-Por qué ?- acabo de contarle a Héctor que me voy- y no me vengas que es porque somos hermanos, eso ya lo habíamos aclarado.
-Necesitamos un tiempo, tengo heridas abiertas que quiero cerrar sola y creo que lo mejor es alejarme- le explico- además no quiero depender de nadie, mi vida adulta va a empezar y necesito indecencia, la que llevo años buscando y no obtuve.
-Creo que te entiendo- dice después de unos minutos- solo te pido que no me alejes de tu vida- me mira fijamente y me agarra una mano- no necesito que hablemos todos los días pero me gustaría que me escribieses o mejor dicho que nos escribiésemos mínimo una vez a la semana.
-Voy a seguir viendo tus partidos- seguiré viendo sus triunfos aunque sea desde lejos.
-Y cada uno de los goles que meta te los dedicaré.
Una vez aclaro el tema de mi mudanza necesito que hablemos de otras cosas. Tengo más noticias que darle.
-Tengo que hablar contigo de otra cosa - le miró fijamente- tengo una idea para resolver el tema de que somos hermanos
Héctor abre los ojos y asiente con la cabeza para que continúe hablando.
- Podemos hacer una prueba de ADN para saber si somos hermanos- le explico.
-Como?
-Iremos a un laboratorio y nos sacarán saliva -le cuento como conseguirlo- pagaré en efectivo para que mis padres no lo descubran, lo pondré a nombre de mi hermana porque al ser mayor de edad no necesita consentimientos, además conozco al dueño de uno- le guiñó un ojo.
Su cara fue cambiando de confusión, a sorpresa, felicidad y enfado, durante el transcurso de mi explicación.
-Entonces descubriremos si nos han mentido, y si solo era una mentira para que no estuviésemos juntos?- me dice una hipótesis que yo también llegué a pensar.
-No creo, sería llegar muy lejos- si eso es cierto me parecería fatal- pero antes debemos de descubrir si es verdad o no.
-Te agradezco que quieras descubrir la verdad, pero con tu intención de irte no cambia nada.
Sus palabras me duelen pero sé que tiene razón, la decisión de vivir en Málaga imposibilita todas las posibilidades de tener algo. Pero lo prefiero, si estuviese aquí tendríamos que volver a escondernos para que mis padres no descubras mi pequeño plan, y una relación a distancia no vale para nosotros.
-Se que ahora no sirve de nada, pero es necesario saber la verdad, además quizás en el futuro si- le miró a los ojos y agarró su cara- te quiero.
Héctor me tumba en la cama y nos entregamos el uno al otro. Estábamos en la habitación de Héctor, aprovechando que iba dormir allí u que sus padres no están me pareció el momento perfecto para hablar.
-Fue increíble- me dice mientras estoy apoyada en su pecho- nunca voy a tener sexo así con nadie porque eres única- su cara cambia a una de tristeza- aún así no puedo prometerte una fidelidad sin ser nada, espero que me entiendas.
Tengo que admitir que sus palabras provocaron en mi dolor y decepción pero que podía esperar, que me largara y él me esperara como si siguiese ahí a su lado. Pues claro que no, yo tomé la decisión que creía correcta para mí en ese momento, para el punto de mi vida en el que estaba, pero no quería arrastrar a las personas más de lo que ya lo estaba haciendo.
-Te entiendo y no te preocupes- me quedé dormida sobre su pecho escuchando el sonido que hacía su corazón al latir.
Cuando me desperté seguíamos en la misma posición, tenía que irme lara que nadie sospechase donde había dormido así que le dejé un mensaje explicándole el porqué me había ido.
Una vez en la que era mi habitación, aproveché para ducharme y recoger lo que me había llevado.
La última vez discutí con Sergi, él quería que usase todo lo que había en el armario pero me negué, además que no era de mi estilo no pensaba quedarme con toda esa ropa para usarla una vez cada mes o menos.
Al final lo entendió y devolvió todo, aún así me hizo un buzón con el dinero que se había gastado en eso, alegando que era su hija y que me lo merecía.
En principio me negué pero finalmente después de mucha insistencia terminé aceptándolo, y decidí que lo usaría para pagar mis gastos en Málaga que no serían pocos.-Sergi necesitaba hablar contigo- es la última persona que falta por saber la decisión que tome sobre mi futuro, aunque su opinión no sirva de nada, y no le consideré mi padre creo que debo contárselo.
-Claro que necesitas- me siento en la silla de enfrente a su escritorio.
-Como sabes en septiembre empiezo la universidad, voy a estudiar medicina- le explico un poco la situación- y he cogido plaza en Málaga por lo que el curso que viene viviré allí.
Su cara es de negación rotunda, pero después de procesarlo durante un tiempo su expresión se relaja.
-No estoy muy de acuerdo, pero si es lo que quieres solo me queda apoyarte- aunque su opinión fuese un cero a la izquierda, me hace feliz el saber que no le disgusta tanto la idea, cosa que hará que mi madre no esté tan negada al cambio- tengo un chalet allí donde puedes quedarte, además pagaré para que alguien te haga de comer y te limpien la casa.
-No- le corto- voy a vivir en un loft, ya está decidido.
El lugar donde voy a vivir acarreó más discusiones en mi familia pero me negué a todas sus opciones.
Me apetecía vivir sola, tener un poco de soledad por lo que un piso compartido no era una opción. Tampoco quería una residencia un poco por lo mismo, demasiada gente al rededor. Un piso o chalet para mi sola sería mucho y no terminaría de gustarme, por lo que mi opción fue un Loft, pequeño y cómodo, perfecto para estudiar y vivir.Irme a Málaga va a ser un cambio tremendo pero sé que solo va ha ser mejor para mi, eso me ayudará y sé que un futuro lo agradeceré.
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Holaaa, perdón por no subir el capítulo el fin de semana. Espero que os guste, un saludo.
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Veneno y Envenenados|| Héctor Fort
FanfictionPara que están las reglas si no es para romperlas. Ellos dos saben perfectamente lo que es incumplirlas, llegando a poner en riesgo su familia. Dos familias que quieren unirse pero mediante sus hijos mayores, no pequeños. El error de ser futbolista...