Capítulo 10

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Ambos os mantenéis la mirada... Pero sientes una presencia en tu mente. La voz de Jimin resuena en tu cabeza, clara y profunda, como un susurro en medio del viento.

—Eres formidable, loba blanca —dice la voz de Jimin, cargada de respeto y desafío—. ¿Lista para la verdadera prueba?

—Estoy preparada para todo... —respondes en tu mente, el eco de tus palabras llenan el espacio entre vosotros—. Alfa

Ambos os miráis a través de los ojos de lobo, con una intensidad que va más allá de lo físico, una conexión que supera la simple lucha.

Con un rugido compartido, ambos os lanzáis a la batalla. El suelo con las runas bajo vosotros tiembla con cada zancada y cada salto.

Saltas hacia Jimin, mientras tus colmillos buscan su carne. Logras rasgarle la piel del costado, y  un gruñido de dolor escapa de sus fauces, pero no se deja vencer fácilmente. Con un movimiento ágil, lanza un zarpazo que te golpea en el rostro.

Un quejido de dolor sale de ti, y sientes la cálida sangre manchando tu pelaje blanco, goteando sobre el suelo sagrado del círculo de runas... Retrocedes unos pasos, sacudiendo la cabeza para despejar la vista borrosa por el dolor.

—Eres atrevida, Iroha —la voz de Jimin resuena en tu mente, su tono es una mezcla admiración y desafío—. Te lanzaste primero, sin dudar.

Respondes con un gruñido, mientras tus ojos brillan con determinación y un deseo feroz de probar tu valía.

—Esto solo acaba de empezar Jimin—replicas mentalmente, estas enfocada en la batalla, pero también eres consciente de la atracción subyacente entre vosotros.

Con un rugido ensordecedor, os lanzáis de nuevo al combate. La tierra bajo vosotros parece vibrar con cada golpe y movimiento. 

La lucha entre vosotros se intensifica hasta un punto frenético. Vuestros cuerpos de lobo chocan y giran en un torbellino de furia y poder. El aire se llena de gruñidos, jadeos y el sonido de garras arañando la tierra.

Te lanzas hacia Jimin una vez más.  Tus colmillos buscan su cuello, pero él te esquiva con una agilidad sorprendente, respondiendo con un mordisco que apenas logras evitar. Sus ojos dorados brillan con una intensidad feroz, y puedes sentir su respiración pesada mientras vuestros cuerpos chocan una y otra vez.

En un movimiento rápido y brutal, Jimin logra derribarte, mientras sus garras te empujan contra el suelo. Intentas levantarte, pero su peso sobre ti es aplastante.

Con un gruñido triunfal, se posiciona encima de ti, mientras su mandíbula se cierra alrededor de tu cuello con una presión que te inmoviliza, pero sin hacerte daño.

—Ríndete, Iroha —su voz resuena en tu mente, cargada de una mezcla de desafío y seducción—. Sabes que no puedes ganar. Eres fuerte, pero yo soy el alfa. Admite tu derrota.

Sus palabras están diseñadas para desestabilizarte, para hacerte dudar de ti misma. Pero sientes una chispa de furia y orgullo encenderse dentro de ti, negándote a ceder.

—Nunca —respondes mentalmente, tu tono está lleno de una determinación inquebrantable

La presión de su mandíbula alrededor de tu garganta aumenta ligeramente, y sientes el calor de su aliento contra tu piel. Su mirada está fija en la tuya, con una mezcla de desafío y algo más profundo, más primitivo...

—Eres obstinada, Iroha —murmura en tu mente, su voz es casi un susurro—. Eso es lo que me gusta de ti. Pero incluso la obstinación tiene sus límites...

—¿Y quién dijo que ya he alcanzado mis límites? —replicas, mientras tus ojos brillan con una mezcla de desafío y fuego interno—. Si crees que voy a rendirme solo porque eres el alfa, te equivocas.

LOBA | Jimin  (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora