| La llegada de Amelie Grant al equipo del FBI llama la atención del Dr. Spencer Reid, no solo por su belleza, sino también por su aguda inteligencia y su forma de abordar los casos.
Amelie desafía las expectativas de Spencer y pone a prueba su lóg...
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Amelie, concentrada, estaba revisando sus apuntes y haciendo anotaciones rápidas. Reid, por su parte, estaba absorto en la información que tenía delante, pero su atención se desviaba cada vez más hacia Amelie. Observó cómo su cabello castaño caía en suaves ondas alrededor de su rostro y cómo sus ojos se iluminaban al hacer una conexión crucial en la información.
— Dr. Reid —dijo Amelie, rompiendo el silencio con una voz suave pero firme—. Creo que hemos identificado un patrón significativo en las transgresiones asociadas con cada una de las escenas del crimen. Si analizamos los eventos históricos y cómo se relacionan con las características de las víctimas, podríamos predecir mejor el próximo movimiento del asesino.
Reid, regresando a la realidad de su trabajo, asintió con entusiasmo. — Sí, Los patrones en las transgresiones pueden ayudarnos a identificar no solo las próximas víctimas potenciales, sino también los lugares que el asesino podría considerar para futuros crímenes.
Amelie sonrió, claramente satisfecha con el progreso que habían hecho juntos.— Este enfoque puede proporcionar una perspectiva nueva sobre el perfil del asesino,Dr Reid.
Reid, queriendo mantener el tono profesional pero también valorando la conexión que estaban desarrollando, decidió compartir una pequeña parte de sí mismo. — Puedes llamarme Spencer, si lo prefieres. No es necesario usar títulos formales todo el tiempo.
Amelie levantó una ceja, sorprendida pero complacida por el ofrecimiento. — Claro, Spencer.
Reid sonrió, sintiendo una nueva sensación de camaradería y comodidad en la conversación. —Vamos a seguir con el análisis y a ver qué más podemos descubrir.
____________________ una semana después
Había pasado más de una semana desde el último ataque del sudes, y el equipo de la UAC estaba exhausto pero decidido a terminar el caso. Reid y Amelie estaban sentados en la sala de conferencias, rodeados de mapas, notas y documentos. La luz fría y directa de las lámparas fluorescentes apenas hacía justicia a las sombras debajo de los ojos de los miembros del equipo, quienes llevaban días sin descanso.
Amelie miró a Reid. — Necesitamos a Penelope para esto. Si hay alguien que pueda encontrar información rápidamente, es ella.
Reid asintió y marcó el número de Penelope en el teléfono de la oficina. Después de unos pocos tonos, la voz animada de Penelope Garcia se escuchó al otro lado de la línea.
— ¡Buenos días, cerebritos! ¿Qué puedo hacer para ayudar a mis chicos hoy? —dijo Penelope, su tono siempre optimista a pesar de la gravedad de los casos que manejaban.
— Penelope, necesitamos tu magia informática —dijo Reid—. Hemos identificado a un historiador local como posible objetivo del asesino, necesitamos saber todo lo que puedas encontrar sobre él, sus contactos, cualquier posible conexión con los eventos históricos que hemos identificado.
