| La llegada de Amelie Grant al equipo del FBI llama la atención del Dr. Spencer Reid, no solo por su belleza, sino también por su aguda inteligencia y su forma de abordar los casos.
Amelie desafía las expectativas de Spencer y pone a prueba su lóg...
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La investigación avanzaba, pero algo seguía sin encajar en la mente de Amelie. Las piezas del rompecabezas estaban casi completas, pero aún faltaba la clave para entender cómo el sospechoso había logrado secuestrar a los niños sin dejar rastro. La teoría que había propuesto inicialmente, aquella sobre que el criminal fingía ser un trabajador municipal, volvía a rondarle la cabeza.
Amelie, con los brazos cruzados, observaba el tablero de pistas. Las fotos de los niños desaparecidos, los mapas y las declaraciones de testigos formaban un rompecabezas confuso. JJ, Prentiss y Derek discutían sobre la última pista, pero ella no podía dejar de pensar en su idea.
—Hay algo que no estamos viendo —murmuró para sí misma, mientras su mirada seguía fija en el tablero.
JJ, quien había estado revisando informes a su lado, notó su inquietud y se acercó. —¿Qué pasa, Amelie? Te ves preocupada —preguntó con una leve sonrisa, siempre atenta al estado de ánimo de los miembros del equipo.
Amelie suspiró. —Es mi teoría sobre el trabajador municipal. Todos los testigos mencionaron haber visto a alguien con uniforme cerca de los lugares donde los niños desaparecieron, pero nadie lo pensó como sospechoso porque parecía parte del paisaje. ¿Y si lo usó para camuflarse? Si fingía ser parte del equipo municipal, podría haber estado observando a los niños sin levantar sospechas.
—Eso tiene sentido —dijo JJ, asintiendo pensativamente— La mayoría de las personas no se detendrían a observar a alguien con uniforme. Podría moverse libremente sin que nadie se diera cuenta.
Reid, sentado cerca, revisando un informe, también alzó la vista al escuchar la conversación. —Si trabajaba o fingía trabajar para el municipio, tendría acceso a muchas áreas sin levantar sospechas. Podría moverse usando rutas subterráneas, como túneles de mantenimiento, para capturar a los niños y desaparecer sin ser visto.
—Eso lo conecta con el parque abandonado que mencionó JJ —agregó Amelie— Era una antigua instalación municipal, y está justo en el centro del patrón de desapariciones. Si hay túneles o entradas de mantenimiento allí, podría estar usándolo como base.
La idea estaba tomando forma rápidamente. Reid, completamente inmerso en la teoría, sacó los planos que García había conseguido del sistema subterráneo de la ciudad. Mientras los estudiaban, JJ observó en silencio, siguiendo los razonamientos de ambos.
—Voy a llamar a García para que confirme algunos detalles sobre los túneles —dijo Amelie, sacando su teléfono.
Marcó el número, y, como siempre, García contestó con su estilo característico.
—Unidad de Análisis de Conducta, la diosa del ciberespacio a su servicio. ¿Qué puedo hacer por ti, bombón?
Amelie no pudo evitar sonreír ante la energía de García. — García, necesito que me confirmes si los túneles que nos diste tienen alguna conexión con el parque abandonado que mencionó JJ. Puede ser clave.
