hola, acá niko. no me gusta escribir al inicio del fanfic pero esta vez me siento obligada a hacerlo para dejar algunas pocas cositas claras.
• creo que ya saben que estoy en un hiatus indefinido además de que el bloqueo de escritor está fuerte. actualizo fh (for her o mami como era su antiguo nombre) solo porque siento que se los debo.
• no creo que este fic dure más de diez capítulos, así que no se sorprendan si este o el próximo capítulo es el último.
• por el separador ya pueden intuir quien es el futuro integrante de la familia zaharie-aveline.
• quiero terminar esto lo antes posible porque actualizar esto lo siento más como una obligación que como una forma de "escapar de la realidad".
• quizás empiece a dejar algún que otro datito cualquiera al final del capítulo solo para que no se sienta tan vacío.. o por lo menos así lo siento ble
nomás eso, disfruten del fanfic lo más que puedan como yo suelo disfrutarlo a veces y no se hagan muchas ilusiones de que esto sea una historia larga porque no lo va a ser.
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aquino estaba en el baño, sentado en el borde de la bañera. sus manos temblaban al sostener aquel pequeño objeto que lo tenía atrapado en una mezcla de emociones que no lograba descifrar. sus ojos ámbar estaban fijos en la prueba de embarazo, sin querer apartar la mirada pero al mismo tiempo deseando que el resultado fuera diferente.
estaba en cinta. otra vez.
─ no puede ser.. — susurró para sí mismo, mordiéndose el labio. la incredulidad en su voz era palpable — se suponía que todavía no.. no debía suceder tan pronto.
¿o sí debería? la idea siempre había estado presente. el deseo de ampliar su familia, de darle a mictia un hermanito con quien compartir sus juegos, y de ver a duxo, su alfa, sosteniendo en brazos a otro hijo con ese brillo orgulloso en sus ojos violetas. ¿había estado buscando esta posibilidad, aunque de forma inconsciente? ¿o era simplemente que la vida tenía sus propios planes?
─ ¡mamiii! ─ la vocecita de mictia irrumpió en sus pensamientos. sonaba impaciente, y se escuchaban los golpes suaves y constantes de sus pequeñas manos contra la puerta cerrada que le impedía ver a su mami. la llamada aguda y dulce de su hija lo hizo volver de golpe a la realidad.
el omega reaccionó rápidamente, escondiendo con torpeza la prueba en un cajón y tomando una profunda respiración para calmarse antes de abrir la puerta, no podía permitir que su pequeña viera aquello y empezara a hacer preguntas para las que aún no tenía respuestas. él mismo estaba plagado de dudas. al hacerlo, se encontró con la carita expectante de su cachorra, cuyos ojos violetas brillaban al verlo.
─ hola, mi amor — dijo aquino, forzando una sonrisa que apenas ocultaba su inquietud — pensé que estabas durmiendo, pequeñita.
— ¡mami, upa! — repitió la pequeña con voz alegre, estirando sus bracitos hacia él mientras daba pequeños saltos que casi la hicieron perder el equilibrio.
