Verdadera mamá

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Todo Storybrooke se encontraba buscando al hijo de la alcaldesa y el alguacil. A Regina no le importaba la gente del pueblo y tuvo que rogarle a David que pusiera a más personas a buscar a su hijo.

Llevaban casi 12 horas de búsqueda y no había rastro de Henry por ningún lado. Regina caminaba con su madre gritando con desespero y preocupación el nombre del niño, pero a lo lejos, alcanzó a ver a Mary Margaret, hablando con David. Una irá se apoderó de ella y sintió como si se quemara por dentro.

Esa mujer era la culpable de todo lo que le pasaba, no importaba en qué mundo estuviera. Odiaba verla cerca de David y ver cómo babeaba por él, pero aparte de los celos que sentía y el miedo de que alguno de los dos fuera a despertar y arruinaran su matrimonio y felicidad, quería extrangularla por la desaparición de Henry.

Cora notó la forma en que Regina aceleraba sus pasos en dirección a David y Mary Margare, por lo que tuvo que hacer lo mismo.

De la nada un sonido sordo se escuchó, había sido la mano de Regina estampandose en las mejillas rosadas de Mary Margaret.

Cora estaba sorprendida por lo que su hija acababa de hacer, quería sonreír y se lo permitió, después de todo, gracias a ese libro de cuentos y su descuido, su nieto se había escapado.

- Señorita Blanchard, ¿Qué se supone que está haciendo?

- Señora alcaldesa, solo ayudo a la búsqueda de Henry

Tanto Regina como Cora, pusieron los ojos en blanco al escuchar la voz chillona de la mujer, a diferencia de David, que miraba con desaprobación a Regina.

- En lugar de estar aprovechando este momento para acercarse a mi esposo, debería aceptar su culpa en la desaparición de nuestro hijo - hizo mayor énfasis en esas dos palabras - todo empezó a ir mal con él desde que usted le dio ese estúpido libro

- ¡Ya basta Regina, dejala! - habló mucho más fuerte de lo que le hubiera gustado, jamás le había hablado de esa manera a su mujer y se arrepintió al instante

- Jamás me habías hablado así, ¿Por qué la defiendes?

- No la estoy defendiendo

- Oh, créeme que lo haces y todo Storybrooke vio como defendiste a la culpable de que nuestro hijo me odie y se haya escapado, además de que babea por ti cada que te ve, aún sabiendo que estás casado

- Lamento interrumpir querida, pero lo importante es encontrar a mi nieto - miró a la mujer que si hija acababa de golpear - le pido por favor que se retire, como ve solo está complicando las cosas con su presencia

Mary Margaret con lágrimas en los ojos y sintiéndose mal por la desaparición de Henry y los problemas que había causado en la familia Nolan - Mills.

- Los dejo solos - miró a la pareja - dense prisa - dijo con cierta amargura en su voz

Regina se encontraba cruzada de brazos matando con la mirada a David. Odiaba cada vez que Mary Margaret estaba cerca de su esposo y este se ponía a platicar con ella. Lo peor es que ese complejo de encantador y príncipe parecía que no logró abandonar el cuerpo de David a pesar de la maldición.

Cuando terminó de cerrar la alcaldía y caminaba con una sonrisa hacia su esposo que la esperaba en el mercedes negro, su sonrisa se borró de inmediato al verlo hablar muy animadamente con Mary Margaret.

- Henry es un niño maravilloso - se sentía mal cada vez que hablaba con David, se sentía atraída por él, pero él estaba casado con una hermosa familia

- Es todo trabajo de Regina

- Sí, claro - tropezó con sus palabras - pero tú también has hecho una gran parte. Él te adora - sonrió

HappinessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora