Affondato (Hundido)

Capítulo 6

Will despertó de su segunda siesta en el día, últimamente había dormido mucho, le dijeron que era normal su cuerpo se estaba recuperando y después de un tiempo comenzaría a tener más energía, lo primero que vio al despertar fue el refractario de comida junto a el y los cubiertos, el doctor Lecter se había convertido en su chef personal desde aquel día que le llevo sopa de pollo, Will se rio un poco al recordar como el intento disfrazar aquella comida tan simple en un plato de algún restaurante caro, se incorporó un poco en la cama acerco la mesa que una de las enfermeras le había dejado lista para que en cuanto despertara pudiera comer y así lo hizo, estaba delicioso, como siempre.

Habían pasado ya dos semanas desde que estaba en el hospital y era extraño que aún no echara de menos su hogar, extrañaba mucho a Winston, eso no podía negarlo, pero quería estar bien para cuando se volvieran a ver, quería por lo menos ser capaz de sacarlo a pasear, y también quería arreglar las cosas con Chilton, había sido muy injusto con el cuándo él solo se estaba preocupando por el bienestar de un amigo, suspiro un poco frustrado, se estaba cansando de lastimar a aquellas personas que amaba, pero también tenía miedo de dejarlas entrar, se preguntó si algún día podría cambiar todo aquello, si algún día podría ser abierto superar su perdida y seguir adelante, pero siempre que trataba de pensar en algo positivo un pensamiento trágico abordaba su cabeza.

-Vaya, nunca vi a alguien comer las cosas que preparo con esa expresión de tristeza en los ojos.-Will salió de sus pensamientos y miro a Hannibal.

-No es por la comida.- Will se enderezó, soltó algo de aire y continuo.- Es solo que ya sabe, asuntos personales.

-Siempre lo son cuando se trata de ti.-Hannibal aún no sabía lo suficiente de él, habían tenido una pequeña charla sobre gustos personales, pero solo hablaron de frutas,  descubrió que a Will le fascinaban los mangos y los duraznos, mientras que a él las fresas, frutillas, y moras azules, se rio cuando Will le dijo que era obvio que le gustaran esas frutas porque eran elegantes como él, y en un punto era cierto, todos en el hospital mencionaban que sé siempre se veía elegante incluso cuando estaba manchado de sangre.

Si bien pudo ser una charla inútil para Hannibal no lo fue, ya que esto le ayudo a expandir más el menú, desde helados hasta smooties llego a preparar con estas frutas, a veces simplemente le llevaba cajas con estos, pero eran tantas que muchas veces Will llego a repartirlas con el personal médico o dándole a Bella para que se las llevara a casa, solo se detuvo cuando Will se lo pidió, dijo que no tenía problema si eran una o dos, pero que llevara cajas hasta con 3 kilos le parecía demasiado excesivo, aunque en unas ocasiones solo parecía ignorarlo y le llevaba las cajas igual y hoy era uno de esos días.

-Doctor Lecter ya le he dicho que traer tantos duraznos es excesivo.-Miro la caja fijamente, estaba en el suelo junto al sofá de la habitación.

-Deberías disfrutar las cosas que hago por ti Will, además sé que no los comes todos, sé que te gusta darlos al personal.- Will lo miro avergonzado, no quería que él pensara que era un mal agradecido o algo así.

-Lo siento, no quería ofenderlo, no quiero que piense que no se lo agradezco, es solo que son demasiados.-Hannibal se rio, le parecía tierno verlo tan nervioso.

-No me siento ofendido, tienes razón la verdad eran demasiados.-En el fondo mentía, si se sintió ofendido cuando se enteró lo que Will estaba haciendo, incluso se sintió deprimido, Alana le hizo ver que toda es fruta era excesiva y era imposible que la terminara él solo, y después de meditarlo unos cuantos días se dio cuenta de que tenía razón, la mujer parecía cada vez más adaptada a la atención que Hannibal le daba a Will, pensó que por fin se había rendido con sus sentimientos, lo cual lo hacía sentir aliviado, lo que menos quería era lastimarla.