Cap. 10 ⋆ Y la moraleja es...

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Luego de tres meses, Tweek, en pijama, preparaba el desayuno.

Escuchó una carta que deslizaron bajo su puerta y la recogió de inmediato.

—¡Craig! —dijo lanzándose a la cama, montándose sobre él—. ¡Despierta, Craig!

—No, ya te dije que Siel nos puede ver —respondió adormilado.

—¡No, no es eso! ¡Despierta! ¡Lo aceptaron! ¡Siel es legalmente mi hija!

Craig se volteó, tomando a Tweek por su cadera y lo acostó a su lado, abrazándolo, dispuesto a continuar durmiendo.

—Qué bueno —dijo adormecido.

—Craig, ya despierta. Hoy tenemos que ir a firmar el contrato del nuevo departamento.

—No, ya no es necesario.

—¿A qué te refieres?

—¡Déjame dormir! —dijo cubriéndole la boca con su mano.

Siel despertó en ese momento, en una pequeña cama, junto a la de Tweek.

—¡Tengo hambre!

—¡Oh, genial, ya la despertaste! —reclamó Craig.

—Siel, vamos a preparar el desayuno, antes de que Craig se ponga gruñón.

—Sí, es muy gruñón —dijo saliendo de la habitación junto a Tweek.

Craig se dio la vuelta, acomodándose para continuar durmiendo, pero fue despertado por el estruendo de un plato cayendo al suelo.

—¡Fue mi papá! —gritó Siel.

—¡Dios! Con esos dos, vamos a terminar comiendo en las ollas —comentó Craig, molesto, cubriendo su cabeza con el edredón.

Mientras Tweek y Siel desayunaban, Craig se levantó a desayunar junto a ellos.

—¡El señor gruñón! —dijo Siel, abrazándolo.

—Podría despertar de buen humor, si alguien no invadiera la cama por las madrugadas.

—Eso fue tu culpa, Craig, tú la acostumbraste a dormir contigo. A mí ni me molesta por las noches.

—Es que es tan cálida —Craig la abrazó con fuerza—. ¡Pero muy inquieta para dormir!

—¿Quieres café?

—Yo me lo preparo.

Craig fue a la cocina, viendo el desorden que dejaron Tweek y Siel mientras preparaban el desayuno, suspiró fastidiado y regresó junto a ellos.

—Craig, encontré un lugar donde poder trabajar con horario flexible, tu mamá se ofreció a quedarse con Siel. Es un estudio fotográfico, no pagan tan bien, pero está cerca del nuevo departamento.

—Genial, así me compras una televisión.

—Jaja. Sí, Craig, te la voy a comprar.

—Tweek, invité a mis padres, Tricia, Tolkien y Nichole, vamos a inaugurarlo en cuanto nos mudemos.

—¿Escuchaste, Siel? ¡Vas a tener tu propia habitación!

—¡Sí! —gritó alzando sus brazos.

—¡Sí! ¡Un lugar más grande para limpiar y ordenar! —dijo Craig con ironía.

—Jaja. Ese departamento no es tan grande.

—¡Terminé! —dijo Siel, corriendo a sacar juguetes de una caja.

—No debiste comprarle tantos juguetes, Craig. No termino jamás de recoger todo.

—Lo sé, ya estoy harto de pisar Legos.

Mamá se fue de vacaciones [CREEK UA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora