CRAZY GIRLS: CROSSOVER YANDERE HAREM[completed]

EPÍLOGO 1

"¡Mmm! ¡Mmm! ¡Mmm!"

Una jovencita de cabello plateado tarareaba mientras caminaba por un pasillo grande y ricamente decorado. Los sirvientes que la rodeaban se sorprendieron un poco al verla actuar así cuando normalmente era tan recatada y correcta, pero por lo demás no hicieron ningún comentario.

Fue sólo después de llegar al último escalón hacia una gran puerta plateada que se detuvo.

-Está bien, señor. He vuelto.

Ella habló en voz baja y abrió la puerta de la habitación.

Allí, al otro lado, estaba una mujer que vestía un traje y pantalones de color púrpura mientras hablaba por su teléfono inteligente.

A pesar de la agudeza de su mirada y su prolijo moño, por el color plateado de su cabello era fácil ver que ambos estaban emparentados.

Una vez que la mayor terminó su llamada se enfrentó a su hija,

"Anna, llegaste bastante tarde. ¿Cómo estuvo?"

"Lo siento, no sentí que el tiempo pasara. Todo salió bien, Okaa-sama. Conocí a Dar... quiero decir, Karino-San. Fue tan maravilloso como dijiste que sería".

Una expresión de fascinación apareció brevemente en su rostro antes de volver a su habitual sonrisa.

"Ya veo. Tu unión con él es de suma importancia. Puedes utilizar todos los medios necesarios para que te elija".

"¿Algún medio?"

Ella inclinó la cabeza con asombro mientras decenas de medios diferentes, pero menos moralmente correctos, pasaban por su cabeza antes de decidirse finalmente por uno bastante audaz.

Una gran sonrisa se dibujó en su rostro mientras ponía su mano sobre su estómago.

"Sea como sea."

Ella lo tendría. No importaba qué. No importaba cómo. Después de todo,

"Esto es amor."

---- Punto de vista:???

"Tic tac. Tic tac."

Una pequeña niña balanceaba sus pies mientras estaba sentada en lo que parecía un gran cojín y sostenía un manga mientras murmuraba esas palabras sin parar.

Aparte de su diminuta estatura, era una verdadera belleza. Su piel oscura, sus ojos violetas y su cabello lavanda casi tan largo como todo su cuerpo. Su característica más llamativa era el pequeño punto en su frente.

"¿Es realmente interesante esta cosa llamada Manga?"

Una voz baja y retumbante sonó por encima de su cabeza.

—Hum... No es realmente interesante. Pero bueno, necesito pasar el tiempo, ¿sabes? Este lugar es muy aburrido. —Ni siquiera se molestó en levantar la cabeza mientras decía eso.

"Veo."

"Tic tac. Tic tac. Hum. Por cierto, ¿estás segura de que no deberías intervenir? A este ritmo, tu nueva Apóstol se destrozará antes de que logre siquiera conocerte fuera de sus sueños".

"... Sabes las reglas..."

"Jejeje. Es cierto. Esas malditas reglas son la razón por la que estoy tan aburrido últimamente. Bueno, al menos esa entrega de Hermes siempre es perfecta. Me pregunto cuánto obtendrá ese bastardo de todos los dioses".

"Idioma."

—Sí, sí. Pero, viejo, ¿hablas en serio? ¿Aún me regañas a pesar de lo viejo que soy?

"No importa la edad que tengas, siempre serás un niño comparado conmigo. Después de todo, yo soy tu creador".

"¡Hugh~!... No puedo discutir con eso."

El silencio cayó entre los dos antes de que la niña, con la cabeza todavía enterrada en su manga, preguntara.

"Hola viejo."

"¿Tararear?"

"¿De verdad tienes que hacer esto?"

"..."

"Quiero decir, ¿eres un dios, lo sabes? Eres eterno, ¿no? ¿Por qué quieres renunciar a tu poder y dárselo a unas niñas traumatizadas? Hay literalmente miles de millones de personas en la misma situación".

"¿Acaso necesitas preguntar? Después de todo, estoy tan aburrido como tú. Si no más. Después de todo, he vivido mucho más que tú. Estoy cansado de esta vida".

"Ya veo. Pero ¿por qué ella?"

—No lo sé. Mi elección inicial era otro chico. Incluso tenía preparado un pequeño juego. Pero... ¿sabes lo que pasó?

—Ah... ¿Te refieres a lo que pasó hace unas semanas?

"Sí. Una gran fluctuación en el espacio y el tiempo. Todas las infinitas posibilidades que existían anteriormente desaparecieron por un breve instante antes de que apareciera un nuevo conjunto de infinitas posibilidades. Lo peor es que la fuente de esta fluctuación es totalmente desconocida".

"Hum... Ya veo. Así que es por eso que esos viejos bastardos quieren abrir la puerta de nuestro mundo antes de lo habitual".

Asintiendo con la cabeza ante sus deducciones, cerró el libro y finalmente levantó la cabeza. Lo que llenaba su vista era un gran trono en el que estaba sentado un ser aún más enorme.

Su cabeza parecía el cráneo de una criatura desconocida y en la parte superior reposaba una corona de oro. El resto de su cuerpo estaba oculto bajo una capa oscura.

—Oye, viejo. No, me refiero a Deus. —Una gran sonrisa maníaca dividió su rostro mientras continuaba—: Parece que nuestro aburrimiento finalmente se saciará