Capítulo 41: Castigada

1.8K 70 4
                                    


Me senté en el asiento del copiloto del coche de Denna y todavía me sentía mareada, pero nada como antes, estaba tambaleando y tenía un ligero efecto borroso en mi visión pero me sentía decente.

Denna me puso el cinturón y luego cerró la puerta ya que mis manos aún estaban atrapadas detrás de mi espalda. Apoyé mi cabeza adolorida en el frío cristal de la ventanilla del coche, mientras esperaba a que Denna llegara al asiento del conductor. Una vez que lo hizo, prendió el coche, pero no arranco de inmediato, en lugar de eso sacó su teléfono y escribió en él de nuevo. Ella recibió una respuesta casi al instante y sonrió para sí misma antes de bloquear su teléfono.

Yo no sabía que diablos planeaba, pero seguí haciéndole preguntas a Denna acerca de lo que iba a suceder, ¿cuáles eran los castigos, que diablos había enviando en los mensajes de texto... Y cada pregunta tenía la misma respuesta - Un puto silencio!!

Estaba frustrada por haber sido ignorada, hasta comencé a tratar de soltarme, seguramente las esposas no eran tan fuertes...Quiero decir ¿es sólo parte de un disfraz?,¿ está destinado a ser falso?. Me propuse a tirar de ellas, pero fue en vano. Entonces me incliné hacia atrás y delante para probar diferentes maneras de tirar de ellas pero esta vez el cinturón de seguridad me restringió y la estúpida de Denna simplemente sonrió a mis esfuerzos.

Una vez que llegamos a la casa de Chiara, Denna se bajó y cerró la puerta del coche. La vi subir hacia la puerta principal de Chiara y tocar el timbre. Cuando la puerta se abrió un poco, se deslizo en el interior. ¡¡Enserio!! ¿Ella me iba a dejar aquí? ¿De esta manera? ¡¡Eso no es cool!!

Con mis pies empuje contra la bocina, y pite frustrada, sonreí cuando vi a Denna corriendo hacia a mí, diciéndome que parara como si fuera una niña y ella mi madre, me burlé y continúe tocando la bocina y haciendo un escándalo dentro del coche. Al final, ella no tuvo más remedio que me sacarme de ahí.

Me agarró de los brazos ignorando totalmente mis palabras y me arrastró hasta la puerta principal de Chiara, me llevo dentro y me ordeno que me detuviera. Rodé mis ojos, pero hice lo que me dijo, ¡¡¡ yo sólo quería ver a Chiara!!... y pronto apareció. Caminó por el pasillo sonriente y traía una bata puesta, se veía tan hermosa. Pero su sonrisa creció a un más cuando sus ojos recorrieron todo mi traje.

-"Gracias Oficial, la tomaré aquí"- dijo Kiki, dándole un guiño a Denna y me tomó del brazo tirándome hacia ella. Fruncí el ceño ¿ por qué estas dos estaban compartiendo esas miraditas?, ¿ acaso olvidan que estoy aquí?

-"Ella estaba actuando de muy mala manera en el coche cuando veníamos hasta aquí Oficial Oliver"- respondio Denna sonriéndome.

-"¿Oh enserio?"-Chiara dijo mirándome. Me pareció extraño, ella parecía más alta, así que mire a sus pies y llevaba unas botas de cuero máximo de unas 6 pulgadas, similares a las mías, excepto que las mías eran de 4 pulgadas. -"¿Qué estaba haciendo?"-

-"Trató de liberarse de sus ataduras y hacia preguntas constantes a pesar de que sabía que no respondería a nada"- Denna sonrió.

-"Uh, bueno, eso fue travieso ¿no?"- Chiara se río entre dientes y tiró de mi un poco, haciéndome perder el equilibrio.

-"Bueno, la voy a dejar en sus hábiles manos Oficial Oliver, adiós Hódar"- Denna me guiñó y se fue, dejándome sola con Chiara.

-"Yah, ¿podrías soltarme?"- Gemí, tirando de las cadenas de nuevo.

Chiara simplemente me ignoró y me llevó a sala de estar, Tiguer probablemente estaba encerrado en una habitación o algo porque de lo contrario estaría mordiendo mis pies o tratando de lamer mi cara.

Nos detuvimos frente al sofá e iba a voltearme para hacer frente a Chiara pero ella me empujo y caí duro contra los suaves cojines del sofá.

-"Hey, vamos déjame ir"- me quejé. Ella simplemente me miraba, sus ojos verdes recorrieron mis muslos y luego se posaron en mi escote. Sonrió picara y se desató el lazo de la bata dejándola caer al suelo.

¡¡¡Oh dios!!! Mi mandíbula se abrió como nunca.

Chiara llevaba un traje similar al de Denna
excepto que este era de color azul oscuro en comparación con el negro de Denna, y aún más corto y más pegado a su cuerpo. Sacó un sombrero de policía detrás del sofá y se lo puso en la cabeza, luego sacó su bastón de la correa en su cintura y empezó a moverlo en el aire. Tragué saliva al ver su expresión facial, era una mezcla de lujuria y maldad, algo que no había visto antes en ella.

-"Ahora, señorita Hódar, usted ha tenido una noche muy ocupada, no es así?"- chasqueó la lengua y se sentó en mi regazo, con las piernas bien abiertas al lado de mis caderas.

-"Sí...Fue una buena noche" - le contesté tímidamente. Yo sabía que lucía bastante caliente en este momento, pero frente a Chiara... Wow ella tenía una manera de hacerme sentir pequeña e insignificante.

-"Sí, lo escuché. Y también escuché que te portaste un poco mal..."- dijo con voz ronca, Oh dios mío!! Su tono ya me tenía empapada...me encanta !!

-"Yo no...." - Mi discurso fue cortado y de repente sentí el bastón en mi boca por lo que no podía decir una palabra más, lo mordí un poco.. estaba excitada y mi centro goteaba como jugo por mis muslos.

- "Nuh uh, no quiero excusas... Me dijeron que estuvo hablando con su ex en múltiples ocasiones, que bebió demasiado alcohol, que hiciste shows en varias ocasiones y que bailaste
muy coqueta con una mujer ..." -

¿Eh? Nunca bailé con otra mujer! Traté de explicarle a Chiara que era una broma de Denna pero no pude con el bastón en la boca, todo lo que salió fueron murmullos. Vi su sonrisa maliciosa y me dijo que mantuviera la boca cerrada o de lo contrario habría problemas.

Tragué saliva, amando el dominio que tenía sobre mí.

De repente sentí su agarré en mi traje y lo rasgo con todas sus fuerzas, los botones volaron en todas las direcciones dejando mi principal medio completamente expuesto, y yo había optado por no usar sostén.

-"¡Bueno, bueno!"-Chiara exclamó mirando mis pechos. -"Sin sujetador eh? Esa es otra cosa que añadir a la lista de travesuras ¿no señorita Hódar?"- Dios me estaba volviendo loca.

Negué en desacuerdo y por la forma en que ella levantó la ceja, sabía que era la respuesta equivocada.

Gemí cuando empezó a moler en mis muslos mientras yo solo miraba sin poder hacer nada, mi centro estaba urgentemente necesitado y apuesto a que ella lo sabía pero solo se dedicaba a torturarme con su propio orgasmo.

Cada vez que trataba de escupir el bastón, ella lo empujaba más duro en mi boca, así que al final me di por vencida y lo sostuve allí voluntariamente. Ella jugaba y tiraba de mis pezones mientras empujaba sus caderas sobre mí , me miró fijamente a los ojos como si me retara a luchar.

-" Las niñas traviesas necesitan ser castigadas"- Gimió, quito el bastón de mi boca y me golpeó ligeramente mi muslo cerca de mi trasero. Me estremecí ante el contacto, pero no había mucho que pudiera hacer al respecto. Cerré los ojos dispuesta a no gritar debido a mi frustración sexual, mi clítoris bombeaba insoportablemente y sentía punzadas constantes que me recordaban mi confusión.

Mantuve mis ojos cerrados, incluso cuando oí su orgasmo extra fuerte, mientras yo estaba allí, esperando mi placer. Cuando finalmente se bajó de mí, todavía jadeando por su explosión, se sentó a mi lado y tiró mi cuerpo fácilmente sobre su rodilla. Me costó saber exactamente lo que iba a pasar, pero me abrazó fuertemente...yo no iba ir a ninguna parte.

Jugó con el dobladillo de mis pantalones cortos y me los bajó, levantó la mano y empezó a pegarme, no muy duro, pero lo suficiente como para sentir una picadura. Gemí una y otra vez, incluso perdí la cuenta de la cantidad de veces que golpeó mis nalgas rojas y probablemente ahora brillantes, pero yo no podía negar el sentimiento de mi centro goteando más y más y todos esos líquidos en mis bragas ya mojadas.

Una vez que decidió que era suficiente, me quitó los pantalones cortos, trató de levantarme. Sin embargo, debido a que tenía adolorido todo mi lindo trasero, me tropecé. Ella suspiró y me cargó por encima de su hombro llevándome hacia las escaleras. Parecía que no podía dejar de pegarle a mi pobre trasero, me dio unas palmaditas un par de veces en el camino hasta que solté un gran chillido, pero me sorprendió aún más cuando llegamos arriba, y me di cuenta de a dónde íbamos.

El dormitorio.

Lujuria OcultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora