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Diana miraba con curiosidad el lugar donde se encontraba, no entendía el porque estaba allí Pero estás personas le daban de alguna manera buena espina

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Diana miraba con curiosidad el lugar donde se encontraba, no entendía el porque estaba allí Pero estás personas le daban de alguna manera buena espina.

Emma: este lugar es gigante... Ahora entiendo que Diana no exagero que fácilmente podríamos perdernos -dijo nerviosa.

Hannah: ustedes 2 son muy unidos a ella ¿No?.

Emma:¿Eh? Ah, sí, sí... Somos grandes amigos desde que nuestros padres empezaron a trabajar en la mansión -dijo con calma.

Barbara: nunca los ví antes para ser sincera...

Emma: pues... Nosotros estudiamos en una academia de bellas artes, así que no estamos tanto tiempo en la casa como antes... Podríamos decir que somos los "sirvientes" personales de ella -dijo con calma.

Hannah: eso explica mucho...

Diana no escuchaba nada lo que las mayores estaban diciendo, realmente le parecía aburrido.

Diana: este lugar es bonito -murmurro con asombro- ojalá Emily lo pudiera ver...

Emma sonrió de manera melancólica al recordar aquello. Emily había pasado la gran parte de su vida en cama por causa de su magia, no fue hasta los 10 años que el cuerpo Emily logró acostumbrarse a su magia con un alto costo a su vida...

Emma: no te debes preocupar por eso... A Emily no le gusta verte triste -dijo con una sonrisa.

Diana no dijo nada y decidió cambiar de expresión, sabía que su hermana odiaba verla triste y más si es por ella.

Hannah y Barbara se quedaron en silencio y se sintieron mal, se suponía que eran las mejores amigas de Diana y eso significaba que debían ayudarla cuando se sintiera mal, como ella lo hacía con ellas y cuando las ánimo a decirse sus sentimientos.

Emma: Diana es algo cerrada a sus sentimientos... No deberían sentir mal, simplemente no le gusta molestar a los demás con sus propios problemas -murmurro con calma.

Antes de que alguna dijera algo ya habían llegado a la cafetería y Emma se alejo con Diana a buscar a Alex.

Alex: genial, ya llegaron, ya las iba a buscar... Awww, te ves sumamente adorable Diana -dijo con una sonrisa.

Diana se sonrojo ante el halago y sólo miro a otro lado, Alex la tomo por los sobacos.

Diana: por favor... Bájame

Alex: déjame pensarlo... Mmm~, nah, te ves con un lindo gatito -dijo con una sonrisa.

Diana estaba roja hasta las orejas por el comentario del de ojos bicolores y miro a otro lado, no estaba acostumbrada a ese tipo de palabras... Excepto por su cocinera, jardinero y niñera.

Alex sentó a Diana en una mesa y le mostró el platillo que había hecho.

Diana: wow...

Emma: ya me dió hambre...

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