! minúsculas intencionales. ! nuevo fic duxino con temática omegaverse y con una mictia pequeña como su hija.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
duxo, un alfa de veintisiete años, estaba en la habitación de su pequeña cachorra, mictia. la mecía suavemente en un intento por calmar su llanto.
─ shh, shh, pequeña, calma, ¿sí? ─ susurró mientras depositaba un tierno beso en su frente ─ tranquila, cariño, papá está aquí.
la menor soltó un suspiro tembloroso y extendió una diminuta mano hacia el rostro de duxo, quien le sonrió y besó la palma de su mano.
─ tienes que tranquilizarte, cielo. mami está durmiendo y necesita descansar. ─ dijo mientras daba pequeños paseos alrededor de la habitación ─ estuviste bastante molestita anoche y mami está agotado.
en ese momento, la puerta decorada de garabatos y pegatinas, se abrió lentamente, dejando ver a aquino, un omega de veintiséis años, que acababa de despertar ante el ruido.
─ buenos días ─ dijo con una voz suave y adormilada, mientras frotaba un ojo ─ ¿mictia ya se despertó? ─ preguntó bostezando y acercándose tranquilamente a su alfa e hija.
el azabache sonrió levemente al ver a su omega ─ buenos días, amor. sí, ella despertó hace unos minutos y no quería despertarte después de una larga noche. ─ explicó, besando los labios del castaño cuando este llegó a su lado.
─ mmm.. que considerado ─ sonrió aquino, mirando los ojitos violetas llenos de lágrimas de su cachorra ─ hola, mi amor, ¿pasando un rato con papi?
la pequeña castaña soltó un sollozo y estiró sus bracitos hacia el omega ─ mami.. ─ murmuró antes de que las lágrimas volvieran a rodar por sus mejillas.
aquino tomó a mictia en sus brazos, abrazándola con ternura ─ aquí estoy, pequeña. mami está aquí. ─ susurró con suavidad, acariciando su cabecita.
duxo observó la escena con una mezcla de amor y admiración ─ parece que ya se siente mejor. ─ comentó, viendo como su hija comenzaba a calmarse en los brazos del omega.
aquino asintió, meciendo a la cachorra con suavidad ─ sí, parece que solo necesitaba un abrazo de mamá. ─ dijo con una sonrisa mientras ella cerraba sus ojitos, acurrucándose contra su pecho.
─ ¿vamos a desayunar? ─ sugirió el alfa, colocando una mano en la espalda de su omega ─ podemos preparar algo rápido mientras mictia descansa un poco.
aquino asintió, su mirada llena de gratitud ─ sí, me parece una buena idea. vamos. ─ respondió, comenzando a caminar hacia la cocina con mictia todavía en sus brazos, ahora tranquilamente dormida.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
aquino y duxo caminaron juntos hacia la cocina, con la pequeña cachorra durmiendo en los brazos del omega. la suave luz matutina que se filtraba a través de las cortinas iluminaba suavemente la habitación, creando un ambiente cálido y acogedor.
─ anoche fue bastante difícil, ¿verdad? ─ comentó duxo con un suspiro mientras abría la nevera y sacaba algunos ingredientes para el desayuno.
aquino asintió, acomodando a mictia en su cadera para tener una mano libre. ─ sí, mictia estuvo muy inquieta. creo que podrían ser sus primeros dientes. estaba mordiéndose las manitas y lloraba cada vez que intentaba dormirla. ─ explicó, su voz suave y cansada, acariciando el cabello castaño de la pequeña cachorra.
─ pobrecita ─ respondió el alfa, sacando algunos huevos y vegetales. ─ es una etapa difícil, pero pasará. mientras tanto, deberíamos asegurarnos de que esté cómoda y que tú también descanses. no quiero que te agotes mucho, cariño. ─ dijo, acercándose para besar la frente del castaño.
el omega sonrió, feliz del constante apoyo y preocupación de su pareja. ─ lo sé, duxo. a veces necesito un recordatorio de que no estoy solo en esto.. te amo. ─ comentó, mirando con ternura a su alfa mientras mictia se acomodaba más en sus brazos.
─ nunca estás solo, amor. te lo dije siempre. ─ respondió duxo con una sonrisa, comenzando a cortar los vegetales. ─ ahora, déjame hacerte el mejor desayuno que habrás probado en tu vida. ─ bromeó riendo suavemente.
aquino rió, negando y luego asintió dirigiéndose a la mesa del comedor, sentándose con mictia en su regazo. ─ ¿te importaría traerme un biberón con leche? creo que mictia podría necesitarlo cuando despierte ─ pidió, mirando a su alfa con una sonrisa.
duxo asintió con una sonrisa. ─ claro, en un momento lo preparo ─ respondió, girándose hacia el mostrador para buscar el biberón.
mientras el alfa preparaba el biberón y el desayuno, el omega acariciaba suavemente la espalda de la cachorra, disfrutando del momento de tranquilidad. ─ ¿sabes? a veces pienso en cómo nuestra vida ha cambiado desde que mictia llegó. ─ reflexionó en voz alta, mirando al azabache con amor.
─ sí, ha sido un cambio enorme, pero no lo cambiaría por nada ─ respondió duxo, llenando el biberón con leche tibia. ─ verte a ti con ella, cuidándola, me hace sentir el alfa más afortunado del mundo ─ añadió, llevando el biberón a la mesa y colocándolo al alcance de de su omega.
aquino tomó el biberón y sonrió. ─ eres increíble, amor. no sé qué haría sin ti ─ dijo con sinceridad, mientras acercaba el biberón a los labios de la pequeña castaña, quien comenzó a beber lentamente sin despertarse del todo.
─ y tú eres el corazón de nuestra familia, cariño. ─ respondió, sirviendo los platos con el desayuno y llevándolos a la mesa. ─ ahora, comamos un poco mientras podemos. necesitamos toda la energía para cuidar de nuestra pequeña cachorra ─ añadió con una sonrisa.
el omega asintió y comenzaron a desayunar, disfrutando de la comida y la compañía mutua. la casa estaba en calma, solo interrumpida por el suave murmullo de sus conversaciones y el ocasional suspiro de mictia mientras bebía su leche.
─ ¿te has dado cuenta de lo mucho que ha crecido en tan poco tiempo? ─ comentó aquino, mirando con cariño a la menor. ─ parece que fue ayer cuando la trajimos a casa por primera vez. ahora, ya está empezando a balbucear y a mostrar su personalidad.
─ sí, es increíble cómo pasa el tiempo. cada día es una aventura que disfruto con ella y contigo ─ respondió duxo, alcanzando la mano de aquino sobre la mesa. ─ sabes que no importa cuán difíciles sean nuestras noches, siempre encontramos de alguna forma u otra la manera de sobrellevarlo juntos.
─ así es ─ asintió el omega, apretando la mano de su alfa. ─ siempre juntos.
el azabache sonrió, viendo con ternura a su omega e hija, y suspiró. ─ te amo ─ susurró, sabiendo que aquino no lo escucharía, demasiado concentrado en mimar a una adormilada mictia.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
