Ryujin, su voz llena de rabia, antes de retirarse. —Volveré por ti.

Nathan observó a su hermano desaparecer en el horizonte, su expresión decidida.

—Y estaremos listos —dijo, volviendo a mirar a Hornet y Eugen.

—Siempre estaremos juntos, Nathan —dijo Hornet, abrazándolo.

—Y nada nos separará —agregó Eugen, uniéndose al abrazo.

Mientras el sol se ponía, Nathan, Hornet y Eugen se quedaron en la playa, disfrutando del momento de tranquilidad después de la tormenta. Sabían que la lucha continuaría, pero también sabían que, con su amor y su unión, podían enfrentar cualquier desafío que el futuro les deparara.

las segundas oportunidades existenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora