Luna; winrina

Celos.

Cuando Minjeong bajó, hasta el mismo Jeno quedó boquiabierto. Y una sonrisa de orgullo se plasmó en su rostro al entender la situación.

Minjeong llevaba puesto un ajustado vestido color negro, el escote bastante provocador si se me permite agregar. Jake la miró con el ceño fruncido, tratando de descifrar quien era esa chica, y porque había interrumpido a mitad de la cena.

Camino sin dejar mostrar lo nerviosa que estaba, y tomó asiento justo a lado de Jimin, quien la miraba con los ojos muy abiertos. Tomándose un minuto para recorrerla de pies a cabeza, saciandose con la vista de sus piernas al descubierto.

En la mesa del comedor frente a ellas se encontraba Jeno, y a su lado Jake. El Beta Yuta se sentó en el otro asiento vacío junto a Jimin, y miraba con una indescifrable expresión en su rostro el intercambio de miradas entre ambas chicas.

—Un gusto conocerla Señorita, soy el Beta Jak...

—Ya, ya sé quién eres—lo interrumpió tosca, apenas dirigiéndole la mirada.

El chico pestañeo incrédulo, no esperaba esa respuesta.

—Oh, bueno... no he tenido el placer. ¿Quién es usted?

—Es mi mate—contestó Jimin por ella, dejando zanjado el tema—. ¿Pueden traer un platillo más, por favor?—se dirigió a la sirvienta, quien asintió dócil ante la petición y se perdió en la cocina.

Minjeong apenas y tocó su comida, ver como Jimin y Jake charlaban en la mesa le había quitado repentinamente el apetito. Ver como el chico le sonreía constantemente, y en numerosas ocasiones le guiñaba un ojo a la morena. La escena hacia que se le retorciera el estómago.

Y sin notarlo siquiera, acercó silenciosamente su silla más a la de Jimin. Su mano se posó en la pierna de su mate, y Jimin se quedó muda ante la acción de Minjeong. Miro de reojo a la pelirroja, pero esta parecía ajena al tema del que se hablaba en la mesa, como si su mano no acariciara su muslo con delicadeza, poniéndole la piel de gallina.

—... entonces mi Alfa sugiere eso.

—¿Eh?—Jimin estaba demasiado ocupada sintiendo las caricias de Minjeong, que apenas y se enteró que Jake seguía hablando—. Disculpa, no presté atención.

El chico levantó una ceja, pero evitó el comentario ante la distracción de Jimin.

—Lo que decía era...

—¡Al fin! ¡Muero de hambre!—una voz resonó al aire, seguido de un fuerte aplauso. Todos dirigieron su atención hacia la puerta, donde se encontraba Jisung—. Oh, al parecer no soy bienvenido.

La mirada de Jimin reflejaba todo el odio que sentía hacia el chico, y este al hacer su camino a la cocina no despegaba sus ojos de Minjeong.

—Buenas noches Luna—agregó con una de sus retorcidas sonrisas.

Minjeong escuchó el ligero gruñido lleno de posesión que surgió de la garganta de Jimin, y como su brazo envolvía su cintura. En menos de un segundo, la pelirroja ya estaba en el regazo de la Alfa. Escuchando los suaves latidos de su corazón: salvajes y melódicos.

A Jisung se le borró la sonrisa, y entró con grandes zancadas a la cocina.

Minjeong se quedó quieta, no sabía si se le permitía estar así en alguna cena formal. Pero al parecer a Jimin le gustaba esa posición. Olisqueaba su cabello, y acariciaba su cuerpo constantemente. Y para sorpresa de la chica, a Minjeong parecía no molestarle que lo hiciera.

Yuta las miraba, y Jimin al notarlo le dirigió un gruñido. Este de inmediato apartó su vista hacia Jake, quien parecía impresionado ante la interacción de ambas chicas. Nunca había ocurrido algo parecido.