Capítulo 57: Amigas

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Tan pronto como llegamos a mi calle, sentí que tenía que ponerle al tanto de algo.

-"Estaba sentada en el puente un día"- Empecé. Mirando por el rabillo del ojo a ver si me estaba prestando atención. -"Un perro se acercó a mí y luego una chica se sentó a mi lado. Pronto nos pusimos a hablar." - Sonreí, recordando cómo fue.

-"Déjame adivinar. Ustedes dos están juntas ahora ¿verdad?"- Ella preguntó, evidentemente celosa.

-"No"- Negué -"Ella me contó que fue a la perrera y encontró a un perro pero este no respondió a sus toques, a su amor...Nada."- Esto le llamó la atención. -"Él me resultaba familiar, muy familiar, así que le pregunté si podía probar algo."-

-"¿Y?"- Preguntó, con un temblor en su voz.

-"Llamé su nombre"- le dije. -"Y él vino corriendo hacia mí, lamiendo mi cara mientras saltaba. Era Tiguer"- Sonrió

-"Gracias a Dios"- exhaló -"Pensé que estaba en las calles o muerto"- sostenía una mano sobre su corazón. -"Así que esa chica lo tiene"- dijo bajando la cabeza.

-"Ella me dio la dirección de la perrera después de decirme dónde lo consiguió, ella dijo que estaba con otro perro, un perro blanco."- Evité su pregunta.

-"¿Principe?"- Se quedó sin aliento

-"Me fui allí, preguntando por un maltés blanco. Un chico me dijo que si estaba, pero cuando fuimos a ver...Él no estaba en la jaula. Me dijo que el perro estaba temeroso y mordió a todas las personas que trataron de tocarlo y se consideró no apto para el realojamiento, de modo fue enviado a la eutanasia ".-

-"Violeta..."- Susurró suavemente, preguntándose cómo consolarme.

Ahora estábamos fuera de mi puerta. Ella todavía estaba triste por los perros y yo no podía dejar de imaginar lo que sucedería cuando la abriera.

Puse la llave dentro de la cerradura, giré y abrí la puerta. De inmediato, oí el grito de Chiara y luego cayó de rodillas al suelo. Tiguer empezó a hacer pis sobre ella como solía hacerlo siempre y, principe movía la cola con ganas de ser recogido por su segunda mamá.

-"¿Cómo...?"-

-"Te lo diré dentro. ¿Puedes por favor quitarte el abrigo antes de entras, estás empapada"- y entré esperándola. -"Vamos"-

-"Sólo ponlo allí en el cesto de la ropa"- señalé, me obedeció y tomó a Tiguer otra vez cuando él se había calmado un poco. -"Voy a ir a traerte un pantalón, quédate aquí, no quiero pis en la alfombra."-

Cogí algunos pantalones de correr, un abrigo de gran tamaño y me dirigí de nuevo abajo. Sonreí ligeramente a la vista. Ella estaba sentada en el suelo y los dos perros acurrucados con ella. Levantó la vista cuando me acerqué, y le di una sonrisa.

-"Se ven tan diferentes, tan grandes."-

-"Siete meses es mucho tiempo"- le contesté.

-"Pon tus jeans en la lavadora también por favor"- le dije mientras le daba la ropa y me daba vuelta para darle privacidad. Oí un suspiro, cremalleras, botones... y, finalmente, se aclaró la garganta.

-"El cuarto de repuesto está listo así que te puedes sentir como en casa"- dije, mientras subíamos por las escaleras. Al llegar, se quedó de pie afuera de una habitación que nunca había visto antes.

-"Gracias, Violeta" -sonrió un poco, pero la tristeza aún se podía ver en su rostro. -"Pero yo pensé que iba a estar durmiendo conti..."-

-"Tiguer puede dormir contigo si quieres"- la interrumpí. El perro se acercó una vez fue llamado y entró en la habitación de Chiara mientras Principe llegó a la mía y cerré la puerta tras de sí.

...............

Dormir era una broma. Me acosté y di vueltas en la cama. Nada podía llevar mi mente lejos, de el hecho de que el antiguo amor de mi vida estaba justo en la habitación de al lado. Digo antiguo porque no sabía si era capaz de volver amar. Un golpe en la puerta me sacó de esos pensamientos, cerré los ojos con fuerza. La puerta de mi habitación se abrió y después se cerró.

-"¿Vivi?"-

Deja de llamarme así.

-"Vivi, Tiguer está lloriqueando en la puerta, él quiere estar contigo...."- Susurró.

Seguí completamente inmóvil.

-"Violeta, no puedo manejar esto"- Suspiró y se acercó. Los ruidos que hizo al acercarse se detuvieron, y de repente, sentí su toque en mí. Me acariciaba la cara y yo no podía dejar de temblar. -"Por favor, deja de evitarme"- Su tono de voz se escuchaba roto.

Una vez más, la ignoré mientras mis lágrimas amenazaban con extenderse, incluso con mis ojos cerrados. Oí su suspiro y luego se sentó en el suelo al lado de mi cama. ¡¡Sólo vete lejos!!

-"La prisión fue horrible"- susurró. -"Era oscura y fría...espeluznante. Me encerraron en una celda como un animal. Los guardias que estaban a cargo de mi eran homofóbicos y disfrutaron haciendo de mi vida una miseria."- Suspiró.

Traté de no fruncir el ceño ante sus palabras, pero fracasé miserablemente.

-"Se llevaron todo de mí, incluso este"- oí un movimiento y, luego los adornos de su pulsera chocar entre sí. -"Les rogué que no lo hicieran, pero se rieron en mi cara. Ellos lo cortaron y lo tiraron como si fuera basura en una bolsa, con todas mis otras pertenencias. El medallón también. Nunca me sentí tan vacía en ese lugar sin esas dos cosas "-

¿Por qué yo estaba siendo tan horrible? Por qué no le estaba dando algún consuelo aun cuando pude escuchar que estaba conteniendo las lágrimas?

-"Lo primero que hice cuando salí, fue ir a una joyería para recuperarlo en mi muñeca. Por suerte el candado no había sido cortado, lo único que tenían que conectar era el metal de nuevo o algo así, no tengo ni idea cómo "- Rió secamente.
Hubo un silenció...y después oí...

-"Te amo"- Mi corazón se apretó dolorosamente cuando sentí sus manos alrededor de mí, apretándome con todas sus fuerzas, eso es lo que yo sentía. -"Nunca dejé de hacerlo."-

Finalmente abrí mis ojos y miré a la oscura sombra en frente de mí.

-"No quiero decir 'Hice esto por ti' o 'Fui a la cárcel por ti' sólo para hacerte tener piedad de mí. Yo no quiero eso porque todo lo que me pasó en ese lugar...escupidas, bofetadas, puñetazos, patadas o humillaciones...nunca fue tan doloroso como la forma en que te dejé "-

Eso es todo. Cogí su mano y tire de ella con dureza sobre la cama y la retuve en mis brazos. Ella dejó escapar un suspiro tembloroso y un quejido, yo sabía que era justo lo que quería y lo que necesitaba. Ella me miró, aunque no podía mirarla a los ojos a causa de la oscuridad de la habitación, así que miré hacia donde supuse que estaría.

-"No puedo manejar que estés así conmigo"- susurró, su aliento golpeando mis labios dolorosamente.

-"Me dolió Chiara."- Suspiré y me moví un poco.

-"Lo sé. Dios lo sé. Me dolió demasiado también Vivi"-

No supe qué más decir. Todavía sentía cosas por ella, pero mi corazón era incapaz de volver a caer en el amor... Se había roto a tal gravedad que fue dañado sin posibilidad de reparación. Se marchitó, en lugar de curarse y eso era algo a lo que me había acostumbrado.

-"Te amo"- dijo de nuevo, con la esperanza en su voz a que yo le respondiera de vuelta...pero no respondí, no pude responder. Oí un sollozo ahogado en respuesta a mi silencio. -"¿Podemos empezar de nuevo? ¿Puedes tomarme de nuevo?"- Susurró con desesperación.

-"Creo que..."- Cerré los ojos y apreté la sábana de la cama antes de contestar a su pregunta. - "Creo que es mejor que nos quedemos como amigas"-Y con eso...la aplasté...ella se levantó y se fue.

Un sollozo se escuchó antes de cerrar la puerta.

Lujuria OcultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora