Capítulo 13

334 33 18
                                    

—¿Debería responder? —titubeé un poco y con nerviosismo, busque su rostro esperando su aprobación.

—Sí, solo hay que saber que desea —su mirada reflejo levemente enojo y algo de preocupación.

—¿Hola? —respondí la llamada y puse el altavoz, mi respiración se cortaba por segundos.

—¿Lina? Si que eres difícil de localizar —escuche unas risitas sarcásticas—. Necesito hablar contigo, ¿podemos encontrarnos en un lugar público?

—Yo ah... —titubeé y miraba a Gabriel esperando su aprobación, el cual acepto con la cabeza—. Entiendo, sí, si puedo ¿A qué hora?

—No sé, a las diez por ahí —sonó algo histérico—. Te escribiré en que lugar —corto la llamada de golpe.

—Que sujeto más extraño, ¿quieres que te acompañe? —lo miré algo confundida todavía por lo sucedido.

—¿Puedo ir sola? —dije cabizbaja—. Es una persona en mi vida que debo resolver sola, entenderé si estás enojado o desconfías de mi.

—No tengo ningún problema si es que de verdad ya no sabrás más de el —su rostro levantaba pequeñas muecas—. Solo no me falles de nuevo.

—No volverá a pasar —me acerqué y puse mis labios sobre su frente—. Tú eres al hombre que amo, no cometeré más errores Gabriel —mis brazos rodearon su cuello y lo abrace con mucha fuerza, un par de lágrimas salieron de sus ojos.

—No quiero volver a derrumbarme, confió en ti —correspondío mi abrazo y acaricié suavemente su cabello, su respiración se volvió tranquila.

—Vayamos a descansar, tranquilo.

A pesar de que me encontraba a su lado no pude descansar bien toda la noche, llegaba a despertar y pensar en sobre que quería hablar ese sujeto.

—¿Ya estás despierta amor? —sus ojos se cerraban por segundos y atine a acariciar su cabello.

—Si, es que hoy quise llevar a Sofía al colegio —levanté mi celular y mire la hora—. Son las seis, iré preparando su desayuno —mi cuerpo empezó a sudar frío recordando que aún no llegaba ese mensaje.

Baje hacia la cocina tras despedirme de Gabriel con un beso. Me apresuré en preparar el desayuno.

—Sofia, ya levántate —grité suavemente—. Vamos ya tienes que ir al colegio —dije esperando en las escaleras.

—Ya voy mamá —escuche su voz delicada acercarse.

No pude evitar sonreír al verla, y desayunamos juntas al mismo tiempo que pude llevarla al colegio. Había pasado un tiempo desde que le preparé algo a mi hija, creo que desconecté mucho de mi familia.

—¿Gabriel! —entre al dormitorio y no pude encontrarlo—. Creo ya te fuiste, me demoré bastante y no pude despedirme —me sentí algo triste y pensativa.

Mis pensamientos fueron interrumpidos al sonar mi celular, tenía un mensaje de despedida con muchos corazones.

—Gracias amor —susurré, mientras no podía evitar sonreír—. ¿Mensaje desconocido? —un escalofrío recorrió mi cuerpo.

Era su mensaje, "Hola, seguro tu hija y tu esposo ya se fueron. Cerca a tu casa hay un café, ve a las nueve estaré ahí"

—Faltan diez minutos —suspire—. No tengo ganas, pero ya no quiero volver a saber de él así que tendré que ir.

Subí a mi auto y conduje por algunos minutos, al llegar el no estaba y pedí un café mientras lo esperaba.

—Lina disculpa la tardanza —se sentó frente mío y su sola presencia me parecía detestable—. Bueno seré breve quiero hacerme cargo del bebé y de ti como una familia.

—¿Qué carajo? ¿Qué te hace pensar que seguiría siendo tu estúpida? —no pude evitar un rostro de desagrado y repulsión ante sus palabras.

—No tenías que ponerte así —se enojó un poco.

—¿Qué te hizo cambiar de opinión?, es lo único que me intriga. Acaso la otra ya se cansó de tenerte como trofeo —dije con un tono sarcástico—. Aunque claro a ella solo le interesa mis sobras.

—En realidad desde que me fuí no he contactado con ella, y sobre lo otro fue por mi mamá —dijo algo cabizbajo y con su voz aguda.

—¿Tú madre? —pregunté algo incrédula—. ¿A qué te refieres?

—Cuando hui me fui con mi mami y le conté que posiblemente había dejado a una mujer embarazada.

—¿Tú mami...? —seguia incrédula, acaso este idiota era el mismo—. En serio tienes mamitis.

—No es eso, solo que ella me aclaro que debo ser un buen padre y cuidar de la futura madre de mi posible hijo —intento sostener mi mano, al cual retire bruscamente—. ¿Por qué será un niño verdad?

—No vuelvas a intentar tocarme, me das asco y me das la razón eres muy machito, pero solo eres un hijo de mami —lo miré algo enojada—. Pensaste que correría a tus brazos apenas me llamaras y dijeras que te harías responsable, no me interesas y lo peor preguntas si será un niño —me empecé a sentir algo caliente—. ¿Y si fuera niña no te importaría acaso? ¿Incluso si fueras el padre?, idiota.

—Por dios sigues igual de loca —me volteó los ojos—. Además es obvio que quiero un hijo, para que quiero una niña si saldrá igual que tú una fácil.

—Eres un imbécil, no debí ni siquiera responderte la llamada. No me interesa si quiera saber de ti, así que no me vuelvas a buscar —me levanté y dejé sobre la mesa el dinero de mi café—. Hazte un favor y madura.

—Claro —dijo con un tono sarcástico—. Regresa con tu esposo que se conforma con las sobras y le gusta saber que se cogen a su esposa, es solo un idiota que no se da a respetar.

—Cállate —grité, enardecida y solté una fuerta bofetada—. De mi, di lo que se te antoje, pero no permito que hables mal de él maldito.

Las personas alrededor empezaron a mostrar sus miradas sobre nosotros y salí corriendo hacia mi auto.

—Maldita sea hice una escena —solté unas lágrimas y me miraba sobre el retrovisor—. Cálmate, respira.

Conduje hasta casa y solo esperaba que llegara la hora para contarle todo a Gabriel.

—¿Lina? ¿Estás dormida? —entro con cuidado al dormitorio.

—Tardaste mucho y me dió un poco de sueño, perdón por no esperarte —se acercó hacia mi y me dió un beso sobre la frente.

—Lo sé, cómo te fue con ese problema —se sentó a mis pies.

—No creo que vuelva a ser un problema —toque mi vientre—. ¿A ti te molestaría si fuera otra niña?

—Pues tendría otra princesa así que no veo cual sería la molestia.

—Nada, solo fue un pensamiento que paso por mi cabeza —hice leves golpes sobre la cama—. Vamos a dormir tengo sueño.

El asintió y pude dormir abrazada de alguien que me amaba bastante.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 11 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El fruto de la lujuriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora