El ambiente se sentía cálido, no estaba segura si era por la presencia de Enzo en la habitación o por la chimenea prendida en medio de la noche fría, pero se sentía cálido, seguro y reconfortante mientras leía un libro desde el sofá que me dejaba ver al castaño frente a mi.
Lo miré y me di cuenta de que el ya me estaba mirando a mi.
Cada tanto me preguntaba lo que pasaba por su mente cuando me miraba tan atento, recorriendo mi cuerpo con su mirada desde el cabello hasta los talones.
Pero no de manera descarada, sino más cauteloso como apreciando cada detalle de mi.—¿En que piensas?— me dedicó una sonrisa de lado.
Salí de mi trance tratando de concentrarme en su pregunta.
—Trataba de pensar en como continuar mi ensayo de pociones— dije convencida y al parecer se había tragado mi mentira. Me miró con su característica tranquilidad antes de asentir. —Creo que deberia ir a dormir...— fingí estirarme- hoy fue un día cansado.
—Descansa Cariño— me observó salir de la sala común.
En mi habitación me quite los zapatos escolares y el uniforme, me limpie el pequeño delineado que había llevado durante el día, lave mi rostro y me acosté para dormir.
Más tarde sentiría peso sobre el colchón, su olor... no necesitaba voltear o preguntar para saber quien era.
Se acostó a mi lado y me abrazó por la cintura dejando un beso en mi hombro.—Estas dormida?—murmuró en mi oído.
—No, aún no— imité su acción.
Voltee quedando frente a él. Lo que hacíamos no estaba relativamente bien, yo tenía novio pero el me había engañando y manipulado decenas de veces entonces no podía sentir culpa por querer a Enzo. Tampoco podía terminarlo... de hecho era un tema complicado.
—te ves hermosa—movió un mechón de cabello de mi rostro a la parte de atrás de mi oreja.
Sonreí acercándome a el para besarlo. Unimos nuestros labios en un beso cálido.
Al día siguiente durante el desayuno no logre identificar a Tyler, mi mirada lo buscaba pero simplemente no estaba ahí.
—Buscas a alguien?— Su voz...
—Si, Tyler no aparece—había preocupación en mi voz.
Por el reflejo de la pantalla de mi celular pude ver que rodó los ojos pero no me importaba, lo que me importaba era saber donde estaba mi puto novio, estaba follandose a otra? Estaba bien? Que mierda pasaba. Lorenzo se sentó a mi lado poniendo una mano sobre la mía para confortarme un poco. Mis pensamientos se vieron interrumpidos por la voz de Dumbledore que daba su discurso de los lunes, aunque esta vez había algo distinto.
Hablo de el consumo de sustancias ilícitas, el valor de la vida y el luto de la escuela. Nadie entendía nada, todos nos mirábamos confundidos.
Estaba en clase de adivinación, tratando de leer la taza de té de mi compañera cuando la profesora Trelawney se acerca a mi compañera.—Es tu taza querida?—pregunta asombrada.
—No, es de... Daphne— dijo Amelie cuando la profesora le quito mi taza.
—Esto es malo...—se tapó la boca con preocupación.
—Qué es...— me levanté- que es malo.- le arrebate la taza pero la forma de las hojas de té cambió y no pude ver nada.
—Estas en peligro, Hay un chico con el que corres un gran peligro. —Su voz mostraba preocupación y luego dejo la taza en la mesa.
Todos los estudiantes me observaban. Yo solo podía pensar en que ya lo sabía, Tyler era... bueno no era la mejor persona con la cual estar.