su alarma suena. el sonido es demasiado fuerte, así que la apaga para no despertar a sergio. gracias a dios el no se ha dormido, de haber sido así, ni con 20 alarmas sonando al mismo tiempo hubiese abierto los ojos. Su turno ha terminado, son las 6 pm y ya debería estar saliendo de aquí o carola los atraparía.
con su celular en la mano, max se recuesta unos segundos más al lado de sergio. restriega la punta de su nariz contra la mejilla rasposa de sergio. lleva al menos dos días sin quitarse la barba, sabe que al más joven le encanta. siente al pelinegro removerse más cerca de su tacto, se ríe silenciosamente. besa sus labios suavemente, sergio no tarda en responderle. al parecer ha despertado.
—no quiero que te vayas.
—yo tampoco quiero irme, papi. pero tengo que.
el mayor lo atrae hacia el, uniendo sus labios en un largo beso, de despedida. de manera rápida, max corre al baño para asearse y vestirse. frente al espejo, arregla su cabello lo mejor que puede. una vez listo, sale del baño, encontrandose con sergio dormido. sabe que la noche anterior estuvo trabajando en un nuevo proyecto para la empresa de carola hasta tarde, así que está cansando.
—cuídate bebé.
escucha la voz de sergio cuando está a un paso fuera de la habitación. sonríe de lado, corre y se tira de rodillas sobre la cama para besar repetidas veces la mejilla del mayor.
—adiós, papi. te quiero.
—yo más, princesa.
ahora si, sale de ahi con una brillante sonrisa. va bajando las escaleras cuando la puerta principal se abre. carola entra vestida elegantemente y unas bolsas de papel blancas cuelgan de sus flacos brazos.
—hey, max ¿sigues aqui? y... ¿que hacias arriba?
—acomodaba la ropa limpia, nada mas.
—okay, no importa. que bueno que te veo, ven.
termina de bajar a trotes pequeños. sigue con una sonrisa plasmada en su rostro. ha pasado una tarde increible con su papi.
cuando llega con la mujer, ella se sienta en un sillon rojo, tomando una bolsa. de ahi saca algo y comienza a buscar entre ellas.
—¡aqui esta! —exclama—. es una invitacion para la boda, esperamos que asistas.
le dice con una sonrisa que parece mas una mueca.
—oh —su expresion alegre cae visiblemente—. gracias. claro que estare ahi.
siente el papel quemando en sus dedos. la guarda en el bolsillo trasero de sus pantalones y aun la siente caliente.
—perfecto. nos vemos hasta el lunes.
sale de la casa, con la mirada caida.
"así que en verdad lo hará" piensa de camino a la parada de autobuses. quiere llorar, tirarse al suelo y gritar.
siempre habia tenido la pequeña esperanza de que sergio cancelara la boda. que le dijera a su prometida que estaba enamorado de max y que no podia hacerlo. es muy iluso, ni siquiera sabe como puede imaginarse eso. hasta en su mente suena demasiado absurdo e improbable.
al llegar a casa lo recibe su madre, quien esta mirando una pelicula con su primo, mick. tienen palomitas y toda la cosa. max los saluda a los dos con un beso en la mejilla. su madre dice que puede prepararse algo mientras, porque la cena tardaria un poco, ya que la haria despues de que el filme acabase.
—estoy bien, ma —dice, sonriendo y caminando en direccion a su habitacion—. comi algo en casa de los perez.
—esta bien, entonces. pero si tienes hambre me dices.
