Este inventor, Marcus, al que todos tomaban como loco y desquiciado, con su mejor amigo, creó unas gemas para mostrarlas al mundo, y demostrar que es lo contrario a loco. Su mejor amigo, al ver lo que podían hacer las gemas, las quería para hacerse...
Hoy era uno de esos días en la que regresábamos con las manos vacías, nos volvimos a pelear con Mark y su estúpido grupo de vagabundos, perdimos la mochila con los robado, por cuarta vez esta semana.
Entramos al bar en el que trabaja Leonardo, está detrás de la barra sirviendo unas cervezas, me pongo la capucha de mi suéter cuando me mira y entramos a nuestra habitación.
Frederick es el que menos sabe pelear, así que se esconde en un rincón cuidándose a él y a él botín, pero siempre terminamos perdiendo, John y él nunca se han llevado bien, se odian a morir, no pueden durar un rato sin mirarse y terminar en una discusión.
Elizabeth es más hábil peleando y siempre logra vencer a el grupo de Mark, todos la valoramos, porque cuando se enoja es la reencarnación de Lucifer, siempre sospechamos que ella y Alexander se gustan, cada que apenas se miran nosotros tres les hacemos burla.
Alexander y John son los más fuertes de nosotros, John y Alexander siempre se han llevado bien, Alexander es el más amado del grupo, todos lo amamos, es la persona más amable, divertida y amada entre nosotros.
Se puede decir que soy la típica líder de los grupos así, aunque siento que cada que salimos a robar por orden de Leonardo y me desvío de los planes, nos metemos en pelea con Mark, el siempre nos localiza para robarnos lo que conseguimos, pero en fin, ellos dicen que no les importa, yo no creo eso.
Nos sentamos cada uno en un sillón, Frederick al lado de Alexander, John y Elizabeth al lado del otro, yo en un sillón apartado.
Leonardo entra de golpe y nos mira. Cada quien baja la cabeza.
-¿Que fue lo que pasó esta vez?- Me mira.
-Sabes lo que pasó...
-Y tú sabes que no me gusta que se anden peleando por ahí como si fuera lo más normal del mundo, por eso llegan con las manos vacías- Alza la voz.
Me callo apartando la mirada.
-¿Todos están bien?- Rompe el silencio.
-Imagínate...- Suspira Alexander.
-Mañana quiero que escojan otra ruta de regreso- Abre la puerta para irse- Ya también que dejen de estarse peleando si no es necesario, ya van como mil veces que se los digo
Asiento con la cabeza.
-Buenas noches- Se despide.
-Buenas noches- Se despiden todos excepto yo.
-Buenas noches- Se voltea hacia mi.
-Buenas noches....- Digo y sale, cerrando la puerta.
-El tiene razón- Habla Alexander- Tenemos que encontrar otra ruta de regreso...
Todos asienten y se voltean hacia mi cuando hablo.
-Si, lo se, pero saben que Mark nos encuentra cuando encontramos una nueva, es complicado deshacernos de él
-Si, pero...- John me mira- No volveremos con las manos vacías, ¿verdad?
-No lo se- Me encojo de hombros- Si tenemos suerte tal vez traigamos al menos la mochila con un par de billetes
Sueltan a reír.
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NARRADORA
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