Capítulo 64: Masaje

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Acababa de comerme su 'delicia de arroz con carne' como ella lo llamaba. Estaba encorvada y realmente con ganas de vomitarlo todo, no me gustaba la sensación de saciedad. Sin embargo, ella estaba allí, con su brazo alrededor de mi cintura mientras yo gemía.

-"Quizás fuimos demasiado lejos hoy"- Sonrió tranquilizadoramente y me frotó la espalda. -" Sin embargo, trata de mantenerlo todo adentro bebé, ¿quieres que algunos analgésicos?"-

-"No me duele. Es solo que me siento realmente incómoda"- murmuré

-"Oh, ¿puedo probar algo?"-

La miré y asentí insegura. Lo siguiente que supe, fue que Kiki me arrastraba a su habitación y cerraba la puerta detrás de nosotras. Yo estaba jadeando...y ahora si me dolía. Apreté los dientes mientras ella me empujaba suavemente en la cama.

La miré sentada a mi lado, sus ojos mostraban bondad y amor. Era tan hermosa, y yo realmente esperaba que pudiéramos hacer que esta relación funcionara de nuevo.

-"Bien bebé, te voy a dar un masaje, ¿de acuerdo?"- Preguntó, mientras levantaba mi top. La detuve inmediatamente y me senté, bajándolo de nuevo y sorprendiéndola. - "¿Qué pasa?"- frunció el ceño.

Me di la vuelta y un rubor se hizo en mis mejillas mientras trataba de evitar su mirada, que resultó ser inútil porque ella sólo me tomó la cara y la giró hacia ella de la manera más tierna posible.

-"Háblame"- sonrió

-"Yo solo..."- Suspiré, con ganas de mirar hacia abajo, pero ella todavía tenía su agarre en mi cara. Me soltó y tomó mis manos en su lugar.

-"¿Tu solo qué?"- Su voz era tan.... Urgh. Tan jodidamente agradable y abierta.

-"No quiero que me veas"- le contesté, sintiéndome muy consciente de mí misma.

-"¿No hemos pasado por esto ya Vivi?"- Preguntó. Asentí y mantuve mis ojos en el suelo, no quería verla decepcionada de mí. Yo no sería capaz de manejar eso.

-"Te amo"- dijo en una manera sincera y, yo creía cada palabra. Parpadeé y ella me empujó hacia abajo de nuevo, sin dejar de mirarme siquiera por un segundo. -"Eres hermosa"- me dijo mientras levantaba mi camisa, hasta justo debajo de mi sujetador. Me dio un besito y aunque fue corto y dulce, me tranquilizó.

Ella miraba mi huesudo y demacrado cuerpo, mis costillas se mostraban claramente y mis hueso de la cadera era agudo y prominente. Mi estómago estaba hundido y lo pronunciaba aún más.
Sí, tuve anorexia pero era puramente una pérdida de apetito... por lo que pasó... no porque yo quería verme delgada. Yo no quería esto, fue sólo la forma como terminó. De hecho, odiaba el aspecto de mi cuerpo ahora.

Me mantuve en sus ojos mientras ella descubría el nuevo aspecto de mi cuerpo, pero su expresión facial nunca cambió, no mostró disgusto como pensé que lo haría... era simplemente normal. Entonces sentí sus frías manos en mi estómago y comenzó a aplicar un poco de presión y a masajear.

Cerré los ojos, ante la sensación de sus mágicas manos, trabajando y alejando mi dolor sin esfuerzo. Sus delicadas manos exploraron todo mi estómago y me encantó la sensación cuando me agarró de la cintura y tiró de mi cuerpo un poco, mientras me frotaba. Dejé escapar un gemido, abriendo rápidamente los ojos para ver su sonrisa hacia mí.

-"¿Bien?"- preguntó. Dejando ver sus hoyuelo luciendo toda linda...

-"Mmm"- Asentí y cerré los ojos de nuevo mientras oía su risita.

-"Si te gusta, ¿puedo masajearte en la espalda también?"-

Me encantaría, pero...mi espalda, mis omóplatos...Dios. Odiaba esto.

-"Ni siquiera pienses en hablar de tu cuerpo otra vez señorita"- dijo, casi como si leyera mis pensamientos. Suspiré y asentí.

Terminó su trabajo en mi estómago y luego me di la vuelta para que ella pudiera hacer lo mismo en mi espalda. Volteé la cabeza hacia un lado y, apreté las sabanas un poco cuando me levantó la camisa un poco más.

-"Vivi, uh... esto sería un poco más fácil si pudiera..."- -"Adelante"- le contesté, sabía exactamente lo que estaba pidiendo.

Apreté los puños con más fuerza mientras se subía encima de mí, sus fuertes muslos me agarraron los lados de las caderas bastante bien, no me quejo. Me estaba encendiendo, mientras frotaba mi piel suavemente pero con firmeza. No pude detener otro gemido que salió bastante fuerte, ni ella la risita que soltó.
Volví a reír, pero no a causa de su risa. Sonreí porque cuando me quejé, ella apretó los muslos como si hubiera sentido algo allí abajo. Me encantó que yo todavía tuviera ese efecto en ella a pesar de mi actual apariencia.

Sólo para asegurarme, dejé escapar un gemido más fuerte todavía...detuvo sus movimientos durante unos segundos y sus muslos se tensaron mucho más que antes. Le di una miradita y estaba con los ojos cerrados mientras se mordía el labio. Entonces, sentí un movimiento y cerré
los ojos. ¡¡¡Disimulada Hódar!!!

-"Eres increíble"- Suspiré mientras aplicaba más presión. Ella sabía muy bien que hacer.

-"Esa es mi línea"- Sonrió.

-"Bien, entonces ¿cuál es mi línea?"-

"Oh Dios mío Kiki, eres tan caliente...." respondió, riendo entre la frase.

Giré mi cuerpo para poder verla detrás de mí y se rio aún más al ver mi expresión.

-"¿Estás bromeando?"- Me reí. Ella perdió su sonrisa y negó. Puso el rostro más serio del mundo. -"¡Oh Dios mío Kiki eres tan caliente"- le susurré.

-"Lo siento, no te escuché"- respondió en voz alta.

-"Oh, Dios mío Kiki eres tan caliente!" - Repetí, ya que mi voz era fuerte de todos modos...cuando trate de incrementar el tono, sonó como un gran gemido.

-"¿Oh enserio?"-

Esa no era su voz...

Lujuria OcultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora