Nuestro Último "Te Amo" (Nuestro.1)

Capítulo III

Estoy preparándome para ir al colegio.

Una vez ya lista bajé desayunar. Mi madre había hecho kwaker-siempre lo hacía cuando estaba feliz-.Y que su nuevo esposo viniera a vivir aquí parecía hacerle muy feliz.

-Buenos días cariño.

-Buenos días mom.

-¿Has dormido bien?-me pregunta mientras me sirve el desayuno en un bol.

-Si-miento.

No he dejado de pensar en cierta persona que se convertirá en mi hermanastro.

-Bueno, desayuna rápido para que te vayas y no llegues tarde.

♡●♡●♡●♡

-¡Como!-grita haciendo que todos a nuestro alrededor nos prestaran toda su atención.

Aveces mi mejor amigo solía ser un poco chillón.

-Shh!!! Habla bajito!!!

-Perdón,perdón. Pero es muy fuerte lo que me estas contando. Te has acostado con tu hermanastro, con tu he.....

-No lo repitas más. No sabía que el iba a ser nada mío, vale. Además esto es culpa tuya.

-¡Culpa mía!-exclama sorprendido.

-Sí, porque si no me hubieras dejado sola, no tendría que haberme emborrachado y nada de esto estuviera pasando-hablé tan rápido que ni yo misma me entendí.

Christopher iba a decir algo más pero por suerte tocó el timbre.

Voy al pantry a buscar el horario de clase del día de hoy.

Joder, a primera hora teníamos Literatura. Solo espero que las clases pasarán lo más rápido posible.

Y así vino una clase y luego otra y otra hasta llegar al final de ellas.

Gracias Dios!!!

♡●♡●♡●♡

Después de una larga ducha calentita para relajarme del agotador día que he vivido. Me envuelvo en la toalla y salgo del baño.

Al salir veo una sombra en el rincón oscuro de mi habitación. Asustada pregunto que quien era.

El pulso se me acelera cuando visualizo la cara de la silueta. Era Jared.

-¡Qué quieres! Sal de aquí!!!

-Tranquilita, que no se te olvide que ahora esta también es mi casa, hermanita-dice divertido.

-Tres cositas. La primera, no me digas hermanita. La segunda, que vivas aquí no significa que este sea tu cuarto y la tercera, no tienes ningún derecho a entrar a mi habitación estando yo en toalla.

-Que más da, si ya te he visto sin ella.

Sentí como mis mejillas ardían con el comentario tan fuera de lugar que hizo este idiota.

Él se hecha a reír desvergonzadamente lo que me hace reaccionar y enfadarme aún más.

-¡Te he dicho que fuera de mi habitación!-le señalo tan bruscamente la puerta que hago que se me caiga la toalla quedándome desnuda-otra vez-frente a él.

Me da un repaso de arriba a bajo descaradamente. Cojo la toalla e intento taparme lo más rápido que puedo.

-¡Te dije que te vayas-le grito sin miedo a que me escuchen, aunque creo que no hay más que nosotros dos en la casa.

-Vale, vale. Pero si quieres mi humilde opinión, te veías mejor sin ella-dice señalando la toalla.

-Fuera!!!

-¡Ya me voy! Que agresiva.

Cuando pienso que se fue asoma la cabeza por el espacio que deja entre el marco y la puerta.

-Gritona- le lanzo una almohada pero no logra darle.

Que día tan nefasto. Solo pienso en cerrar los ojos y quedarme dormida.

Por suerte mañana es sábado.