𝑲𝑰𝑺𝑺 𝑶𝑹 𝑲𝑰𝑳𝑳 / Walker Scobell

5. De enemigos a aliados

Allie

Sinceramente no sabía en que momento nuestras manos se tomaron, pero ahí estábamos. Walker y yo ocultos entre los arbustos mientras cerrábamos un trato que decidiría el futuro de nuestros hermanos. Aquel momento por muy extraño que pareciera, se sintió de alguna manera reconfortante y aunque la situación era la peor de todas, me alivió el hecho de tener alguien de mi lado en ese momento. Luego de unos minutos más decidimos salir procurando no ser vistos y así volver a nuestras respectivas casas.

Cuando estuve de nuevo en mi habitación, la realidad me llegó de golpe. El problema que atravesaban Oliver y Sabrina era terrible, ellos apenas tenían veintiún años y definitivamente un bebé no estaba en sus planes. Y si la noticia se confirmaba, nuestras familias se declararían la guerra. Analicé la situación por unos minutos hasta que escuché la puerta de la habitación de Oliver cerrarse de golpe y supe que era mi momento de actuar.

Salí de mi cuarto y toqué su puerta.

—Estoy ocupado—Dijo él en voz alta.

—Mamá quiere que vayas a la cocina—Le mentí, pero siguió ignorándome.

Volví a tocar de manera insistente hasta que por fin cedió.

En cuanto apareció delante de mí pude notar que tenía los ojos rojos, como si hubiera llorado. También noté como había una gran maleta en su cama, la cual estaba llena con un poco de ropa.

—No preguntes—Dijo al darse cuenta de lo que había visto.

Un nudo se formó en mi garganta. ¿A caso el pensaba en abandonar a su novia? ¿Walker tenía razón?

—¿A donde vas?—Pregunté tratando de no sonar desesperada.

—Dije que no preguntaras.

—Espero que no te escapes con alguna de tus novias—Solté para ver su reacción. —¿O estás huyendo de algo?

Oliver arrugó el ceño y luego me hizo un gesto para que entrara a la habitación. Lo seguí y cuando se aseguró que no hubiera nadie más cerca, cerró la puerta.

—Decidí aceptar la propuesta de papá para estudiar en el extranjero, me iré mañana temprano. Mamá no sabe nada así que deberías mantener tu boca cerrada.

Lo miré con horror, Oliver se había rehusado tantas veces a irse de la ciudad que su repentina decisión me tomó por sorpresa. Y lo peor de todo era que había llegado hasta eso después aquella conversación con Sabrina, él era un verdadero idiota.

—Creí que odiabas la idea de abandonar a tus amigos, siempre te negaste a irte lejos—Dije notoriamente confundida. —Y ahora de la nada dices que te irás a otro país, ni siquiera te has tomado el tiempo de pensarlo, ya no se trata solo de ti...

Mis palabras quedaron suspendidas en el aire, noté su mirada confundida como si sospechara de algo.

—¿A que te refieres con eso?

Noté como mi rostro se tensaba. 

—¿Allie?—Preguntó con seriedad. —¿Porqué dices que no se trata solo de mí?

Pensé en algo rápido, él no podía saber que yo estaba enterada de todo.

—Lo digo por mí, ni siquiera has pensado en como me sentiría si te fueras. Estaría completamente sola.

Le dediqué una mirada triste, mientras que rogaba a mis adentros que se lo creyera.

Oliver sonrió de mala gana. —Vives odiándome, no sabía que me podrías extrañar tanto.