Nuestro Último "Te Amo" (Nuestro.1)

Capítulo XVI

Daniela

《¡Mierda!》

-Daniela, te hice una pregunta- Ángel me mira con los brazos cruzados

-Fui a llevarle a Jared su portátil porque el mío...no funcionaba. Si eso, no funcionaba.

Ok, esa era la excusa más estúpida que había oído en mi vida.

-Ya. A las ocho de la mañana y vestida así- entrecierra los ojos- ¿No podías devolvérsela después?

-No, no porque...

¿Por qué? Me estoy quedando sin excusas.

-...

-Mira, vamos a dejarlo así - me interrumpe.

Lo veo marchar por el pasillo y aprovecho para dejar salir todo el aire alojado en mis pulmones.

-Ah, por cierto- se gira cortándome la respiración- Una chica te busca abajo.

-Vale, dile que en diez minutos bajo.

Asintió y se fue.

Entro a mi cuarto y voy hacia el baño.

Ni siquiera le he preguntado quién era la chica.

Mientras el agua de la ducha resbala por mi cuerpo, se me viene a la cabeza el sueño de hace un rato.

Cada vez que las tenía, al despertar me encontraba en un rincón de mi habitación o envuelta en un mar de lágrimas.

Una vez incluso...

Mejor dejo de pensar en ello.

★●★●★●★

Veo unos rizos azabaches que enseguida reconozco.

Cierto. He quedado con Amanda. Lo había olvidado por completo.

-Hola.

-Hola- se pone de pie y me saluda con un beso en la mejilla- Sé que quedamos más tarde pero vine a proponerte ir a desayunar a Cherry Cow y después ir al centro comercial.

Enarco una ceja《Esta chica tiene demasiada energía para mi gusto》

Tenía la intención de proponerle pasar el día en casa cuando vi que la tentación rubia bajaba las escaleras.

Estaba segura que aprovecharía cualquier momento a solas para preguntar sobre lo de esta mañana.

-Vale, dame cinco minutos y nos vamos.

-Ok.

Al rato bajo con mi nuevo outfits. He optado por un top blanco con escote en v que deja al descubierto mi ombligo. Una minifalda de cuero negro con una pequeña abertura en la pierna-que daba una estupenda vista de mis piernas y resaltaba mi trasero-. Y un chaqueta-de cuero igual-.

Ah por supuesto, mis botas militares y un bolso. Negros los dos.

-Que guapa- dice Amanda.

Me sonrojo. Pero no exactamente por su comentario sino por sentir la mirada de Jared recorriendo mi cuerpo.

¿Desde cuando me sonrojo? ¡Por dios!

Sus ojos conectan con los míos por unos segundos antes de que yo apartara la mirada con los nervios a flor de piel. Y todavía más roja.

Aunque no lo esté mirando se perfectamente que tiene una sonrisa de satisfacción en esos labios que muero por besar.

-Nos vamos- no lo digo como pregunta sino como una orden.