Estaba realmente agotada. Apenas y había logrado dormir mientras pensaba en lo dura que había sido con ella. Se preguntaran qué demonios estaba pensando...pero no es fácil recuperar a alguien, cuando ya me había acostumbrado vivir sin esa persona. Sentí escalofríos cuando me había tocado, pero también me sentí incómoda, como si no fuera natural.Yo no era la misma persona que era cuando la había conocido. Ya no era audaz, franca, la engreída Violeta Hódar, la chica más caliente de la escuela por la cual los niños babearon. Era Violeta. Simple y llanamente Violeta.
Me levanté para ir a su habitación, abri la puerta un poco y estaba medio vestida abrochando su sujetador. Cerré la puerta de inmediato, sin querer ver.
-"Estaré esperándote afuera"- Dije y, procedí a hacer precisamente eso.
Pronto salió, con los ojos hinchados, su maquillaje del día anterior surcado de lágrimas y su cabello despeinado. Ella estaba lejos de la diosa que yo solía recordar.
Me siguió escaleras abajo y se sentó en la mesa de la cocina, en la que habíamos trabajado una vez. Di de comer a los perros y luego cociné algo para desayunar. Sí, yo estaba cocinando y ella parecía sorprendida...demasiado.
-"Tu aprendiste a cocinar?"-
Asentí -"Desde que me retire de la escuela, tuve un montón de tiempo que perder"-
El silencio se produjo después de eso. Lo usé para recoger mis pensamientos y los empujé a un lado mientras apilaba los panqueques en dos platos, y luego los colocaba en la mesa con el jarabe de miel.
-"¿Cómo lo hiciste?"- preguntó en relación con los exámenes
-"Sorprendentemente, pasé todo. Parcialmente 'B' y 'C' pero algunas 'A' también"-
Sonrió un poco. -"Bien hecho"- Asentí y bajé la mirada de nuevo.
Ella no comía, se quedó mirando como pinché la comida en mi plato. Un hábito que había recogido. Ahora me gustaba cocinar, pero desde mi actual peso podría decir que no comía mucho de mi propia comida, o cualquier alimento.
Pinché un pedacito de la torta, mastique, tragué y deje de hacerlo, todo bajo la mirada de Chiara.-"¿Has ido a ver a un médico?"- Preguntó, mientras finalmente probaba su desayuno.
-"¿Acerca de?"-
-"Bueno, creo que es obvio lo qué pasa"- respondió, haciendo un gesto hacia mis acciones.
-"Bueno, depende. Es sobre mi depresión, mi ansiedad, mi anorexia o mi insomnio, ¿a que te refieres?" Le pregunté, haciendo una mueca ligera. Bajé la mirada, no quería mirarla.
-"¿Sufres de todo eso?"- Preguntó en un tono preocupado, y asentí para confirmar. -"¿Has recibido tratamiento?"-
-"Me recetaron pastillas contra la depresión, pastillas para dormir, medicamentos contra la ansiedad y una guía de dieta a seguir..."-
-"¿Y?"-
Me aclaré la garganta con torpeza, sin querer contestar. Entonces, fui salvada por la campana de la puerta, ¿o...no?
Mi padre iba entrando a la cocina.
-"Mmm Vio ese olor....."- se detuvo cuando vio que no estábamos solos. -"Oh, hola."- Sonrió cálidamente cuando la vio.
-"Hola"- Chiara respondió, inclinando la cabeza. Esto iba a ponerse feo.
-"Yo soy el padre de Violeta, ¿y tú eres?"- preguntó.
-"Mi uh...mi nombre es Chiara"- dijo, mientras sonreía incómoda.
-"Chiara... Donde he oído ese nombre antes?" Se preguntó en voz alta. Mierda, mierda, mierda. -
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Lujuria Oculta
FanfictionSi al entrar al salón de clases me hubieran dicho que mi vida cambiaría para siempre, no lo hubiera creído. Violeta Hódar, guapa, popular y muy heterosexual, no tiene ninguna preocupación en el mundo. Bueno, eso fue hasta que conoció a la nueva prof...