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El olor de panqueques de chocolate y café llena sus fosas nasales

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El olor de panqueques de chocolate y café llena sus fosas nasales. Con sus ojos abriéndose perezosamente, mira a su alrededor, está en su habitación pero se siente raro, confuso y muy cansado. Anoche apenas pudo pegar ojo sabiendo que Shouto estaba allí en su casa, a sólo dos habitaciones de distancia.

Toma un suspiro profundo, y se levanta de la cama para estirarse y dejar que el sonido de sus huesos tronar le llenen los oídos. Bosteza, y se coloca las pantuflas. Sale arrastrando los pies hasta el comedor, viendo al pequeño infante, Liam, sentando en una de las enormes sillas, con los pies colgando y moviéndolos en el aire, mientras comía los panqueques acompañado de un poco de leche de fresa.

Luego, su mirada cae en el chico bicolor que está concentrado preparando más panqueques y un poco de café. El calor en el pecho le llena de vida y felicidad, por algún motivo, su sola presencia lo hace sentir bien.

—¡Buenos días, señor Touya! —el pequeño lo saluda con su mano en el aire, y es así que Shouto nota su presencia, volteando a verlo.

—Buen día, Liam —se acerca al pequeño, revolviendo su cabello suavemente y sonriéndole con amabilidad—. ¿Dormiste bien?

—¡Sí! Ayer mamá me contó unos cuentos antes de dormir, y también me dijo que viviremos aquí... ¿Es cierto? —los dos pequeños ojos del niño lo ven, con el ceño levemente fruncido de la confusión.

—Sí, así es. ¿No te gusta vivir aquí? —finge tristeza, pero el infante comienza a negar rápidamente, sonriendo de lado a lado.

—Me gustó dormir aquí, es calientito y la cama es suave, además, mami durmió conmigo toda la noche, eso me gusta y... ¡Oh! Su casa tiene una enorme piscina, ¿puedo nadar allí más tarde? —la sonrisa infantil y dulce del niño conmovió su corazón, y muchas culpabilidades le carcomieron la mente—... ¿Señor Touya?

—No sabes nadar, Liam —Shouto se acerca, sirviendo un poco más de leche en su vaso y dando una caricia en su cabello—. Es peligroso.

—¡Recórcholis! —jadea el niño, y Shouto lo mira con confusión.

Resiliencia;   DabiTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora