Luego de una semana de visitas diarias a Tweek, Craig se levantó, procurando no despertar a Siel a su lado, preparó desayuno y se sentó en el sofá, lamentándose.
—¡Quiero ver televisión! —dijo lloriqueando, llevando un pan a su boca.
En ese momento, recibió una llamada del hospital. El doctor le indicó que Tweek sería dado de alta por la tarde. Emocionado, llamó de inmediato a Tolkien.
A la hora acordada, Tolkien llegó a recoger a Craig, quien subió a la patrulla con Siel en brazos.
—Ya te dije que no soy un taxi —dijo en cuanto Craig subió.
—Apúrate —ordenó Siel.
Tolkien se volteó a verla, ofendido.
—¡No puedes hablarle así a la policía! —dijo entre risas.
Siel rio y encendió su patrulla de juguete.
—Ya la escuchaste, apúrate, Tolkien.
—¡Eso no es una sirena, Siel! —Tolkien la encendió y se puso sus gafas oscuras—. ¡Esto es una sirena!
Craig dejó a Siel en la patrulla con Tolkien y se fue a buscar a Tweek.
Al llegar, Tweek veía la patrulla por la ventana.
—¿Nos vamos? —preguntó Craig, llegando junto a él.
—Tengo miedo, Craig. ¿Y si no le agrado?
—Claro que sí, le he hablado mucho de ti —dijo abrazándolo, apoyando su mentón sobre la cabeza de Tweek—. Jaja. No creciste tanto.
Tweek levantó su mirada, viéndolo a los ojos.
—¿Es muy difícil cuidarla, Craig?
—Más de lo que te podrías imaginar.
—Estoy aterrado. Primero necesito calmarme.
Craig se inclinó a besarlo, pero fueron interrumpidos por la sirena de la patrulla de Tolkien, que pronto apagó.
—¡Hay una niña viéndolos, cochinos! —dijo por el altoparlante.
—¡Cochinos! —repitió Siel por el altoparlante, seguido de una carcajada de ambos.
Tweek rio y miró a Siel sobre el regazo de Tolkien, mientras reían.
Salieron del hospital y antes de subir, Tweek respiró profundo, tratando de calmarse.
—Es más adorable de lo que crees, pero no la pierdas de vista —advirtió Craig, abriéndole la puerta.
Al subir, Siel se asomó tímidamente sobre el hombro de Tolkien, mientras Tweek la miraba, en silencio.
—Siel, él es tu papá —dijo Craig, sentándose adelante, junto a Tolkien.
—¿Qué crees que haces, Craig? —preguntó Tolkien—. Adelante solo puede ir la ley.
—Hola —dijo Tweek a Siel.
Siel lo saludó con su mano, mientras Craig se cambiaba al asiento trasero.
Tolkien sentó a Siel a su lado y encendió la sirena.
—¿Es necesaria toda la parafernalia? —preguntó Craig.
—Sí, así nadie se interpone en mi camino.
—Eres muy mal policía, Siel no puede ir adelante.
—Claro que sí, ahora ella es la ley —dijo poniéndole sus gafas oscuras, arrancando la patrulla.
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Mamá se fue de vacaciones [CREEK UA]
FanfictionA sus 26 años, Tweek está a punto de descubrir un terrible secreto que cambiará su vida, cuando mamá se vaya de vacaciones. Sin embargo, quien sufrirá las consecuencias será Craig, su exnovio y actual vecino. ⋆Narrador omnisciente (3ra persona). ⋆Fo...