Destinos Cruzados

09 - El Costo del Silencio

Narrador — La noche en que Earn decidió terminar con Lada fue una de las más difíciles de su vida. El dolor en su corazón era tan real y palpable como el que veía en los ojos de Lada. Mientras las palabras salían de su boca, su alma se desgarraba, pero no tenía otra opción. Las amenazas que había recibido contra su madre eran demasiado serias para ignorarlas. Sabía que, al proteger a su familia, estaba sacrificando su propia felicidad y la de Lada.

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Narrador — Earn le pidió a Engfa que la dejara sola porque necesitaba estarlo. Al cerrar la puerta y apoyarse contra ella, sintió cómo el peso de su decisión la aplastaba. Las lágrimas comenzaron a fluir, cada una cargada con la culpa y el amor no expresado.

Earn — (sollozando) ¿Por qué tiene que ser así? ¿Por qué no puedo proteger a todos los que amo sin destruir lo que más me importa?

Narrador — Earn se deslizó al suelo, abrazándose a sí misma mientras recordaba la conversación con Engfa antes de que se fuera. Su amiga de la infancia había llegado justo cuando Earn más la necesitaba.

Engfa — (con voz suave y preocupada) Earn, no podías seguir poniendo en peligro a tu madre. Sabes que hiciste lo correcto, aunque duela. Estoy aquí para ti.

Earn — (llorando) Pero Engfa, ¿cómo puedo seguir adelante sabiendo que he destrozado el corazón de la única persona que realmente he amado?

Engfa — (abrazándola) Earn, lo sé. Pero a veces, proteger a los que amamos requiere sacrificios dolorosos. Lada es fuerte, y tú también lo eres. Vamos a superar esto juntas.

Narrador — Earn no fue al hospital durante toda una semana, sumergida en un mar de dolor. Cada día, los recuerdos de la cara de dolor de Lada la quemaban. Durante esa semana, Engfa estuvo pendiente de ella.

Engfa — (insistente) Por favor, Earn, tienes que comer. Te vas a enfermar. Además, recuerda que tienes obligaciones que cumplir en el hospital. Decidiste venir aquí para darle una mejor calidad de vida a tu madre.

Earn — Déjame sola.

Narrador — Poco a poco, Engfa hizo que Earn entrara en razón. Una semana después de romper con Lada, Earn regresó al hospital. Los días siguientes fueron un tormento para ella. Intentaba concentrarse en su trabajo, pero cada rincón le recordaba a Lada. La culpa y el dolor la consumían. Engfa se convirtió en su pilar, apoyándola en cada momento, pero nada parecía aliviar la agonía que sentía.

Earn — (pensando) ¿Cómo puede algo tan correcto sentirse tan incorrecto?

Narrador — Earn se preocupaba porque no había visto a Lada desde su regreso. Preguntó a las enfermeras y le dijeron que Lada tenía permiso.

Earn — (acercándose a una enfermera) Disculpa, ¿La Dra. Fahlada ha venido al hospital últimamente?

Enfermera — No, la Dra. Fahlada, tiene permiso por unas semanas.

----------------------------Fin Flasback----------------------------------

Narrador — Dos semanas después del suceso, Earn vio a Lada a lo lejos y lo primero que notó fue la férula en su mano, lo que la preocupó enormemente. Quiso acercarse y cuidarla, pero se contuvo. El encuentro con Thaen fue inevitable. Cuando lo vio, su corazón se hundió aún más. Su mirada fría y su expresión dura le hicieron temblar. Earn quería preguntarle qué le había sucedido a Lada en la mano, pero la mirada de odio y desconfianza en los ojos de Thaen fue un recordatorio cruel de las consecuencias de sus acciones. Sabía que había perdido más que a Lada; había perdido la confianza y el respeto de quienes alguna vez la apreciaron.