ஓMY SWEET CAVEMANஓ [KNJ & KSJ]

❄️26❄️

Eran las cuatro de la madrugada y aún no podía dormir. Su mente estaba llena de pensamientos y dudas acerca de las últimas palabras de NamJoon.

Desde el momento en que entró en contacto con sus sábanas, el pensamiento de vivir sin él lo atacó, hasta el punto de querer traerlo a su habitación y dormir con él.

Tenía miedo de perderlo…

Sin embargo, luchó por controlar aquel sentimiento de dependencia que se había instalado en su pecho. Estaba en lo cierto cuando pensaba en que NamJoon y él eran pareja y debían apoyarse mutuamente y estar él uno para él otro cuando se necesitara, si bien, NamJoon necesitaba espacio para crecer y desarrollarse como persona. Y sería horrible si aquello tan lindo que mantenían fuese destruido por su inseguridad. Por su culpa…

Mientras estaba acostado en la cama con su mirada fija en el techo, SeokJin recordó todos los momentos que habían compartido a lo largo de esos meses. Las risas, los momentos de pasión y los de tranquilidad. Y fue así que el sentimiento de culpa al llegar a arruinar su relación lo invadió por completo. Se rehusaba a cambiar aquellas risas por discusiones, aquellos besos por distancia…

Aquello era nuevo para él, pues a pesar de tener una extensa carrera en relaciones sentimentales, nunca le había envuelto aquella sensación de miedo a perder a su pareja. Sabía perfectamente que no era la madre de NamJoon y no podía ser su sombra, sin embargo, el hecho de saber que era buscando por grandes empresas provocaba que aquellos pensamientos de ser la sombra de NamJoon no sonaran nada mal…

Al final, después de horas de reflexión, SeokJin tomó una decisión… Le daría aquella independencia a NamJoon, siempre y cuando estuviera completamente seguro de su bienestar. Cuando estuviera 100% seguro que el pelinegro se encontrara a salvo y que podía caminar con seguridad por las calles.

O al menos saber dónde se encontraba…monitoreándolo en tiempo real. Solamente por su seguridad.

La alarma a su lado sonó, sacándolo de sus pensamientos. En su reloj se reflejaban las 7:00 am. Después de haber estado tan ajeno a su alrededor, se percató que el sol ya había salido y los pájaros se encontraban cantando en su ventana. Fue así que entendió que había desperdiciado su noche.

Después de recorrer las sábanas, se pusó de pie, se colocó sus pantuflas de oso y después bajó por las escaleras hasta llegar a la cocina. Sin embargo, al mismo tiempo en que se estiró para tratar de quitar el sueño que permanecía en su cuerpo desvelado, sus movimientos se detuvieron de manera abrupta en cuanto su mirada fue a parar hacia NamJoon.

Quién se encontraba en la cocina, preparando lo que parecía ser el desayuno a pesar de lucir fatal.

—¡SeokJin…!—exclamó el pelinegro en cuanto vio a su amado recién despierto. Con rapidez se dirigió hasta él para poder abrazarlo, sin embargo, SeokJin con un movimiento rápido de su mano, lo alejó y le advirtió quedarse donde estaba.

No quería tratarlo así, no quería rechazarlo. Si bien, aún se encontraba molesto por el hecho de que éste se había emborrachado la noche anterior y había salido aún cuando le dijo que no lo hiciera, poniéndose en peligro.

Por otro lado, estaba tentado a ceder ante los encantos de NamJoon, pues rechazarlo de esa manera le dolía demasiado. Así que sólo decidió hacerse el enojado y esperar la reacción del pelinegro.

Se sentó frente a NamJoon y cruzó sus brazos sobre su pecho mientras lo miraba con seriedad. El contrario no pudo evitar sentirse intimidado por la mirada que le dedicaba su amado. Y a pesar de tener un horrible dolor de cuerpo y de cabeza, se limitó a sonreírle, mostrando sus bonitos y torturadores hoyuelos al castaño.