Affondato (Hundido)

Capitulo 1

Hannibal corría por el pasillo gritando que abrieran paso, la voz de los altavoces lo hizo dejar su almuerzo en la charola azul de la cafetería, no tuvo oportunidad de siquiera probar un bocado, se había reportado un código azul lo que significaba que su paciente moría, entro a la habitación a tropezones, pues la esposa del hombre bloqueaba la entrada.

-¿Qué demonios paso?- dijo mientras se acercaba a la camilla.

-Aún no lo sabemos, parece ser que los antibióticos no están funcionando- dijo Alana una de las doctoras que solía trabajar con el desde hace tiempo.

-Maldición pensé que por fin habíamos descifrado lo que le ocurría- el pulso del hombre cada vez era menor lo que hizo que Hannibal tuviera un caos en su cabeza ¿Qué era lo que había omitido? ¿Cometió algún error? ¿El paciente le mintió y si era alérgico a algún medicamento? Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la maquina dejo de marcar las pulsaciones- ¡Desfibrilador ya!- la enfermera y Alana se movieron con velocidad por la habitación.

-Señora necesito que salga para que podamos hacer nuestro trabajo- le dijo Alana a la mujer que permanecía cerca de su esposo.

-Por favor díganme que lo salvaran, el es todo lo que tengo- dijo envuelta en un mar de lagrimas.

-Haremos todo lo posible pero por ahora necesito que salga-Respondió Alana mientras sacaba a la mujer de la habitación y cerraba la puerta.

-¡Maldita sea Alana ven aquí ahora!- La mujer se acercó y ambos bajaron la camilla para que el hombre estuviera totalmente acostado, Alana coloco el gel y Hannibal inmediatamente coloco las planchas en su pecho, la enfermera encendió la máquina y el paciente se movió hacia arriba de manera involuntaria... Su corazón no respondió 

-De nuevo- dijo Hannibal desesperado-Otra vez.-pidió al ver que el hombre no respondía-Una vez más.- El lugar se llenó de los gritos de Hannibal pidiendo una y otra vez que encendieran la máquina, Alana cada vez estaba más resignada a que el paciente no se levantaría de nuevo, se acercó al hombre que parecía envuelto en un frenesí.

-Creo que es hora de que lo dejes, han pasado dos minutos, es suficiente-Él la miró de manera muy seria, odiaba que la mirara de esa manera.

-Si tú te rendiste, está bien, pero yo no lo haré, no aún, dame un bisturí- dijo alejándose y yendo a la mesa por unos guantes y un antiséptico.

-¿Qué, que demonios piensas hacer?

-Abriré su pecho y masajearé su corazón, demonios Alana, se supone que fuiste a la escuela de medicina, no tengo tiempo para preguntas, solo haz lo que te pido

La mujer se movió rápidamente por la sala se coloco guantes también y desinfecto las herramientas, Hannibal se inclino sobre el paciente y comenzó a cortar, lo suficiente para que su mano pudiera entrar con facilidad, e inicio con el masaje buscando reanimar al hombre, miro de rejo como la esposa estaba frente a ellos mirando todo con una cara de horror, volvió a centrarse en lo que hacia, movía su mano con delicadeza y después de unos segundos volvió a escuchar el ritmo de la maquina y suspiro aliviado.

-Bien, cerremos esto no quiero que muera de una infección- dijo para inmediatamente comenzar con la tarea después de que termino camino hacia el pasillo.

-Muchas gracias por ayudarlo- la esposa del hombre se acerco y le dio un abrazo rápido, el solo asintió con la cabeza y comenzó a caminar de vuelta a la cafetería después de todo aún tenía hambre...

Will veía la pantalla del monitor completamente perdido, intentaba pensar como iniciar, como colocar las primeras palabras, pero nada que pudiera convencerlo, veía sus notas cada dos segundos, pero simplemente nada aparecía, tenía tantas ideas, pero su cerebro no lograba conectar ni una sola, se levantó de la silla y miro a su alrededor, todo el lugar era un completo caos, olvido cuando fue la última vez que había limpiado, pero tampoco se motivó para hacerlo, camino por el lugar abriéndose paso entre las envolturas de hamburguesa y vasos de papel, llego hasta la pequeña cocina y abrió el refrigerador, había muy pocas cosas frescas, pero el olor no era tan desagradable, esto por la cantidad insana de cajas de bicarbonato que había por todo el mueble, saco la última lata de refresco que quedaba, camino por la habitación y se sentó en el sofá, era el único que no tenía un montón de ropa o basura encima, miro a su perro que lo observaba con cierta confusión es sus ojos.

- Maldita sea Winston, no puedo creer en el desastre que me he convertido, lamento no poder ser un mejor dueño y tenerte en un lugar limpio, pero hace mucho que deje de funcionar como persona, así que lo siento, pero estás atrapado conmigo.- como si el animal hubiera entendido lo que Will dijo se acercó a él, y después de golpear un poco la pierna de su amo con la cabeza dio un par de vueltas y se recostó junto el, esto lo hizo sonreír por lo menos un poco.

Encendió un televisor que ya era bastante viejo pero funcional y eso era suficiente, se centro en la película que pasaban, jamás la había visto pero el ver a una chica rubia en una tienda de electrónica con un disfraz de conejo fue suficiente para que se quedara curioso de lo que ocurría, siguió en el trance y estaba tan absorto en este que no se dio cuenta cuando la puerta se abrió, solo lo noto hasta que Winston de movió.

-Hola Frederick.

-Dios mío William aun sigo sin entender como puedes vivir de esta manera- dijo el hombre mientras acariciaba al perro.

-Si no te gusta lárgate, es mi casa después de todo, y no te estoy invitando a vivir conmigo- Will termino el liquido de la lata, la aplasto y la arrojó lejos, no le importaba  donde terminaría después de todo solo seria un bulto mas.

-No lo digo con la intención de ofenderte-suspiro su amigo.- pero es frustrante ver como te destruyes poco a poco.

-Sobrevivo que es lo importante, tengo mi casa y a mi perro ¿Qué mas puedo pedir?- contesto sin si quiera mirarlo, Chilton camino por la habitación pateando bolsas y envolturas de comida chatarra.

-Por lo menos intenta comer algo que no sea comida a domicilio hay tantas envolturas que es difícil ver la alfombra.-Will no dijo nada, solo lo ignoraba, incluso parecía actuar como si no hubiera nadie mas en la habitación,  además de el y su mascota, Chilton suspiro desesperado y se posó frente a la televisión, esto lo hizo reaccionar.

-Con un demonio Chilton, solo quiero ver si la chica bonita logra su objetivo de ser la mejor abogada- el hombre frente a el lo miro serio.

-¿Como vas con el manuscrito?- Will no pudo decir una palabra. Pero esto no parecio ser sufiente para que el otro hombre olvidara el tema asi que despues respondio.

-Te juro que lo intente pero es mas difícil de lo que pensaba y si soy honesto no creo terminarlo- Chilton lo miro serio y después de unos segundos de un silencio absoluto por fin hablo.

-La editorial no piensa esperar mas, quieren un avance y si no lo hay no se que hare.

-Sencillo diles que no lo hare, ahora déjame ver la televisión- el hombre en el sofá parecía cada vez mas irritado.

-¿Entonces no publicaras nada? ¿Qué harás cuando te quedes sin dinero?

-Aun puedo vivir de mis obras anteriores.

-Creo que el que escribas algo te ayudara a sentirte mejor tal vez encuentres una nueva motivación para mejorar y seguir con tu vida- El hombre que estaba frente a el lo miro fijamente y le dio una sonrisa algo sarcástica.

-Seguir con mi vida- hizo una pausa- ¿Cómo puedo seguir con mi vida después de lo que paso?

-Se que es dificil y que parece que todo esta mal pe.-el hombre no pudo terminar la frase ya que su amigo se puso de pie y salio de la habitacion, fue tras el pero el otro simplemente no queria escucharlo.

-Tú jamás entenderás nada, nadie lo hará, y si soy una carga para ti o algo por el estilo, solo vete y déjame solo después de todo no me importa.

-Will, por favor no estés a la defensiva solo intento ayudarte- Esta vez el hombre lo miro.

-No quiero tu ayuda ni la de nadie, solo dejenme en paz.

-Soy tu amigo.

-¿Mi amigo? Lo siento pero parece que tu solo quieres una cosa de mi y es el manuscrito, tus tácticas de manipulación no funcionaran conmigo, deja de querer siempre buscar tu beneficio.-esas palabras parecieron herir mucho a Chilton.

-Siempre he estado contigo en los momentos mas dificiles de tu vida, y te he apoyado con todo lo que estaba a mi alcance, discúlpame William pero no puedo mas con esto, me estoy desgastando por una persona a la que no le importa ni lo mas minimo los sentimientos de los demas, creo que es mejor que tomemos un poco de distancia por el bien de ambos.-fue lo ultimo que dijo el hombre antes de salir de la casa, Will simplemente se recosto en la cama y cerro los ojos, con el objetivo de dormir, y le gustaba mucho hacerlo ya que con esto dejaba de pensar en cuan miserable era su vida...