12 - Nuevas Oportunidades.

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Narrador — Había pasado un año y medio desde el regreso de Lada a México. Durante este tiempo, su carrera en el hospital había sido más que fructífera. Sus innovaciones quirúrgicas en el campo de la cirugía plástica le habían valido varios premios y reconocimientos. Sin embargo, su éxito profesional no reflejaba su estado emocional. El brillo en sus ojos se había apagado y la alegría que solía irradiar era solo un recuerdo.

Phuthares, el padre de Lada, había notado este cambio en su hija. Sabía que su tristeza tenía raíces profundas, que se remontaban a su separación con Earn. Decidido a descubrir la verdad, comenzó a investigar los motivos detrás de la ruptura. No fue fácil, pero eventualmente, Phuthares descubrió que la culpable de la separación había sido Russamee. Sintió que esto era un golpe demasiado bajo para su hija.

Phuthares — (mirándola con determinación) Russamee, tú y yo tenemos que hablar. He descubierto la verdad sobre lo que pasó entre Lada y Earn.

Russamee — (sorprendida) ¿De qué estás hablando, Phuthares?

Phuthares — (con firmeza) Sé que fuiste tú quien provocó su separación. ¿Cómo pudiste hacerle eso a esa muchacha? Pero lo más insólito, ¿cómo tuviste el corazón de dañar a nuestra hija? ¿Qué lograbas con ello, Russamee? Dime, ¿qué lograbas?

Russamee — Lo mejor para esta familia, la estabilidad financiera de esta familia. Esa muchacha no era la indicada para Lada.

Phuthares — (enojado) ¿En verdad me estás respondiendo eso? Te preocupó más tu ambición que tu propia hija. ¿No te duele verla? ¿Ver cómo es infeliz? Lada no sonríe, nuestra hija sufre, Russamee. Es como tenerla muerta en vida. Y todo por tu maldita ambición.

Russamee — (defensiva) No entiendes, Phuthares. Todo lo hice por el bien de la familia.

Phuthares — (con tristeza) No, Russamee. No era por el bien de la familia. Era por tu propio bien. Tu ambición ha destrozado la vida de nuestra hija. Ahora es tiempo de enfrentar las consecuencias y tratar de reparar el daño que has hecho.

Russamee — (llorando) No sé si puedo, Phuthares. He arruinado tantas cosas. Pero claro que me duele saber que he dañado a mi hija, claro que me duele.

Phuthares — (con tristeza) Sabes que Lada le iba a proponer matrimonio a Earn, y tú lograste que el día que lo iba a hacer, Earn rompiera con ella. No solo eso, Russamee. Lograste que nuestra hija se fuera de nuestro lado por tres años.

Narrador — Cuando Russamee escuchó todo lo que había provocado, se derrumbó, sintiéndose el ser más despreciable por todo lo que había generado. Phuthares le dio un ultimátum a su esposa, decidido a buscar la forma de recuperar la felicidad de su hija.

Phuthares — (con determinación) Una cosa te digo, Russamee: voy a contratar a Earn en el hospital y trataré de que esa muchacha y nuestra hija por fin sean felices. Y por tu bien, si realmente quieres reparar el daño, tienes que hablar con Lada. Pero, sobre todo, no vas a interferir en mis planes.

NarradorPhuthares dejó a Russamee sola en la sala, enfrentándose a sus pensamientos y remordimientos. Sabía que era el momento de hacer lo correcto. Mientras tanto, Phuthares empezó a trazar un plan para traer a Earn de vuelta a la vida de Lada. Sabía que no sería fácil, pero estaba decidido a hacer todo lo posible para ver a su hija feliz de nuevo. Sin embargo, alguien estaba a punto de llegar y cambiar el panorama por completo.

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