ゝ mini recuerdo de cuando duxo y aquino se enteraron que este último estaba en cinta (m-preg).
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aquino estaba acostado, mirando el techo mientras esperaba ansiosamente a que duxo regresara del trabajo.
─ estoy tan nervioso.. ─ murmuró para sí mismo, la prueba yacía en su mano y suspiró, pasando una mano temblorosa por su cabello castaño.
sabía que su alfa regresaría tarde y apenas era mediodía. se sentó en la cama y decidió prepararle una sorpresa al azabache, sabiendo que, aunque volvería cansado del trabajo, la sorpresa que tenía preparada lo haría sentir renovado.
había notado la actitud paternal de duxo cuando interactuaba con lucasta, el pequeño alfa de seis años, hijo de sus amigos locochon y soarinng. aquino le había preguntado de forma aparentemente casual a su alfa si algún día querría tener una familia, y había visto el entusiasmo en sus ojos que definitivamente le confirmó que deseaba tener un hijo o hija.
salió de la habitación y fue a la cocina, donde encontró una caja vacía de color blanco. sonrió y comenzó a preparar un pequeño postre para su pareja.
─ estoy seguro de que le gustará... bueno, no sé, espero que sí ─ susurró nervioso, poniéndose manos a la obra.
pasó tiempo haciendo el postre una y otra vez porque no se decidía, hasta que quedó, a su vista, perfecto y sonrió con satisfacción. añadió la última fresa y puso el postre en la caja. luego fue a buscar la prueba en la habitación y sacó con emoción unos pequeños zapatitos.
buscó una hoja y un bolígrafo para comenzar a escribir algo breve, pero que sabía que podría emocionar mucho a su alfa. al final de la nota dejó la noticia, guardó todo en la caja y lo envolvió con un listón blanco. acomodó algunos mechones de cabello sueltos y se sentó, esperando a que regresara.
horas más tarde, aquino escuchó el sonido de la llave en la puerta. su corazón comenzó a latir con fuerza. duxo entró en la casa, visiblemente cansado pero con una sonrisa al ver a su omega esperándolo.
─ ¡bienvenido a casa! ─ dijo aquino, levantándose rápidamente para recibir a duxo con un abrazo y un beso.
─ gracias, amor. hoy fue un día largo ─ respondió el azabache, abrazando a su omega con fuerza. ─ ¿cómo estuvo tu día?
─ bastante bien, de hecho ─ aquino respondió, tomando la mano de su alfa y guiándolo hacia la mesa donde había colocado la caja blanca. ─ quería prepararte algo especial.
duxo arqueó una ceja, intrigado. ─ ¿para mí? ─ preguntó con una sonrisa, mirando la caja.
─ sí, abre la caja ─ dijo aquino, su voz temblando ligeramente de emoción y nerviosismo.
duxo abrió la caja con cuidado, encontrando el postre perfectamente preparado. sus ojos brillaron con aprecio. ─ se ve delicioso, aquino. gracias, eres increíble ─ dijo, pero entonces notó los pequeños zapatitos y la nota.
