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Saliendo de los baños de prefectos y caminando en dirección a las mazmorras sentí una mano en mi hombro que me hizo detenerme y sobresaltarme un poco

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Saliendo de los baños de prefectos y caminando en dirección a las mazmorras sentí una mano en mi hombro que me hizo detenerme y sobresaltarme un poco.

—Daph... — su respiración estaba agitada y se tocaba la frente.

Me sobresalte por su repentina aparición y me di la vuelta.

—Estas bien?— pregunté con el ceño fruncido de la preocupación.

—Si... Todo bien... —Apenas podía respirar.

— Vamos Blaise, primero respira un poco y luego me dices bien que necesitas.

Hizo un gesto de pulgar con su mano derecha, mientra que con la izquierda se sostenía la rodilla.

Después de unos minutos que parecieron eternos por fin habló.

—Estamos organizando una fiesta— su respiración ya era más normal.

Los TIMOs ya habían finalizado, era la última semana de clases y Slytherin no se quedaría atrás en organizar alguna fiesta.

—Qué bien, Estaré ahí.

—Necesitamos que tu hagas la lista de quien puede entrar y quien no— tomó mi hombro con una sonrisa ladeada.

5 días antes...

Victoria y yo nos encargamos de agregar a la lista algunos nombres que serían permitidos en la entrada, habían pasado varios días  desde la última vez que intercambié alguna palabra con Parkinson y vi la fiesta como una oportunidad para poder hablar de lo que sucedió.

La azabache y yo éramos amigas, de las mejores, definitivamente. Tuvimos una gran relación junto a Draco. Éramos la definición de inseparables. Ella desarrolló una extraña obsesión con él, formando una tormenta de problemas a nuestra amistad.

Ahí fue cuando conocí al trío de oro, y a todo el conjunto de Gryffindor.

Mi primera amistad fue Hermione, con la que tuve la oportunidad de entablar una relación, cuando nos eligieron para realizar una tarea de adivinación. Nos sentábamos horas frente a los libros de la biblioteca.


8 horas antes.


—Draco, ¿puedo hablar contigo?

Me acerqué a los dos chicos que conversaban por las Mazmorras.

—Hola a ti también, Burke— saludó Blaise.

Rodé los ojos y le resté importancia. Draco y yo nos alejamos de la multitud, así él corriendo mi cabello para besarme. No pude dejar de ver sus ojos, con una presión insoportable en el pecho.

𝑺𝑳𝒀𝑻𝑯𝑬𝑹𝑰𝑵 𝑩𝑶𝒀𝑺. 𝒐𝒏𝒆 𝒔𝒉𝒐𝒕𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora