Capítulo 7

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Will estaba terminando de guardar unos cuantos duraznos en una bolsa de plástico, ya estaba vestido y estaba por salir de la habitación, miro por la ventana una última vez y suspiro.

-Aún no podemos creer que se vaya.-La enfermera que lo había estado cuidando durante todos esos días entro.- Todas lo vamos a extrañar.

-Yo también las voy a extrañar.- Will le sonrió.

-¿Por qué no se queda más tiempo? A lo que tengo entendido no ha terminado su tratamiento.

-Tengo que volver a casa, además la doctora Bloom me dio vitaminas y maneras para mantenerme hidratado, así que estaré bien.

-Aun así, si se siente mal, no dude en volver, todas estaremos disponibles para cuidar de usted, principalmente yo que lo conozco mejor que todas.- Will se rio, el coqueteo de la mujer era muy evidente.

-Lo tendré en cuenta, gracias.- No dijo nada más y salió de la habitación.

Camino por el hospital se despidió de aquellas personas que ya conocía, estaba en la entrada sin el valor de salir, recuerda que salió de su casa inconsciente así que no se tuvo que enfrentar a ese mundo enorme que no recordaba, sentía miedo y después de eso se preguntó como rayos llegaría a su casa.

-Pensé que ya te habías ido.- Hannibal apareció, y de alguna manera Will se sintió aliviado.

-Es solo que estoy pensando como volver a casa.

-Puedes tomar un taxi.- Will se veía nervioso.

-La verdad olvide la última vez que tome un taxi.-Hannibal lo miro sorprendido, es la primera vez que escuchaba que alguien decía algo así.

-Supongo que tienes auto.-Will se veía avergonzado.

-No recuerdo la última vez que conduje, creo que ya olvide como hacerlo.- Will estaba muy serio e incluso se veía preocupado.

-Podría llevarte yo.-Will lo miro.

-Se lo agradecería mucho.

-Bien dame unos minutos.-Hannibal entro de nuevo, Will se quedó en la entrada, después de lo que a le pareció una eternidad, un auto negro de cuatro puertas se acercó.- Sube.

-Claro.- Will, respiro profundo, era solo moverse de un lugar a otro, pero aun así se le complicaba hacerlo, sus manos temblaban y le costaba respirar, estiro la mano, pero no podía abrir la puerta, tenía la mano en el seguro, pero simplemente no se movía, suspiro frustrado, estuvo por intentarlo otra vez, cuando la mano de Hannibal se posó sobre la de él, jalo el seguro y la puerta se abrió.

-Ya puedes subir.- Will, no pensó en lo que había pasado solamente en la vergüenza que sentía, subió al auto y cerro la puerta, le costaba un poco respirar, así que bajo la ventana.-¿Estás bien?

-Sí, solo hace calor.- Se recargó en el asiento y cerro los ojos.- Hannibal no dijo nada y comenzó a conducir. Después de unos minutos llegaron a casa de Will, Hannibal lo llamo, pero él no respondió, se había quedado dormido, bajo del auto y abrió la puerta del copiloto, Will estaba muy sereno, la luz del atardecer enmarcaba su rostro esto lo hacía verse precioso, sé moria por tocarlo, pero sabía que no podía ser invasivo.

-Will, hemos llegado.- Abrió los ojos lentamente y lo primero que vio fue los ojos de Hannibal, esto lo hizo sentir un poco nervioso, se reincorporó en el asiento y miro alrededor, estaba en casa.

-Lo siento, voy a bajar.- Hannibal se movió para que él pudiera salir, pero él simplemente no pudo moverse, se quedó viendo hacia la puerta, pero estaba inmóvil, respiraba de manera rápida y le dolía el pecho, estaba sudando y tenía ganas de llorar. 

Affondato (Hundido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora