Affondato (Hundido)

Capítulo 15

Después de terminar su llamada con Hannibal, Will lavo los platos del desayuno, cuando termino fue a sentarse al sofá, le dio 3 vueltas a los canales de cable y simplemente no encontraba nada interesante, era extraño, pero estaba aburrido, su vida había cambiado mucho en estas últimas semanas, aun no entendía como es que su rutina se vio tan afectada y se preguntó como es que podía seguir viviendo así, extrañamente motivado y envuelto en un frenesí se levantó del sofá y camino hacia su habitacion, aun la mantenía hasta cierto punto limpia, pero el desorden seguía siendo un problema, así que inicio por el escritorio, lo ordeno lo más posible recodando como solía hacerlo cuando comenzó a escribir, después paso a otras partes de la habitacion, pero no tuvo éxito, después de casi tres horas se dio cuenta de que simplemente estaba moviendo las cosas de un lugar a otro lo que terminaba en una nueva pila de cosas sin un lugar específico y de las que se terminaría olvidando después, suspiro frustrado y salió de la habitacion, miro la sala y noto los libros por todo el lugar, tal vez haberlos sacado del armario no fue una gran idea.

-Bueno supongo que fracase de nuevo Winston.- Will se dirigió a la cocina, y comenzó a calentar la comida.- Chilton vendrá más tarde y te sacara a pasear así que solo ten un poco de paciencia.-Winston ladro de manera eufórica y se acercó a Will buscando una caricia de su parte, así lo hizo y después le sonrió.- Buen chico...

Hannibal estaba en la sala de urgencias con los 4 jóvenes que ya eran parte de su equipo, no había tantos pacientes como se esperaba, así que estaba dejando que ellos los atendieran mientras el supervisaba, no se sentia tan bien como para lidiar con personas, estaba muy molesto e irritado, la visita de esa extraña mujer le había dejado una sensación extraña en el pecho, y sentia un nudo en el estómago, necesitaba sentarse, así que busco un lugar tranquilo en la sala de espera, necesitaba despejarse.

-¿Está todo bien?.- Alana noto lo malhumorado que estaba, de toda aquella felicidad que emanaba en la mañana no quedaba ni un poco.- ¿Peleaste con Will? 

-No, no es eso, las cosas con el están bien.- Hannibal se detuvo por un momento a meditar si tal vez no estaba siendo paranoico.- ¿Viste a una mujer pelirroja cuando saliste de la oficina?.- El gesto en el rostro de Alana lo hizo confirmar su respuesta.

-¿Puedo preguntar que quería?

-Quería saber sobre Will.- Alana sintió un escalofrío, parece ser que su mal presentimiento si tenía un fundamento.

-¿Qué?.- Fue todo lo que pudo decir.

-Hizo preguntas demasiado personales, como el porqué vino al hospital, como nos conocimos, incluso me pidió que le dijera donde vivía.- Hannibal se recargó en el asiento con la cabeza hacia atrás, sentia que de tanta presión le estallaría.

-Supongo que no le preguntaste el porqué quería saber todo eso.-Hannibal negó con la cabeza.

-Estaba tan molesto que ni siquiera me di el tiempo para eso, es decir ¿Quién diablos se cree para ser tan entrometida?.-  Alana se quedó en silencio a su lado, eso mismo pensaba ella, si bien Will no le agrado al principio conforme lo fue conociendo supo que para el no era fácil abrir su círculo de amigos, y el que una completa desconocida intentara entrar a su vida, podría ser malo para el, cuando estaba por decir algo uno de los jóvenes médicos se acercó a ellos.

-Doctor Lecter, termine de diagnosticar al paciente, estoy por iniciar el tratamiento, pero quiera que me confirmara si el diagnóstico es correcto.- Hannibal tomo el expediente de las manos del chico y lo leyó con cuidado.

-Todo está bien, puedes iniciar.- El chico se veía emocionado, les sonrió a ambos y se retiró.

-Es casi hora de irme, ¿Crees que puedas?.- Hannibal miro a Alana algo avergonzado, aun le faltaban dos horas para salir, pero podía excusarse diciendo que no se sentia bien.