POV AMELIA
Habían pasado dos semanas desde la inseminación, y aunque todavía me estaba acostumbrando a mi nueva realidad, Alessia había estado a mi lado en cada paso del camino. Su apoyo incondicional me ayudaba a enfrentar la transición de dejar mi trabajo de mesera a una vida llena de expectativas y cambios.
Sin embargo, no podía ignorar las preocupaciones que surgían de vez en cuando. El pensamiento de que alguien podría querer lastimar a Alessia seguía dándome vueltas. Aunque ella no había compartido muchos detalles, sabía que había un dolor en su pasado que aún la perseguía. Deseaba que, con el tiempo, pudiera confiar en mí lo suficiente para abrirse completamente.
Hoy, finalmente terminé de desempacar la última caja. Oficialmente, mi madre se había mudado de apartamento. Aunque la idea de dejarla sola me inquietaba, Alessia había tomado precauciones, asegurándose de que mi madre estuviera bien cuidada al instalar seguridad y personal para atenderla. Este gesto me daba tranquilidad, aunque extrañaba la cercanía que solíamos compartir.
"Mamá, oficialmente tenemos nuestra casa," le dije con una mezcla de orgullo y nostalgia mientras observaba el espacio acogedor que habíamos logrado crear.
"¿Tenemos?" respondió mi madre, sonriendo con ternura. "Porque tengo la sensación de que solo serás una visitante."
Su comentario me hizo reír, aunque sabía que había algo de verdad en sus palabras. "Lo siento, mamá. Alessia es un poco controladora y quiere tenerme cerca para asegurarse de que todo esté bien con el embarazo," le expliqué.
"¿Será que solo es esa la única razón?"
"¿De qué hablas?" pregunto, algo sorprendida.
"Hija, veo cómo ambas se miran. Si hay algo que me sorprendió fue tus preferencias, pero vamos, en el corazón no mandamos."
Sencillamente no le contesto, y justo cuando iba a hablar, me llama Alessia para decirme que está abajo esperándome. "Mamá, me encanta cuando juegas al detective, pero justo ahora debo volar," me despido y le beso la frente.
Bajo rápidamente y encuentro a Alessia esperando en el auto, su rostro impasible como siempre. "¿Lista para mudarte?" me pregunta con una sonrisa ladeada.
"Lista es una palabra fuerte. Digamos que estoy resignada," respondo con sarcasmo.
Nos dirigimos hacia su penthouse en Midtown East, el trayecto lleno de un silencio cómodo, interrumpido solo por algún comentario ocasional sobre el tráfico o la ciudad. Cuando llegamos, me sorprende la elegancia del lugar. No es que no esperara algo lujoso, pero esto es otro nivel.
"Bienvenida a tu nuevo hogar," dijo Alessia al abrir la puerta. "Espero que sea digno de la exhaustiva campaña diplomática de casi dos semanas que emprendí para convencerte. Aunque no es una mansión renacentista, creo que cumplirás con las expectativas de nuestra humilde morada."
Miro alrededor, impresionada por la decoración sofisticada pero acogedora. "Es hermoso, Alessia. Gracias."
"Me alegra que te guste," responde. "¿Quieres que te muestre tu habitación?"
Asiento y la sigo por el pasillo hasta llegar a una puerta doble. Al abrirla, encuentro una habitación espaciosa, decorada en tonos suaves de azul y blanco, con un escritorio perfecto para estudiar y una cama que parece increíblemente cómoda.
"Me tomé la libertad de añadir algunas cosas que pensé que te gustarían," dice Alessia, observando mi reacción.
"Es perfecto," digo, sinceramente agradecida. "Gracias por pensar en todo."
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Bajo la Sombra del Control
RomanceAmelia Dupont y Alessia Visconti: un encuentro destinado a cambiarlo todo. En el vibrante y caótico corazón de Nueva York, las vidas de dos mujeres extraordinarias se entrelazan de una manera que nadie podría haber previsto. Amelia, una mesera con s...